Conciencia, Comunicación, Organización y Revolución (II)

"Los pendejos son pendejos, por pendejos" GHO

Existen temas de vital importancia para el presente y el futuro de Venezuela, como el clamor por una Auditoría Pública Ciudadana a todas las instituciones del país, las denuncias del enorme desfalco de cientos de miles de millones de dólares, la solicitud de nulidad del decreto del Arco Minero del Orinoco, etc., que son ignorados por la gran mayoría de la población puesto que no son mencionados ni en los medios públicos ni en los medios privados y que además implican violaciones flagrantes de la Constitución Nacional. No se mencionan porque afectan los intereses tanto de los dirigentes del psuv como los de la mud. Entre tanto, al pueblo venezolano lo tienen distraído con las colas, los eventos deportivos, los conciertos, los procesos electorales, la farándula, las marchas, los insultos de los dirigentes políticos, la recolección de firmas por cualquier motivo, etc.

Mientras no exista una información "bidireccional" (una comunicación) entre los dirigentes de la revolución y el pueblo revolucionario, será imposible avanzar en la consolidación de la revolución socialista, razón por la cual, el Poder Popular tiene que contar con un poderoso sistema de comunicación e información y no como ha venido ocurriendo, que los medios de comunicación e información disponibles, han sido utilizados solamente para promocionar a las cúpulas de la mud y hacer propaganda al gobierno y a la dirigencia del psuv. No se han establecido canales de comunicación adecuados entre el pueblo y la dirigencia de la revolución, la cual no tolera la crítica. Quien se atreva a criticar es marginado, estigmatizado, destituido y hasta perseguido, lo que constituye un obstáculo para el desarrollo de la revolución.

Por no permitir la crítica, la dirigencia está empujando a amplios sectores de la población a alejarse del proceso Bolivariano, convirtiéndose en responsables directos de eventuales derrotas futuras. Persiguiendo la crítica solo lograrán alejar aún más al pueblo e incrementar el aislamiento que están construyendo a su alrededor, lo cual además les impide enterarse de los verdaderos problemas del país y las posibles soluciones.

Una de las principales necesidades de la revolución es la formación de los revolucionarios. Tenemos que buscar la manera de reagrupar al chavismo y abrir espacios de discusión para construir liderazgos colectivos. El rumbo al socialismo requiere necesariamente una nueva dirección política, para lo cual es indispensable una adecuada información y permanente comunicación. No puede fortalecerse la Conciencia del Deber Social, si lo único que el pueblo tiene, es la oportunidad de observar las estupideces de nuestros dirigentes. Es normal que un pueblo, que siempre ha vivido alienado por el sistema capitalista, corra desesperado a los brazos de su explotador, ya que no tiene una mínima formación ideológica socialista, por cuanto no ha habido una dirección revolucionaria, en estos diez y siete años, que haya formulado un "catecismo socialista básico" donde se nutra el pueblo para que él mismo comience a liberarse. El pueblo está desorientado debido al bombardeo de los valores del capitalismo y la falta de información y formación socialista. Un pueblo desorientado no sabe a dónde ir. Al escuchar un rumor en una cola sale corriendo para ponerse en otra a ver que puede conseguir allí. Igual sucede con buena parte de las personas que se quieren ir del país; porque perciben que en cualquier parte del mundo pueden estar mejor que en Venezuela. Los embarga la desesperanza en un país que tiene enormes potencialidades para todos sus habitantes, pero lo ignoran, justamente por no estar bien informados. Es necesaria una adecuada orientación del pueblo por parte de sus dirigentes. Pero sucede que ellos ni pendientes. Hoy nos encontramos en una incertidumbre que pareciera que estamos peor que cuando comenzamos. En los últimos tres años, se han perdido, o se han ido perdiendo, muchos logros alcanzados por la revolución, entre los cuales sobresalen: los sentimientos de solidaridad, patriotismo, el orgullo de ser venezolano, la ética revolucionaria, la unión cívico-militar, la colaboración, el espíritu de sacrificio por los más débiles. Todo lo que fue sembrado y estimulado pacientemente por nuestro Comandante, ha sido desplazado por la corrupción, los privilegios, el amiguismo, la ganancia fácil, el individualismo, el egoísmo, el bachaqueo, en fin, el sálvese quien pueda. Existe una desconexión del gobierno con la realidad del pueblo. Parecieran los dirigentes estar envueltos en una burbuja y no se enteran de los problemas que afectan de manera sensible a la población, mientras la vida del venezolano se va en horas y horas intentando adquirir alimentos y medicinas. El gobierno solamente está interesado en disfrutar y conservar el poder y la oposición solo piensa en derrocarlo. Gran parte del fracaso de este proceso se debe a la falta de información, desinformación y en general a una pésima comunicación, que ha padecido el pueblo desde la partida del Gigante Chávez, puesto que ha tenido enorme dificultad para que sus denuncias sean conocidas y sus inquietudes sean discutidas por el resto de sus compatriotas y del gobierno. "El canal de todos los venezolanos" y todo el sistema de medios públicos en general, ha estado al servicio exclusivamente de la cúpula del gobierno y del partido.

