Petro propone pasar del Pacto histórico al Frente Amplio

En una coyuntura bastante áspera por la falaz maniobra golpista de la ultraderecha para retomar sus planes sediciosos orientados a derribar el gobierno del presidente Gustavo Petro, utilizando la elección de la nueva Fiscal por la Corte Constitucional, que parece haber entrado en el Lawfare (guerra jurídica); y la exacerbada crisis climática asociada con las altas temperaturas y la destrucción de amplias zonas de bosques, el presidente ha lanzado la propuesta política de dar un salto en la organización de los sectores populares para que se dé el tránsito desde el Pacto Histórico al Frente Amplio o gran coalición democrática y progresista que prepare las definiciones que deben ocurrir en el 2026.

El Frente Amplio ya tiene antecedentes en lo que ocurrió entre la primera y segunda vuelta presidencial del 2022 y reflejo un juego estratégico proyectado por Petro para alcanzar la derrota de la derecha y la ultraderecha que se fracturó e ingreso a un escenario de caos y fracaso con la delirante e hilarante candidatura de Rodolfo Hernández.

La propuesta del Frente Amplio está en la idea del Acuerdo Nacional y en la construcción de una amplia plataforma democrática que logre enfrentar con éxito hacia el 2026, la coalición de la derecha y la ultraderecha (liderada por Uribe Vélez), escenario en que el Centro político tiende a evaporarse como opción electoral cierta.

La iniciativa del presidente Petro ha puesto en alerta a la derecha para lo cual la misma está estimulando y promoviendo el "feudalismo gamonalicio" de cierta izquierda apegada a las formas jurídicas asociadas con las personerías otorgadas por el consejo electoral que incluyen pequeños privilegios financieros e institucionales como el otorgamiento de avales. De la propuesta presidencial los grandes medios están resaltando que varios partidos o movimientos del Pacto histórico no renunciaran a sus personerías haciendo así poco plausible la conformación del Frente Amplio como instrumento de encuentro y convergencia y expresión del Acuerdo nacional agitado por Petro en su trascendental gira por la olvidada y excluida consta pacifica colombiana.

Lo cierto es que armar una herramienta política como el FA va a requerir de la mayor audacia y decisión para lograr materializarla; en ese sentido, obviar y descartar la vigencia de las personerías jurídicas es una necesidad inevitable. Avanzar en la transición democrática hacia la paz va a implicar remover esos pequeños feudos politiqueros en que prevalecen pequeños caudillos con sus roscas de aduladores.

El Frente Amplio debe basarse en los avances sociales y democráticos del actual gobierno (18 meses), específicamente en aspectos como el ordenamiento del territorio alrededor del agua; el fortalecimiento tecnológico y financiero de las economías populares; la transición energética y la paz total.

En la perspectiva de la construcción del Frente amplio retomo un debate que sugerí en el mes de noviembre del 2022 y que hoy cobra bastante actualidad. Debate del cual rescate el punto de la construcción de una nueva hegemonía popular como dirección intelectual y moral de la sociedad colombiana frente a la degradación de la hegemonía neoliberal violenta del uribismo.

Sobre el Pacto Histórico.

El Pacto Histórico es el partido de gobierno en el marco de una alianza electoral que se conoce como Frente Amplio y de un esquema de gobierno en el que participan partidos y organizaciones políticas ligadas al bloque tradicional de los partidos políticos que participaron en la construcción del estado nación y del sistema de poder organizado por los clanes oligárquicos ligados al control de la tierra, del estado, el capital bancario, el comercio (local e internacional) y en cierta medida a la industria manufacturera.

Con tales antecedentes el 11 de febrero de 2021 se lanzó públicamente, en una rueda de prensa, la coalición Pacto Histórico. Fue organizada pensando en las elecciones legislativas y presidenciales de 2022. Entre los líderes y lideresas que intervinieron en la coalición se destacan Gustavo Petro, Clara López, Gustavo Bolívar, Alexander López, Aída Avella, Iván Cepeda, María José Pizarro y Francia Márquez. ​

La coalición es una confluencia que se proclama progresista y reúne partidos políticos de izquierdas, organizaciones y movimientos del campo popular (indígenas, afrodescendientes, campesinado, mujeres, feministas, activistas LGTBIQ+, ambientalistas, habitantes urbanos, jóvenes, etc.), algunos sectores cristianos y figuras políticas que participaron en los gobiernos de Uribe Vélez y Santos.

