El sueño de Bolívar

En el Aeropuerto Internacional Santiago Mariño, en Margarita, mientras esperaban el vuelo 283 de Conviasa, los diputados Tobías Bolívar y Morel Rodríguez conversaban. “Mañana tenemos que pedir la palabra, porque la gente se va a dar cuenta de que no hemos dicho nada”, dijo Bolívar. “Y es verdad, porque esa vaina la están transmitiendo en cadena y si la gente no nos ve participando van a pensar que perdieron su voto”.

Al rato se escuchó la invitación a abordar el vuelo, y los diputados margariteños de la Mesa Democrática subieron al avión. “Se nota que la gente no sabe quiénes somos nosotros, Tobías”. “Así es mejor, porque no nos piden nada, si se enteran que somos diputados van a comenzar a pedir cualquier vaina, como si los diputados sirvieran para eso”.

Una vez en Maiquetía, tomaron un taxi: “Al Meliá Caracas, por favor”. “Esta noche, antes de dormir, sería bueno reunirnos con los compañeros del partido para que nos den alguna línea”. “Bueno, si quieres llamamos a Ramos Allup o a Teodoro Petkoff”. “Petkoff no es del partido”. “Si, pero está hablando tanta paja, que parece uno de los nuestros”.

Ya en la noche, reunidos en el bar del hotel, se encontraron con el tercer diputado, Nano Ávila. “Los estaba esperando, para cuadrar la vaina que vamos a decir mañana, no se olviden que lo están pasando en cadena y los margariteños nos van a reclamar si no decimos nada”. “El problema es que tenemos que hilar fino, porque si pedimos alguna cosa para la isla, de repente nos dicen que eso tiene que hacerlo Morel, y si metemos la pata, Morel nos mata”. “Miren la vaina que me pasó a mí, que dije que no había salas de maternidad en Margarita, y me sacaron la maternidad de Salamanca y el cartel que puso Morel, y lo peor fue el regaño que me dio Morel por decir esa pendejada”.”Yo creo que esta vez, Nano, tú no debes hablar, pero nosotros dos sí, es decir, Tobías y yo tenemos que pedir la palabra, fíjate que el diputado Fariñas no ha dicho ni pío, a ese es al que hay que caerle encima con el desastre de Foncrei y todas las cosas chavistas donde se ha metido”.

Al día siguiente, los tres diputados margariteños salieron rumbo al parlamento con caras de triunfadores. Tomaron un taxi y se quedaron cerca del hemiciclo para irse caminando hasta ocupar sus curules. Una vez que llegaron allí dieron los saludos a los compañeros de la Mesa de Unidad y tomaron asiento. Era martes 22 de febrero, “día memorable”, dijo Tobías Bolívar. Entraron Fernando Soto, presidente de la Asamblea Nacional; Aristóbulo Izturiz, -“A ese lo condecoré yo, en la Asamblea Legislativa”, dijo Morel Rodríguez,- y Blanca Eckoth, vicepresidentes de la Asamblea. Y comenzó el ministro de Ciencia y Tecnología, Ricardo Menéndez con la palabra.

Transcurría el debate con cifras y preguntas y llegó el momento en que Tobías Bolívar pidió la palabra. Durante sus cinco minutos habló y habló y luego tomó asiento. Más adelante tomó la palabra Morel Rodríguez y habló y habló y tomó asiento. Después, las cámaras del canal de la Asamblea Nacional, ANTV, mostró a Tobías Bolívar, durmiendo plácidamente.

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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

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