En síntesis

Los mochos se juntan y se rascan entre sí

Los fascistas andan tan desquiciados y pavosos que cada tiro que disparan les sale por la culata. Esto explica por que Ovidio Pérez Morales y Marina Corina Machado, por andar arrogantes con su insolente verborrea, terminaron en el basurero de la historia, haciendo el triste papelón de ridículos. Y por que en política siempre la soberbia ocasiona daños irreparables, la burguesita mal entretenida y el cobarde refugiándose detrás de una sotana, ambos se exponen al escarnio público.

Por testadura y malcriada, María Cochina se autoexcluyó del parlamento venezolano, y en lo sucesivo vagará por aquellos países donde la democracia es letra muerta, pues esas oligarquías tramposas se encargaron de disfrazar la plutocracia con matices de neoliberalismo salvaje. Ahora, la pitiyanqui que es victima de su metida de pata, no encuentra el remedio adecuado para curarse de los efectos fatales de la doctrina de chacumbele, especie de harakiri que consistió en que ella misma se mató.

Otro que por andar buscando figuración y escaparse del ostracismo al que lo condenó su condición de Obispo Emérito de Los Teques, es Ovidio Pérez Morales. Quienes conocen su vergonzosa trayectoria y tienen acceso a sus eróticas intimidades, saben que Ovidio siempre ha sido un pantallero empedernido que se excita viéndose en los medios de comunicación, así sea para ridiculizarse con sus copiosas mamarrachadas, y las que hicieron que el demonio púrpura perdiera el derecho a ser creído entre los feligreses.

Y como la lengua es castigo del cuerpo, la propia vida se encarga de cobrarles aquí lo bueno y lo malo, razón por la cual Ovidio Pérez y María Corina serán siempre castigados con una atormentada existencia que los obliga a contemplar como fracasa estrepitosamente el fascismo en su terca obsesión de enervar el socialismo humanitario y cristiano, mientras el pueblo organizado avanza hacia la sociedad de iguales que prevé Chávez en su Plan de la Patria. Esa si es la posible transición de gobierno que seria valida en una sociedad inteligente como la de Venezuela. En cambios, esos trasnochados antojos de Ovidio Pérez y María Cochina solo podrán cumplirse en su infierno.

¿Acaso después de tantos siglos de miseria generalizada y hambruna atroz, pueden existir dudas de que el capitalismo sea el infierno terrenal que no perdona a los pobres? ¿Y también será por eso que Ovidio y María Cochina tengan sus grandes coincidencias que los mantengan en la misma cochinera? Se fijan por que los mochos se juntan y se rascan las espaldas entre si.







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Freddy Elías Kamel Eljuri

Presidente del Instituto Municipal de Patrimonio Histórico de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Miranda del estado Falcón. Vicepresidente de la academia de Historia del Estado Falcón. Escritor. Productor radial.

 kameleljuri@gmail.com

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