El abigarrado lector de “aporrea.org”

Los medios escritos suelen clasificar su contenido de tal manera que sus lectores vayan directamente a lo que más les interesa. Por ejemplo, cuando años atrás  la demanda de mercancías se hallaba bastante constreñida, las agencias publicitarias, los periódicos, etc., hasta ofrecían varios cuerpos especializados.

Así, sus lectores, si bien tenían que adquirir el paquete completo, iban directamente a aquél de su mayor interés: sucesos, deporte, política,  Los publicistas, por ejemplo, los compran y leen sólo para comprobar que las editoras cumplen con sus encomiendas publicitarias: ubicación de sus avisos, tamaño, etc.

En Internet, en sus páginas web, la cosa cambia ya que por lo general sus contenidos se hayan preclasificados por autores, colaboradores y afines.

De manera que los especialistas de cada materia tendrán sus cuotas de lectores según sus preferencia personales, ideologías, etc. Los amantes de la notica política de cada día abrirán diariamente los artículos de aquellos autores a quienes ellos hayan identificado con sus personales intereses, políticos, religiosos, comerciales, sindicales, educativos, monetarios, científicos, técnicos, etc.

A los abigarrados lectores de Internet, con preferencia determinada, el resto de los artículos les tiene con poco cuidado y resulta obvio que no formarán parte de los lectores de deportes quienes sólo se interesan por el acontecer político que la dinámica nacional e internacional vaya imponiendo diariamente.

Por supuesto, la selección no necesariamente es rígida: satisfecha cada curiosidad del día, un paneo sobre el resto de los artículos podrá ser practicado, según el tiempo disponible, y no se abrirán aquellos escritos de colaborados que ya conozcamos sobre qué tratan sus contenidos, sus orientaciones políticas o religiosas.

Ahora que con fines publicitarios propios del mercachiflaje que abunda en toda sociedad capitalista, con fines estadísticos, comerciales y publicitarios, el monitoreo cuantitativo de los lectores resulta obvio, y de allí que los artículos que no tengan determinadas cuotas de lectores, comercialmente les resultarán ilegibles y hasta desean que no llenen las páginas web porque resultarían distractores respecto de aquella publicidad en favor de la cual esos los comerciantes de la publicidad operan.

Esa selección comercial cobra mayor importancia en la Venezuela de hoy donde y cuando ya las empresas publicitarias se hallan en franco declive, habida cuenta de que, a pesar de los elevados precios de la cesta básica, no ha terminado el camión de reparto la descarga de sus mercancías cuando largas colas terminan de inmediato  vaciando los inventarios del día, de manera que ya el gasto publicitario convencional de antes está resultando bajo e irrentable, y la publicidad  que permanece está en Internet, de preferencia lucrativa. Windows 10 es un buen ejemplo de lo que en esta entrega estamos aludiendo.

 



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Manuel C. Martínez


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