Conspiradores

Ojeo un día tras otro la prensa, y de entre ella los artículos de opinión, y hasta ahora periodistas que en mi opinión no han perdido prestigio y colaboradores notables, todos, siguen la senda de la realidad oficial y oficialidad de la epidemia de gripe que nos ha tocado este año en la que, como en todas las temporadas, casi un cincuenta por ciento de fallecidos son mayores de sesenta años de una salud ya muy quebrantada, y el resto bajas colaterales de todas las edades porque la Naturaleza juega muy malas pasadas a los seres humanos que también pueden morir de un simple resfriado con complicaciones...

Comprendo que si los que hablan y escriben en todos los medios que están en la primera fila de la información y de la opinión no se salen de las trazas marcadas por la verdad oficial, hablen y escriban como si la realidad no fuese otra que la que cree y asume la mayoría precisamente porque todos ellos y el poder político y el médico pusieron en marcha el 11 de marzo pasado una versión bajo los auspicios de la OMS. La verdad oficial, lo sabemos, es que un virus maligno de la gripe de cuyo origen nunca hablan los que hablan y escriben, como tampoco hablan de su mutación, ni de los propósitos de sus autores, si los hubiere y los tuvieren. Nunca dudan, pese a confluir tantas cosas extrañas y tantas contradicciones en el empeño de terminar un rompecabeza, de lo que dicen y se pierden por las ramas de detalles periféricos respetando siempre la teoría oficial. Por eso hablan y escriben y se difunden sus reflexiones...

Para muchos otros, las cosas no son así. No son como parecen. Para muchos lo fundamental a efectos del presente histórico que vivimos tan cercano al colapso del sistema económico, es conocer el origen cierto de este virus. Saber si este virus nos viene del cielo como todos los años la gripe común, o ha llegado como un proyectil inteligente elaborado por la mano del hombre para causar unos efectos predeterminados. Porque de ser un virus de "diseño", todos los preparativos en torno a las vacunas y al futuro inmediato, medio y lejano adquiere unos tintes completamente distintos a los que un virus "normal" permite prever...

Desde el 14 de marzo pasado he ido acumulando hasta 165 archivos a propósito de esta real o prefabricada pandemia, en los que figuran personas y personajes públicos relacionados con la Medicina, la Epidemiológía, la Biología, la Bioquímica, la Farmacéutica, la Política y el periodismo, que ponen en duda o afirman en contrario, que este avatar responda a las razones simples que se dicen. Personas y personajes tan solventes o tan insolventes como los que aparecen como responsables en el Poder político y médico de las naciones, que ven algo muy turbio y sospechoso en todo esto.

Para nada el poder político y mediático relacionan la irrupción de estas "epidemias" de gripe en cada país con la inminente quiebra económica del sistema cuyo plazo máximo para el crash algunos de ellos sitúan en abril de 2021. Tampoco con los inquietantes chaimtrails que vienen observándose en nuestros cielos desde hace muchos años. Tampoco en España recuerdan esos periodistas que tanto se prodigan, en cuántas ocasiones los políticos, el poder político ha engañado al pueblo español a lo largo de esta democracia de cartónpiedra: un González y su serie de reformas profundas incumplidas (para acabar declarándose monárquico redomado). Los Aznar, Bush, Powell y Solana mostrándonos en la televisión instalaciones de armas de destrucción masiva en Irak de lo que no era si no una fotografía de mil aumentos de un tejido. El simulacro de golpe de Estado de 1981 para robustecer la figura de un monarca que luego se ha desvelado como un auténtico sinvergüenza. Los tropecientos tejemanejes y mentiras del 11 de marzo de 2004 relacionados con el atentado de Atocha... Y un largo etcétera que obligan a cualquier espíritu no adormecido por los narcóticos que suministran y dosifican los think tanks cuidadosamente de esta sociedad, a no fiarse en absoluto del poder de ninguna clase. Y al decir de ninguna clase me estoy refiriendo también y ahora especialmente, al poder médico y al farmacéutico; poderes en los que esos que "hablan y escriben" nunca piensan y de los que nunca hablan ni escriben.

Sabemos que es el silencio es el principal rasgo que envuelve a las dictaduras. Pero también sabemos que el engaño permanente es consustancial a las democracias burguesas. Y desde que se configuró la española, los españoles siempre se han visto precisados a elegir entre la credulidad, la ingenuidad y la picaresca de la que miles, quizá millones, son maestros aventajados en este país...

No extrañe a nadie, pues, que existan ejércitos de ciudadanos que estemos siempre alerta contra posibles conspiraciones de los poderes públicos contra la ciudadanía al margen del control directo que ejercen sobre ella...