Los movimientos y partidos políticos comprometidos en la fundación del Pacto Histórico fueron: Colombia Humana, Unión Patriótica-Partido Comunista, Polo Democrático Alternativo, Movimiento Alternativo Indígena y Social, Partido del Trabajo de Colombia, Unidad Democrática y Todos Somos Colombia. ​ Después con la intención de ampliar la coalición, se organizaron mesas de diálogos con distintos partidos como Alianza Verde.

Con la decisión del partido Alianza Verde de dejar a sus militantes en total libertad para apoyar a su candidato presidencial de preferencia, varios de sus integrantes dieron su apoyo al Pacto Histórico. ​ Otras organizaciones también se integraron a este, como ADA, AICO, MODEP, Poder Ciudadano Siglo XXI, Congreso de los Pueblos, entre otras. ​ Además, con el aumento de popularidad de la coalición, se integraron y dieron su apoyo varios dirigentes políticos del país.

Consulta interpartidista

En marzo de 2021, la coalición propuso realizar una consulta popular para definir un candidato único a las elecciones presidenciales de mayo del 2022. Se sugirió que la segunda candidatura más votada fuera la fórmula vicepresidencial.

Los candidatos que participaron fueron el senador Gustavo Petro, Francia Márquez, activista medioambiental y de las comunidades afrocolombianas; ​ Arelis Uriana, líder indígena de la comunidad wayuu; el líder protestante Alfredo Saade Vergel y Camilo Romero, exgobernador de Nariño.

La consulta se llevó a cabo el día 13 de marzo de 2022, al igual que las de la coalición Centro Esperanza y Equipo por Colombia, siendo la del Pacto Histórico la más votada de todas. Los resultados dieron como ganador al candidato Gustavo Petro con el 80,50% de los votos y en segundo lugar a Francia Márquez con el 14,05% de los votos.​ El día 23 de marzo de 2022 se anunció la fórmula presidencial.

Una línea de análisis pionera.

Diana Granados Soler, activista-feminista y profesora universitaria, y Luis Alejandro Delgado Restrepo, politólogo de la Universidad Nacional de Colombia, en su importante análisis sobre el Pacto Histórico: notas sobre las apuestas y tensiones en la construcción de un frente amplio en Colombia (Ver file:///C:/Users/Senado/Documents/PactoHistorico1.pdf ), de la Fundación Rosa Luxemburgo, sugieren varios elementos sobre los factores constitutivo de la nueva organización política

Ellos proponen, en un intento por caracterizar la conformación del Pacto Histórico, observar que en este hay tres actores principales. De un lado, sectores que forman parte del movimiento social y popular; de otro, partidos y movimientos político-electorales y, finalmente, personajes cuyo ámbito clave para hacer política son las redes sociales, los llamados influencers (Ver . file:///C:/Users/Senado/Documents/PactoHistorico1.pdf )

"En relación con el primer actor, en el Pacto Histórico confluyen sectores que han sido parte del acumulado de la movilización social en Colombia de los últimos años. Estos son los pueblos indígenas, movimientos negros, afrodescendientes y campesinos que luchan por derechos colectivos; sectores del movimiento de mujeres y feminista, y activistas LGBTIQ+ que se han movilizado por el acceso a sus derechos, contra las violencias de género y por cuestionar las lógicas políticas patriarcales, racistas y clasistas que atraviesan la política; movimientos estudiantiles que se han opuesto a la reforma de la educación como negocio y exigen una educación pública, gratuita y de calidad; trabajadores y trabajadoras de la salud que han impugnado el tratamiento de la salud como una mercancía; ambientalistas que se oponen al extractivismo; sectores de trabajadores y trabajadoras que han logrado resistir históricamente a las políticas de privatización de los derechos; actores movilizados contra los tratados de libre comercio, las reformas neoliberales, el militarismo en Colombia y la exigencia de una solución política al conflicto armado; jóvenes y actores barriales populares que cobraron fuerza y renovación en sus prácticas y repertorios de movilización en los estallidos sociales, en los paros en 2019 y 2021. Algunos de estos sectores del movimiento social y popular también han construido expresiones propias político-electorales, y/o son parte o tienen estrechas alianzas con partidos y movimientos políticos como el PDA, la Unión Patriótica (UP), el Movimiento Alternativo Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), Soy Porque Somos, Colombia Humana, entre otros". (Ver file:///C:/Users/Senado/Documents/PactoHistorico1.pdf )

