Espontaneidad “franelizada”, “gorrizada” y globopolitizada, en plena “crisis…”.

Los responsables de la costosa campaña del Globopotazo para ayudar a pagar una multa de nueve millones de bolívares fuertes que se ganó la estación televisora desestabilizadora, proconspirativa y de terrorismo mediático, ha tenido visos de la típica torpeza de los manipuladores que integran esa clase de equivocada oposición comunicacional, quienes no logran entender que en esas acciones destinadas a “darle en la madre al gobierno revolucionario”, -según lo confiesan los dirigentes-, no van más allá del desmadre en su conducta, dejando descubierta su imprudencia cuando ponen a trabajar primero la lengua publicitaria y después las neuronas, lo que resulta en la torta tras torta de sus metidas de… boca.


Esa televisora que nunca toma iniciativas para recoger dinero en beneficio de los niños pobres, o dignas y cristianas causas, hizo una costosísima campaña comprando franelas, gorras, material  de promoción P O P perdiendo un dineral en televisar espontáneas globoayudas del pueblo, casualmente a tiempo que nos atosigan hablando de una supuesta tremenda crisis que vive el país, todo lo que deja en evidencia la no existencia de tal crisis, pues la gente ayuda “espontáneamente” según la información globovisión para una causa a todas luces politiquera disfrazándola de peligro a la libertad de expresión 


Para complemento terminan por demostrar que en su posición contra toda conducta ética del ejercicio del periodismo y el respeto a la ley, no pegan una por haberse negado a cancelar al SENIAT en su oportunidad las multas que si pagaron por el mismo concepto Televen y Venevisión, pero los directivos de los trabajadores de la planta y de los globovidentes, se empeñaron en dejar hacer y dejar pasar ligando tumbar o derrocar al gobierno chavista, para terminar hoy por hoy chillando cual camión de cochinos, buscando paliar el golpe tributario que les afecta donde más les duele, -que no es precisamente en su conducta y en la moral-, sino en el bolsillo del capitalismo salvaje.


Quienes aprovecharon fueron los fabricantes de esas “G” como etiquetas autoadhesivas, los fabricantes de gorras y franelas, e igualmente otros avispados que les cayó del cielo esa nueva torpeza del canal de las 24 horas desinformación y traición al ejercicio decente del periodismo veraz.


 

luissanchezibarra@hotmail.com





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Luis Sánchez Ibarra


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