Ojeo un día tras otro la prensa, y de entre ella los artículos de opinión, y hasta ahora periodistas que en mi opinión no han perdido prestigio y colaboradores notables, todos, siguen la senda de la realidad oficial y oficialidad de la epidemia de gripe que nos ha tocado este año en la que, como en todas las temporadas, casi un cincuenta por ciento de fallecidos son mayores de sesenta años de una salud ya muy quebrantada, y el resto bajas colaterales de todas las edades porque la Naturaleza juega muy malas pasadas a los seres humanos que también pueden morir de un simple resfriado con complicaciones...

Comprendo que si los que hablan y escriben en todos los medios que están en la primera fila de la información y de la opinión no se salen de las trazas marcadas por la verdad oficial, hablen y escriban como si la realidad no fuese otra que la que cree y asume la mayoría precisamente porque todos ellos y el poder político y el médico pusieron en marcha el 11 de marzo pasado una versión bajo los auspicios de la OMS. La verdad oficial, lo sabemos, es que un virus maligno de la gripe de cuyo origen nunca hablan los que hablan y escriben, como tampoco hablan de su mutación, ni de los propósitos de sus autores, si los hubiere y los tuvieren. Nunca dudan, pese a confluir tantas cosas extrañas y tantas contradicciones en el empeño de terminar un rompecabeza, de lo que dicen y se pierden por las ramas de detalles periféricos respetando siempre la teoría oficial. Por eso hablan y escriben y se difunden sus reflexiones...

Para muchos otros, las cosas no son así. No son como parecen. Para muchos lo fundamental a efectos del presente histórico que vivimos tan cercano al colapso del sistema económico, es conocer el origen cierto de este virus. Saber si este virus nos viene del cielo como todos los años la gripe común, o ha llegado como un proyectil inteligente elaborado por la mano del hombre para causar unos efectos predeterminados. Porque de ser un virus de "diseño", todos los preparativos en torno a las vacunas y al futuro inmediato, medio y lejano adquiere unos tintes completamente distintos a los que un virus "normal" permite prever...

Desde el 14 de marzo pasado he ido acumulando hasta 165 archivos a propósito de esta real o prefabricada pandemia, en los que figuran personas y personajes públicos relacionados con la Medicina, la Epidemiológía, la Biología, la Bioquímica, la Farmacéutica, la Política y el periodismo, que ponen en duda o afirman en contrario, que este avatar responda a las razones simples que se dicen. Personas y personajes tan solventes o tan insolventes como los que aparecen como responsables en el Poder político y médico de las naciones, que ven algo muy turbio y sospechoso en todo esto.

Para nada el poder político y mediático relacionan la irrupción de estas "epidemias" de gripe en cada país con la inminente quiebra económica del sistema cuyo plazo máximo para el crash algunos de ellos sitúan en abril de 2021. Tampoco con los inquietantes chaimtrails que vienen observándose en nuestros cielos desde hace muchos años. Tampoco en España recuerdan esos periodistas que tanto se prodigan, en cuántas ocasiones los políticos, el poder político ha engañado al pueblo español a lo largo de esta democracia de cartónpiedra: un González y su serie de reformas profundas incumplidas (para acabar declarándose monárquico redomado). Los Aznar, Bush, Powell y Solana mostrándonos en la televisión instalaciones de armas de destrucción masiva en Irak de lo que no era si no una fotografía de mil aumentos de un tejido. El simulacro de golpe de Estado de 1981 para robustecer la figura de un monarca que luego se ha desvelado como un auténtico sinvergüenza. Los tropecientos tejemanejes y mentiras del 11 de marzo de 2004 relacionados con el atentado de Atocha... Y un largo etcétera que obligan a cualquier espíritu no adormecido por los narcóticos que suministran y dosifican los think tanks cuidadosamente de esta sociedad, a no fiarse en absoluto del poder de ninguna clase. Y al decir de ninguna clase me estoy refiriendo también y ahora especialmente, al poder médico y al farmacéutico; poderes en los que esos que "hablan y escriben" nunca piensan y de los que nunca hablan ni escriben.

Sabemos que es el silencio es el principal rasgo que envuelve a las dictaduras. Pero también sabemos que el engaño permanente es consustancial a las democracias burguesas. Y desde que se configuró la española, los españoles siempre se han visto precisados a elegir entre la credulidad, la ingenuidad y la picaresca de la que miles, quizá millones, son maestros aventajados en este país...

No extrañe a nadie, pues, que existan ejércitos de ciudadanos que estemos siempre alerta contra posibles conspiraciones de los poderes públicos contra la ciudadanía al margen del control directo que ejercen sobre ella...



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Jaime Richart

Antropólogo y jurista.

 richart.jaime@gmail.com      @jjaimerichart

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