Más de cinco mil personas se congregaron en las calles de la capital belga y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad que intervinieron tras los daños que un grupo de manifestantes provocó en los principales edificios públicos de la ciudad, entre ellos los pertenecientes a la Unión Europea (UE).
La policía local empleó gases lacrimógenos y camiones hidrantes para reprimir la protesta, que dejó un saldo de al menos 97 personas detenidas.
La fiscalía de Bruselas informó que dentro del grupo de detenidos, seis personas fueron imputadas, tres de ellas por atacar el edificio de la Comisión Europea y otras dos "por actos de rebelión armada".
En este marco, una contramanifestación de alrededor de un millar de personas se registró en otro sector de la ciudad sin incidentes. Allí las organizaciones convocantes pidieron no estigmatizar a los migrantes y demostraron su apoyo al pacto migratorio.
La adhesión del primer ministro de Bélgica, Charles Michel, al acuerdo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dividido las opiniones políticas en el país europeo, incluso produciendo una fractura en la coalición gobernante.
El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular promovido por la ONU fue suscrito por 164 países el pasado lunes 10 de diciembre en una cumbre celebrada en Marruecos.
El acuerdo contempla compromisos internacionales para la lucha contra los flagelos a los que se exponen los migrantes, como la trata y tráfico de personas, además de mejorar las vías de migración legal. Sus detractores lo consideran sin embargo una forma de alentar nuevos flujos migratorios.
Los 258 millones de migrantes de todo el mundo merecen vivir con seguridad y dignidad.
— Naciones Unidas (@ONU_es) 15 de diciembre de 2018
164 países adoptaron el histórico Pacto Mundial para la Migración esta semana en Marrakech, Marruecos: https://t.co/6w3aKIi0nk pic.twitter.com/7IIB2IoTEl