Todos sabemos lo que significa la palabra Democracia:

Democracia significa poder en manos del pueblo, o Poder del Pueblo.

También sabemos lo que significa la palabra Oligarquía:

Oligarquía significa poder en manos de unos pocos, o Poder de unos pocos.

Como se ve fácilmente, los dos conceptos son incompatibles y antagónicos.

El Socialismo está asociado con el Poder Popular, con la democracia. No puede existir socialismo sin democracia, ni verdadera democracia sin socialismo. Es imprescindible ganar la batalla por construir el hombre nuevo, el hombre socialista, que se guíe por valores morales, altruista, solidario y no por la contabilidad de lo material.

Muchos esfuerzos realizados hasta ahora para construir el socialismo han chocado con la intención de imponer arbitrariamente la autoridad y privilegios de un pequeño grupo sobre las grandes mayorías de la población.

Por su propia naturaleza y lógica, el capitalismo está asociado con el poder de unos pocos, con la oligarquía. No hay capitalismo sin oligarquía, aunque si puede haber oligarquía sin capitalismo.

Cuando hablamos de oligarquía, estamos hablando de un sistema antidemocrático; la información se convierte en un elemento distorsionador y manipulador. No se trata solamente de difundir informaciones falsas, incompletas o confusas, sino de difundir informaciones insignificantes destinadas a distraer y entretener, evitando de esta manera, la toma de Conciencia Socialista.

En una democracia verdadera, es decir, en socialismo, no basta la información. Es indispensable la comunicación. Gracias a la educación y a una buena formación por medio de la comunicación, los receptores pueden adquirir la capacidad de descodificar los mensajes y no aceptar sus contenidos de manera pasiva.

Aunque en la actualidad, la tecnología nos permite una comunicación inmediata y de excelente calidad, con el uso de Internet y las redes sociales, no hemos logrado aprovecharla en nuestro beneficio, pues más bien, estamos secuestrados por una élite mundial que con tanta información que genera, nos tiene desinformados, e incluso, hasta estupidizados. Somos víctimas de una sobredosis de información de eventos comerciales, sociales, políticos, económicos, deportivos, culturales, atmosféricos, etc. que al final nos conducen a vivir para el consumo de lo que dicha élite desea que consumamos.

Si no logramos liberarnos de ese yugo al que estamos siendo sometidos, pronto seremos unos autómatas, sin control sobre nuestras mentes y en consecuencia, sin poder controlar nuestras vidas.

¡Esto significa, ni más ni menos, la destrucción de la humanidad!

¿Vale la pena vivir así?

¡Aún tenemos la solución en nuestras manos!

La comunicación es una actividad fundamental en la sociedad actual, de ella depende en buena parte nuestra conciencia político-social, de ella depende la opinión pública, de ella depende el consenso y el disenso, de ella depende la cultura, las costumbres, la alimentación, el consumo, la libertad, todo.

En gran medida, el enorme poder que tiene la clase dominante a nivel mundial se debe a la apropiación de los medios de comunicación e información, junto con el control actual de las redes sociales, para el beneficio de las minorías dominantes, en la explotación de las grandes mayorías, ya que por medio de la manipulación de la verdad controlan la opinión pública con fines perversos.

A nivel local sucede algo similar, las elites tanto del gobierno como de la oposición, se reparten el poder mediático, el gobierno controla los medios públicos y la oposición los medios privados, quedando la mayoría de la población sin capacidad de manifestar sus inquietudes y defender sus intereses, realizar denuncias de funcionarios corruptos o ineptos, o la ineficiencia de las instituciones. El pueblo está sometido a la dictadura de las minorías poderosas, a pesar de que casi todo el personal técnico de los medios: periodistas, artistas, publicistas, libretistas, diseñadores, camarógrafos, etc. pertenecen al sector mayoritario y explotado de la población.