"Además de estos partidos, conforman el Pacto Histórico expresiones políticas como La Fuerza de la Paz, liderado por el actual senador Roy Barreras y cuya bandera principal es la defensa de la paz; Poder Ciudadano, fundado por la exsenadora Piedad Córdoba (qepd) en 2005 y que nace como una disidencia del Partido Liberal, al igual que Liberales en el Pacto, de reciente conformación, cuyo líder es el actual senador Luis Fernando Velasco y Guillermo García Realpe y Todos somos Colombia, liderado por la senadora Clara López. Recientemente adhirieron al Pacto Histórico personas pertenecientes al Partido Verde, encabezadas por Camilo Romero, exgobernador del departamento de Nariño, y agrupadas en el movimiento Verdes por el Cambio, ante la indefinición del Partido para escoger una candidatura única a la Presidencia.

En el segundo bloque de actores encontramos algunas figuras con acumulados político-electorales que, incluso, han sido parte de las coaliciones de los gobiernos de Uribe y Juan Manuel Santos. Dentro de los exponentes de estas ‘conversiones’ políticas encontramos a Roy Barreras (congresista desde 2006), quien fue cercano a Álvaro Uribe y luego defensor a ultranza de los gobiernos de Juan Manuel Santos, al punto que fue nombrado negociador en el proceso de paz con las FARC. También al actual Embajador Armando Benedetti, quien, como representante a la Cámara por Bogotá (2002), fue uno de los mayores defensores de Uribe, apoyó su reelección presidencial y luego se vinculó al Partido de la U, desde el cual lanzó su candidatura al Senado (2006). Ha defendido proyectos de ley, como la viabilidad de la aplicación de la eutanasia en Colombia, y lideró la caída de un proyecto de ley que pretendía penalizar el consumo de la dosis mínima. Actualmente es investigado por casos de corrupción. (Ver file:///C:/Users/Senado/Documents/PactoHistorico1.pdf ).

Movimientos sociales.

"Como una variante de los movimientos políticos y sociales, aparece en el escenario el autodefinido movimiento socialcristiano Levántate, liderado por el pastor Alfredo Saade, quien inicialmente había manifestado su salida del Pacto Histórico, al parecer por discusiones internas que dilataron su nombramiento en espacios de dirección política. No obstante, a inicios de noviembre (2021), Saade anunció que retornaría al Pacto Histórico y oficializó su inscripción a las precandidaturas presidenciales. Este líder religioso se ha manifestado públicamente en contra de derechos como el aborto. Su aterrizaje en el Pacto Histórico suscitó fuertes cuestionamientos internos en relación con el perfil conservador y anti derechos de este sector político-religioso" (Ver file:///C:/Users/Senado/Documents/PactoHistorico1.pdf ).

El papel de los influencers.

"Finalmente, un importante tercer sector ha aparecido recientemente en la política colombiana y participa del Pacto: los llamados influencers, personas que vienen de la farándula o de la exposición en redes sociales. Estas, con sus interacciones con miles de seguidores en redes, han logrado atraer a jóvenes e internautas, han generado opinión en sectores urbanos de la población, y han asumido un rol de difusión y denuncia de hechos del acontecer nacional, particularmente en contra del gobierno de Iván Duque y del uribismo. Si bien esta variedad de personas y procesos nacionales, regionales y locales de diferentes trayectorias políticas muestra la diversidad que ha confluido en la apuesta política que se está construyendo en Colombia, lo que implica un enorme reto para organizar ideológicamente el Pacto Histórico y definir cómo va a funcionar la mecánica electoral para conformar las candidaturas que se proponen desde cada sector, partido y movimiento político. Aunque se ha discutido lo ideológico y programático en foros y espacios convocados por partidos y organizaciones sociales a nivel local, la mayoría de las disputas y del tiempo se concentraron en las candidaturas y conformación de las listas al Congreso de la República 2022-2026" (Ver file:///C:/Users/Senado/Documents/PactoHistorico1.pdf )

Hago la anterior cita de los analistas referidos dado su valor en esta reflexión sobre esta nueva fuerza política que ha adquirido un nivel preponderante en el nuevo sistema de partidos.

