Panamá: Altos costos de los medicamentos pone en riesgo la vida de sus ciudadanos

18 marzo 2019 - Con el argumento de una política de libre oferta y demanda, los fabricantes, distribuidores locales e internacionales, así como los comercializadores de medicamentos en Panamá, con la complicidad con algunos funcionarios, han creado una maraña que, según los pacientes, evidencia el abuso que mantiene la dependencia de lo que ellos mismos consideran una mafia que pone en riesgo la vida de seres humanos. Así lo reseña el diario panameño La Estrella.

Se preguntan cómo es posible que en países vecinos y hasta de primer mundo un medicamento se pueda comprar hasta 500% por debajo del precio que se consigue en el mercado local. También advierten de que este mismo ‘grupejo’ genera desabastecimientos ficticios e intencionales en la Caja de Seguro Social (CSS) y el Ministerio de Salud, al tiempo que trancan con recursos legales procesos de licitaciones y generan otras complicaciones que al final afectan a las personas con problemas de salud, que se ven obligados a pagar altos costos por un producto del cual dependen.

“Prueba de que los panameños pagamos precios brutalmente elevados por los medicamentos: el Xalatan subió de $55.21 a $65.10 en menos de un mes”, según denuncia Guillermo Adames en su cuenta de Twitter. ‘En España estas mismas gotas solo cuestan $8.29 euros (10 dólares)’.

En otro tuit, el comunicador social asegura que el ‘precio de los medicamentos sigue subiendo excesivamente. La Tritace de 10 mgs. para pacientes de presión alta subió $5.00 sorpresivamente, a sabiendas que el 40% de los latinoamericanos están en riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Esa estadística incluye a los panameños’, concluyó.

Juan Carlos Planells usó también su cuenta de Twitter para denunciar lo que podría ser considerado como un abuso. ‘Crestor de 28 comprimidos en España $12, en Panamá 30 cuestan $66. Alguien debiera explicar por qué la diferencia’, dijo.

COMPRAS DIRECTAS

Roger Barés, del Cómite de Protección al Paciente y a Familiares, advirtió de que ‘hay un grupejo de malos fabricantes y vendedores que controlan los precios de los medicamentos… Algunos sirvengüenzas ponen precios excesivos’.

El defensor de los pacientes señaló que los distribuidores y farmacias provocan intencionalmente desabastecimientos para encarecer el producto para que las instituciones de salud pública tengan que adquirirlo a precios más altos. ‘Se está estrangulando la venta de los medicamentos para obligar a las autoridades a comprar de forma directa, tres, cuatro y hasta siete veces más caros’.

El mismo ministro de la cartera de Salud, Miguel Mayo, se queja de los altos precios de los medicamentos. ‘No hay justificación para que los medicamentos estén tan caros en Panamá. La industria farmacéutica tiene que introducir sus medicinas a precios más bajos y los distribuidores y las farmacias mantener márgenes adecuados y no abusivos’, expresó en su cuenta de Twitter @mayogastro.

El director de la CSS, Julio García Valarini, se pronunció sobre este asunto: ‘estamos secuestrados’. Calculó la inflación de precios de la medicina privada (en general) en 500%. En el caso específico de las medicinas, mencionó un ejemplo: un tratamiento para la falla renal que la CSS compra en $117, medicamento que en la farmacia privada cuesta $350. En contraste, en Colombia cuesta unos $48, pero ‘no puedo comprarlo allá porque la Ley no me lo permite’, lamentó García Valarini. Esto a pesar de que existe un distribuidor de ese medicamento aquí en Panamá.

Ligia Álvarez, presidenta del Colegio Nacional de Farmacéuticos de Panamá, reconoce que es una realidad que el costo de los medicamentos en el país es el más alto en la región. Sin embargo, considera que el Ejecutivo puede establecer precios topes de referencia si detecta sobreprecios, pero no lo hace por las presiones comerciales, ‘porque somos un mercado de libre oferta y demanda’.

La postura de la presidenta del gremio de farmaceutas se sustenta en el artículo 106 de la Ley 1 de Medicamentos.

Carlina Santana, directora de la Escuela de Farmacia de la Universidad de Panamá, aseguró que se ha registrado un aumento importante de los precios de los medicamentos al compararlos con los de hace ocho años. Si se comparan con los de otros países, la diferencia es abismal, dice.

La justificación de siempre: el país es un mercado pequeño comparado con los vecinos. ‘Esa estrategia de mercado hace que los precios se incrementen’, concluyó la docente universitaria.

Álvarez, por su parte, explicó el proceso desde la fabricación hasta la venta al consumidor. El laboratorio fabricante del medicamento lo vende al distribuidor, que puede incrementar el precio hasta un 25%.

En la cadena de comercialización, el último eslabón es la farmacia, que podría subir el precio del medicamento hasta un 30%. ‘Y como no hay control sobre ese porcentaje, podría ser mucho mayor’, agregó la farmacéutica.

Diosa Barahona, jefa del departamento de información de precios y Verificación de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), coincide con Álvarez en que la libre competencia podría ser un elemento clave en el establecimiento de los precios de los medicamentos. ‘Cuando hay mucha demanda y poca oferta, los precios aumentan’, afirmó.

El mercado de suministros y venta de medicamentos depende en un 95% de productos importados. Panamá no es un fabricante de medicamentos: solo un 5% del consumo nacional corresponde a las empresas locales que se dedican a la producción de medicamentos, explicó la presidenta del colegio de farmacéuticos.

En 2018, las importaciones de medicamentos en Panamá promediaron los $450.5 millones, según datos de la Contraloría. Un 60% de los productos que se importan tiene como destino los programas de medicamentos a través de la CSS.


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La fuente original de este documento es:
La Radio del Sur (https://laradiodelsur.com.ve/altos-costos-de-los-medicamentos-pone-en-riesgo-la-vida-de-los-panamenos/)



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