¿De qué le sirve a la mayoría de la población la libertad de expresión si no tiene dónde expresarse?

Bien lo advertía el Libertador: "Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción".

Es por esta razón que nuestros dirigentes se han empeñado en mantenernos sumidos en la ignorancia y en los últimos tiempos los medios de comunicación e información han sido sus principales aliados para tenernos incomunicados, desinformados y distraídos, para lo cual nos atosigan con información de farándula, deportes, modas, crimen, consumismo, conciertos, insultos y mentiras de todo tipo, mientras ellos roban, atropellan, violan leyes y abusan del poder que el pueblo les ha confiado. Es por eso, que el pueblo tiene que aprender a contrarrestar esos efectos, pues mientras no lo haga, estará sufriendo las consecuencias de la opresión y abuso por parte de sus dirigentes.

El SIBCI, Sistema Bolivariano de Comunicación e Información, fue creado a pedido de Chávez para que estuviera al servicio del pueblo, para informar y ser informado, crear conciencia revolucionaria y cultura socialista. Pero el Comandante no pudo apreciar, ni prever los resultados y consecuencias de la aplicación y el uso que le iban a dar y hoy sucede, que está siendo utilizado únicamente para el servicio de las élites del partido y del gobierno. Para alabarlo, aplaudirlo y ocultar su ineficiencia y todos sus errores, pero para nada que se relacione con la posibilidad de hacer denuncias de funcionarios corruptos o reclamos al gobierno, para la discusión y la crítica, o para generar conciencia socialista. El Poder Popular está obligado a reclamar su participación protagónica real en este sistema de comunicación e información, en lo que se refiere a la administración y a la política informativa, pues se trata de un sistema público y debe ser manejado por el pueblo organizado.

Por otra parte, los medios alternativos del país, los medios comunitarios, junto con las redes sociales, tienen el deber de trabajar coordinadamente con el SIBCI, para mantener al pueblo bien informado, consciente y organizado, pues la revolución es un proceso en permanente evolución y formación.

¡Esta es la primera prioridad de la revolución!

¡Si no se logra controlar el Poder Mediático, la revolución no tiene vida!

Si no se logra este objetivo, la revolución no dispone de medios para crear y formar la conciencia socialista. La formación del hombre nuevo, del ciudadano nuevo, del ser socialista, es imprescindible en un proceso revolucionario, donde el debate permanente, la crítica y la autocritica deben estar siempre presentes. Podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que la Auditoría Pública y Ciudadana que tanto hemos reclamado, ya se hubiera logrado y la revolución tendría un alto grado de irreversibilidad, si los revolucionarios verdaderamente chavistas hubiéramos tenido el control del Poder Mediático en Venezuela y por tanto, la corrupción que estamos padeciendo no tendría las dimensiones que actualmente tiene, pues es justamente la falta de información la que permite que la gran mayoría de la población permanezca indiferente y pasiva ante este reclamo tan vital para asegurar la buena marcha del país. Existe mucha gente que ni siquiera sabe lo que significa la palabra "auditoría" y por esta razón, no le encuentra sentido a estar solicitándola. El Poder Popular debe organizarse en movimientos sociales para exigir del gobierno y reclamar el derecho soberano que le corresponde de administrar el SIBCI. El control del Poder Mediático es la primera prioridad de la revolución.

¡El Poder Popular debe procurar, primero que todo y como sea, tener el control total de este poderoso sistema de comunicación e información e incluso ampliarlo y perfeccionarlo, para tener cobertura en todos los rincones del país!

El efectivo y pleno ejercicio del Poder Popular Protagónico es insustituible condición de posibilidad para el socialismo bolivariano del siglo XXI. Tenemos que construir la hegemonía comunicacional en la dirección de democratizar e incluir a todas las voces de la sociedad, y no sólo la de los grupos de presión e intereses organizados.

¡De otra manera no será posible hacer una revolución!

¡O el pueblo se organiza y toma el poder, o la revolución se pierde!

¡Y el Primer Poder es la información y la comunicación!

¡Solo el pueblo salva al pueblo!



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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