Del mismo alcance son las apreciaciones sobre los aspectos comunes o programáticos que facilitaron la convergencia de estos matices de la izquierda y democráticos. Los grupos y movimientos agrupados en el PH tienen unos puntos en común que es lo que en principio fomenta la convergencia sin que esto implique todavía un diseño institucional para establecer un esquema de organización con unas reglas de juego ciertas y estables.

Las materias y temas comunes, que se ha dicho le dan forma a un "acuerdo sobre la fundamental, que han propiciado la convergencia son estos: i) la Paz total como un modelo alternativo de superación del conflicto social y armado atendiendo a las especificidades regionales e idiosincráticas de los actores involucrados en conflicto, para lo que ya se tiene una Ley marco que consolida una política de estado en materia de paz; ii) la reforma profunda de las fuerzas armadas y de la policía que ya dio un primer paso con la depuración masiva de oficiales involucrados en la violación de los derechos humanos, así como eliminar el ESMAD; iii) las garantías a la protesta social y a los movimientos sociales; iv) la reforma agraria democrática; v) la acción radical contra la corrupción; vi) medidas para enfrentar el cambio climático con el uso de energías alternativas; ix) hacer realidad la progresividad tributaria con una reforma en los tributos que obligue a los multimillonarios a pagar los impuestos que necesita el estado para atender las necesidades sociales prioritarias de los colombianos; y x) reformas profundas del Estado que implique erradicar el neoliberalismo con sus privatizaciones y austeridades que golpean a los más débiles.

Los puntos que tensionan.

Pero además de existir puntos programáticos coincidentes entre las distintas corrientes del PH, también hay puntos que los tensionan como la presencia de sectores cristianos conservadores anti derechos de las mujeres y de la población LGBTIQ+, que ha generado debates y cuestionamientos sobre los criterios para desarrollar estas alianzas, en franca oposición con las agendas de sectores de mujeres, feministas y activistas LGBTIQ+ que vienen participando de la coalición. Transversalmente, el Pacto Histórico mantiene aún sin resolver discusiones sobre los mecanismos de democracia interna que se están implementando y deberían implementarse para suscribir alianzas con otros actores políticos, en aras de que un esfuerzo colectivo tan ambicioso como este no puede verse menoscabado por intereses puramente electorales.

El Colegio electoral.

El Pacto Histórico, mediante un escenario denominado Colegio Electoral, adoptó, como criterio para conformar sus listas al Congreso, el sistema ‘cremallera’ (alternando hombre-mujer o viceversa); sin embargo, ha sido ajeno a reconocer abiertamente las exigencias de las mujeres, feministas y activistas LGBTIQ+ para construir una coalición que reivindique plenamente sus derechos. En este sentido, falta un largo trecho para que esta coalición política considere la participación política de las mujeres y disidentes del sexo y del género, así como de los feminismos como posibilidades para cuestionar el mundo, sus opresiones y tejer apuestas de emancipación contra el racismo, el sexismo, el colonialismo y el capitalismo (Ver file:///C:/Users/Senado/Documents/PactoHistorico1.pdf ).

El debate al interior de la Izquierda.

El deslinde de la izquierda. En la Proclama del Pacto Histórico se afirma que es una propuesta "alternativa, socialdemócrata y liberal". De esta apuesta, confluyen varios sectores políticos que se enuncian como parte de las izquierdas porque encuentran una posibilidad de materializar las agendas que históricamente han defendido a pesar de la estigmatización, la persecución, los señalamientos y el asesinato de sus militantes, realizados por sectores de la extrema derecha uribista y del mismo Estado con las Fuerzas Armadas y de Policía. No obstante, en una estrategia, al parecer de acumulación electoral, algunos sectores del liderazgo del Pacto Histórico lo han presentado como si no fuera una propuesta de izquierdas en sentido estricto. Las derechas y todos los sectores que se oponen a un gobierno del Pacto Histórico lo señalan por ser una coalición de izquierdas, asociada a gobiernos contrarios a los intereses de Estados Unidos (Cuba y Venezuela) y que conspira con movimientos internacionales cuyo objetivo es desestabilizar las democracias.(Ver file:///C:/Users/Senado/Documents/PactoHistorico1.pdf )

El caudillismo es también otro riesgo para el PH.

La elaboración de listas al senado y cámara han reflejado estas tensiones que lograron ser resueltas con la lista única y cerrada la cual permitió la escogencia de la mayor bancada de la izquierda en la historia del país.

