9 mayo 2017 - Mientras la policía francesa reprime con bombas lacrimógenas y balas de goma a manifestantes en Paris, tras resultar ganador Emmanuel Macron con el 66% de los votos, en Venezuela la dirigencia opositora no se desmarca de la violencia ejercida por grupos de choque alentados por sectores de ultraderecha que han dejado 35 fallecidos y más de 700 heridos, así como múltiples destrozos, destacó José Vicente Rangel durante su programa José Vicente Hoy, transmitido por Televén, además, acusa al Gobierno Nacional de represor, y los medios de comunicación justifican y legitiman las acciones violentas.
La matriz mediática que se impulsa internacional y nacionalmente es que la Guardia Nacional Bolivariana es causante de las muertes producto de la represión a protestas pacíficas, pero llama la atención quienes resultan agredidos son los funcionarios de seguridad del Estado venezolano quienes son objeto de agravios, ofensas y ataques, "como lo confirma el elevado número de efectivos asesinados”, puntualizó Rangel.
Por su parte, La Jornada registró que en los disturbios parisinos fueron detenidos al menos 141 manifestantes, entre las que destaca la corresponsal de RT Charlotte Dubenskij, quien cubría las manifestaciones y a pesar de haber mostrado su credencial de prensa a los oficiales, la periodista fue retenida por unos 30 minutos.
José Vicente Rangel, también aseveró que “los jefes de la oposición siguen guardando silencio, ya que indudablemente el silencio alimenta los planes no revelados pero detectados por los organismos de inteligencia e instruidos por los ciudadanos, que contemplan utilizar la violencia para derrotar al presidente Maduro y acabar con el orden constitucional”.
Cabe resaltar que en Venezuela la actuación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana destinada a resguardar y contener el control del Orden Público de los actos de choque propiciados por seguidores de la oposición, tiene prohibido vía decreto del poder Ejecutivo el uso de armas de fuego y otros objetos contundentes en las manifestaciones, solo se tiene autorización en momentos de conflicto para disuadir las revueltas el uso de agua a propulsión y gases lacrimógenos, hecho que tiende hacer invisibilizado por medios nacionales y extranjeros.
