La confesión de Capriles Radonski es patética

Con motivo del diálogo televisado entre  el gobierno y oposición, el dos veces derrotado candidato de la MUD hace la  confesión siguiente: “Por primera vez en 15 años el pueblo  escuchó otras voces”   En su columna  señaló también que: “los ciudadanos tuvieron también la oportunidad de contrastar entre dos modelos. Uno  que  se defiende así mismo y sus intereses y el nuestro  que habla de defender  los intereses  y unión del pueblo”.

La verdad que había jurado no escribir más sobre  las idioteces que dice “caprichito”, como lo bautizo Maduro; pero es que no puedo perdonar ésta tan……..colóquele usted el nombre.

¿Quiere decir  que,  después de darle la vuelta a Venezuela varias veces y reunir millones  de venezolanos para hablarles, no pudo o no tuvo nada que decirle  a ese  pueblo que lo escuchaba?.  ¿Quiere decir  que esos siete millones  de votantes que lo hicieron por él, no era pueblo?.

¿En 15 años  el pueblo sólo oyó la voz de Chávez? ¿Dónde estaba la oposición mientras tanto?.

¿Cómo lograron dividir  al país  en dos toletes sin hablarles, sin decirles  que ustedes eran la parte  contraria a la que seguía  al Comandante?.

¿O sea que  si esa reunión  no se hace, el pueblo no hubiera tenido la oportunidad de escuchar a Capriles, Acevedo, Barboza, Ramos Allup, Henríquez, Velásquez y los otros líderes  de la oposición que  allí estuvieron?.  ¿Es que  durante todo este tiempo les fue negado el derecho de expresarse por los canales privados  que tienen el 98% de la sintonía nacional?.  Eso lo dice la oposición.

¡¿Cómo supo el pueblo que existían dos modelos, si ustedes  no se lo  habían dicho?!

Quisiera  seguir  argumentando para destruir esa estupidez y me encuentro siendo más estúpido  que él si continuo haciéndolo.  Corto  y ya. Vamos a otra  cosa.

Por primera vez en nuestro continente político, la izquierda  obliga  y sienta  a la derecha a dialogar.  Ese es el hecho más significativo que hay de registrar para los analistas y cronistas.  Nunca antes, desde  que se conformaron estos  dos bloques  hegemónicos,   para  la toma  del poder  político,   se había  producido hecho tan singular.  Por primera vez, un chofer de autobús preside  una mesa, donde  los representantes de la oligarquía tienen que  oírlo  en silencio hasta  que  él terminó de hablar, sin interrumpirlo.  Eso no tiene precio. Valió  la pena  vivir  hasta  ese momento.  Lo demás  que venga  de ahora  en adelante son hechos  secundarios.



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Juan Veroes


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