Segundo.

La crisis del modelo neoliberal y la caída de los partidos tradicionales.

En la crisis y bancarrota de los partidos políticos tradicionales, el liberal y el conservador, así como en el ascenso de los movimientos políticos de izquierda ha jugado un papel crucial el modelo neoliberal que mercantilizo la política llevando a la degradación clientelar de las maquinarias electorales tradicionales y a su captura por las redes mafiosas de la corrupción.

El neoliberalismo pervirtió todas las formas democráticas generando un mayor bloque entre la sociedad civil y el estado, propiciando, por lo demás, el auge de los movimientos sociales y su protagonismo como un actor central de la vida pública.

Tercero.

Los desarrollos del movimiento social y su relación con la constitución del Pacto Histórico.

Hay una coincidencia generalizada en el sentido del papel que cumplen en la actual coyuntura histórica los movimientos sociales en sus diferentes manifestaciones.

El movimiento social y popular colombiano se convirtió en un elemento central del proceso social y político colombiano desde las manifestaciones universitarias del 2011, las huelgas campesinas del 2013, las acciones masivas de los años 2019, 2020 y, en especial, las de abril del 2021 contra la reforma tributaria y contra el régimen uribista de Iván Duque.

El despliegue del movimiento social y popular propiciaron las condiciones para la conformación del Pacto Histórico en el año 2021.

Cuarto.

La hegemonía política popular y democrática.

El salto del Pacto Histórico para convertirse en la fuerza política central del régimen político colombiano nos conduce al debate sobre la hegemonía política como dirección intelectual y moral de la sociedad; la bancarrota del sistema de dominación de la ultraderecha nos plantea la necesidad de pensar los términos de lo que sería la hegemonía del Pacto histórico.

En ese sentido bien resulta útil a este debate recuperar los ejes de la discusión teórica sobre la Hegemonía.

Para tal efecto recupero el análisis adelantado por Iñigo Errejón (Ver file:///C:/Users/Senado/Downloads/I%C3%B1igoErrejon.pdf ) en su tesis doctoral "La lucha por la hegemonía durante el primer gobierno del MAS en Bolivia (2006-2009): un análisis discursivo (2012). El debate planteado por Errejón es pertinente en el análisis que debemos adelantar sobre la fuente del poder político del Pacto Histórico. Este será un tema que pretendo abordar en otro texto.

Entre tanto cito una definición básica del concepto para sentar las premisas de esta reflexión.

Gramsci concebía la hegemonía como la dirección política y la búsqueda de la organización del consenso en el conjunto de la sociedad. Inspirado en las concepciones de Lenin, Gramsci amplió el concepto para pensar en las formas hegemónicas en los llamados Estados occidentales. Estas formas se dieron por una combinación de coerción y consenso, encontrándose en una relación de equilibrio en momentos de la "normalidad" de las democracias liberales. En otras palabras, para ser dominante, una clase debe ser dirigente de las clases aliadas y la dominante de las clases contrarias.

Quinto.

Pacto Histórico como instrumento político.

El Pacto Histórico como instrumento político de los sectores populares nos permite retomar, en nuestro caso, este debate sobre la forma que debe adquirir este nuevo actor político. Debe descartarse la forma partido por su evidente descredito entre la ciudadanía.

El Pacto como instrumento político popular alude a un planteamiento surgido con el triunfo de los gobiernos de izquierda al iniciarse el siglo XXI.

Fue Martha Harneker, quien adelanto una amplia reflexión sobre dicho tema en varios de sus documentos como "Un instrumento político de acuerdo con cada realidad" (Ver https://www.marxists.org/espanol/harnecker/articulos/sOhQNPoY.htm )

Hay que retomar las tesis de Harneker en el actual proceso para darle forma estable al Pacto Histórico para que no termine en la degradación asociada con el clientelismo, las disputas burocráticas, la desideologización y la corrupción que destruyo la vieja partidocracia del poder oligárquico.

Conclusiones.

El Pacto Histórico es la nueva fuerza política dominante en el sistema de partidos colombianos, sin embargo, su estabilización y consolidación va a requerir de una definición de su hegemonía intelectual y moral como base de su poder político en los próximos años.



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Horacio Duque

Politólogo e historiador.

 horacioduquegiraldo@gmail.com      @horacio_DG

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