18 de enero de 2019.- La salida de Estados Unidos del Tratado de Armas Nucleares de mediano y corto alcance (INF) será un golpe al desarme y estabilidad estratégica en el orbe, declaró hoy el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov.
Nosotros estamos dispuestos a continuar los contactos con la parte norteamericana, pese al fracaso de las conversaciones en Ginebra, a causa de la política de ultimátum de Washington, para salvar ese crucial documento de estabilidad estratégica, afirmó.
Durante una conferencia de prensa conjunta con su similar alemán, Heiko Maas, Lavrov destacó, por otro lado, que este país fue invitado por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa a asistir como observador a las elecciones ucranianas.
El jefe de la diplomacia rusa calificó de negativa y contraproducente la decisión de Kiev de dejar fuera de los comicios del 31 de marzo venidero a casi tres millones de ucranianos residentes en Rusia, donde no se habilitarán urnas.
De esa forma, se crea una situación artificial previa a las elecciones, en las que el actual gobierno ucraniano irrespeta de esa forma las más elementales normas democráticas, apuntó.
Lavrov también estimó que en medio del incumplimiento sistemático por Kiev de los acuerdos de Minsk para buscar una solución pacífica al conflicto de Donbass, sería una pérdida de tiempo efectuar una reunión del Cuarteto de Normandía.
Alemania, Francia, Rusia y Ucrania crearon el citado cuarteto para evitar la influencia destructiva de Estados Unidos en la solución del diferendo de Donbass. En su momento Washington apoyó abiertamente una solución militar en ese caso.
Ucrania se niega a cumplir con el principio de separación de fuerzas de la línea de confrontación y en esas condiciones no aportaría nada para resolver el conflicto, apuntó.
Quienes en Occidente apadrinan al gobierno ucraniano, instalado en Kiev, tras un golpe de estado en febrero de 2014, deben presionarlo para cumplir con los arreglos de Minsk, apuntó.
Por otro lado, Lavrov también se refirió al tema de la paz en Siria y denunció que el 70 por ciento de la zona distensión creada en la provincia de Idleb está ocupado por formaciones terroristas.
Del trabajo de esa zona de distensión está encargada Turquía que junto con Irán y Rusia forman la troika de garantes de la tregua en todo el territorio sirio, de la que se exceptúan a los terroristas, y de las zonas de distensión en el país levantino.
