Quizás nosotros, los revolucionarios invisibles, somos los “falsos positivos” cuando opinamos y no entendemos esas cosas de la diplomacia mundial. Quizás no sepamos que el anticomunismo no es otra cosa que un balance del tira y encoje para que siempre existan estúpidos como nosotros que generalmente somos quienes ponemos los campesinos y sindicalistas muertos, los subversivos, los terroristas, los asilados, los desplazados, los periodistas asesinados y los resentidos. Quizás a nosotros, nadie nos llama para que opinemos sobre las problemáticas del mundo actual y mucho menos sobre Colombia, y los que sí saben por dónde le cae el agua al coco, nos vean como lo que realmente parecemos cuando nos hacen sentir metiches. Quizás nosotros los escribientes de aporrea y todos los medios que “defienden” este proceso revolucionario a lo venezolano, no somos tomados en cuenta como a veces creemos y que en algunas ocasiones quizás porque conviene, nos hagan creer que si nos creen.
Y quizás, los quizás no tengan validez en este instante y, quizás en unos días no muy lejano cuando vuelvan los consabidos ataques del buen vecino que tiene siete puñales en su sagrado corazón de Jesús, que tiene televisión y prensa pro-imperialista, que tiene enemigos gratuitos de todos los calibres y presentadores de origen colombiano en CNN que manipulan la opinión de América Latina en contra de Venezuela todos los días, quizás en unos días, cuando muchos advirtieron y recordaron que quizás con la visita de nuestro Comandante Chávez a Colombia, esté creyendo el mundo que Venezuela es quien debe ir a nuestra “hermana” República a tender la mano porque ellos no fueron y son quienes siempre prenden los peos; quizás en esos días, nadie recuerde que nosotros los escribidores del pueblo dijimos que quizás toda eso pasaría.
Quizás todo el mundo sepa que de la oligarquía de Colombia es que vienen los ataques, pero Venezuela es quien debe viajar a componer el asunto, primero con el Canciller Maduro y luego nuestro Presidente. Quizás la cosa esa de: siempre pon la otra mejilla para que te den coñazos, funcione en la diplomacia de esta manera.
Quizás nosotros desconozcamos la verdad verdadera de esta rara relación de vecinos bolivarianos y por más que tratemos de entender esos entuertos diplomáticos, nos digamos que ellos, los diplomáticos, quizás tengan razón.
Quizás no le pase nada a nuestro Presidente, si levanta el parao a las relaciones bilaterales y firma unos cuantos convenios comerciales y quizás, mientras gandolas y camiones de 50 toneladas de mercancía propiedad de la oligarquía colombiana, vuelven a transitar por las carretas venezolanas, no le inventen FALSOS POSITIVOS. ¡Quizás!
(*)Periodista
¡Patria socialista o muerte! ¡Vencimos!
¡Chávez es socialismo, es la paz!
