Encomiable labor la que realiza Cielo Rusinque al frente del Departamento para la Prosperidad Social DPS, en la reorganización y depuración de esta importante entidad pública, sometida al desgreño y despojo por las delincuenciales facciones uribistas que se lanzaron a destruir este ente gubernamental, como sucedió con la ex directora Susana Correa y el ex director Pierre García, fichas estas que sin ninguna consideración instalaron peligrosas redes de Operadores en programas como Familias en su Tierra e Iraca, objeto del mas descarado saqueo en distintos departamentos y en cada uno de sus componentes, tal como lo hemos constatado como Veeduría ciudadana de manera directa y con el testimonio de las víctimas: miles de mujeres, ancianos, campesinos, indígenas y afros. Hoy, podemos afirmar con mucha claridad que miles de millones de pesos de estos programas fueron a parar a los bolsillos de estos Operadores criminales que han tenido la complicidad de las burocracias recónditas del DPS, de sus supervisores, de la Oficina de control interno y de los órganos de vigilancia como la Contraloría General de la Republica, que han omitido deliberadamente las denuncias hechas de manera oportuna. Esperemos que la Fiscalía anticorrupción entregue rápidamente algunos resultados en las investigaciones que adelanta a partir de las denuncias que hemos hecho; aunque tenemos nuestras dudas dado el sesgo uribista de esta entidad volcada hoy a desestabilizar el gobierno del presidente Gustavo Petro, mediante artimañas propias de la guerra jurídica que acompaña el golpe blando maquinado por los poderes plutocráticos de la ultraderecha.

La Renta ciudadana.

Encomiable, además, porque la gestión de Cielo ha logrado concretar rápidamente uno de los principales compromisos del gobierno progresista de crear la Renta ciudadana, que se organizó en una transición hecha ya una realidad para mas de 3 millones 300 mil hogares, especialmente madres cabezas de hogar con niños menores de 6 años y por un monto cercano a los 500 mil pesos mensuales en su máxima asignación.

Van dos meses, mayo y junio, en esta ruta de gestión social que ha implicado utilizar nuevos mecanismos financieros parala transferencia de la Renta ciudadana y la resignificación de los mecanismos de participación ciudadana, con el fin de involucrar de manera mas efectiva y consciente a la población concernida en este audaz programa de lucha contra la exclusión social y la pobreza.

Respecto de la utilización del Banco agrario para la entrega de la RC, que es el eje de la banca estatal enfocada en el campo, con cobertura en mas de 1120 municipios del país, la banca privada y las redes financieras neoliberales han orquestado una campaña de descalificaciones y señalamientos infundados por la perdida de un negocio muy pulpo que les dejaba multimillonarias utilidades en perjuicio de los más débiles del país.

Lo cierto es que la decisión de seleccionar directamente al Banco Agrario como el operador exclusivo de los pagos y desembolsos del programa Transito a Renta ciudadana es la consecuencia de un profundo análisis y que su amplia cobertura por todo el país le permite llegar a todos los rincones del territorio nacional.

En la selección del BA se evaluaron sus ventajas frente al uso de Instrumentos de Agregación de Demanda (IAD) de servicios financieros que ya el DPS estaba utilizando. Este proceso es concordante con los artículos 209 y 355 de la Constitución política, así como con las leyes concordantes. Además, en el estudio de costos se consideraron las tarifas históricas a nivel nacional.

En la elección del Banco Agrario influyeron aspectos claves como su amplia cobertura en 1109 municipios y áreas no municipalizadas de Colombia, incluyendo varios cabildos indígenas. Además de que tiene 795 oficinas estratégicamente ubicadas en todo el territorio nacional y que este es el único ente financiero presente con oficinas propias en 472 municipios.

El Banco Agrario hizo, además, la oferta más barata en comparación con los valores de otros bancos en la plataforma de Colombia Compra Eficiente

Lo cierto es que el Banco ha prestado el servicio en términos normales y con algunas congestiones que son el resultado de los primeros pasos de este esquema.

Desde luego, hay que ajustar cosas y mejorar áreas vitales como la participación ciudadana en todo el proceso, incluyendo la presencia activa de las veedurías ciudadanas y las auditorias sociales para que ayuden a develar situaciones de corrupción y cobros indebidos de la Renta ciudadana por parte de infiltrados que normalmente están ligados al ejército, la policía, la fiscalía y los juzgados.

La participación ciudadana.

El programa de participación ciudadana del DPS tiene importantes avances, pero aun presenta serias deficiencias dado su formalismo anquilosado que no permite la constitución de un sujeto ciudadano activo que se apropie en términos progresivos de la RC y no la asuma como un recurso asistencialista que no transforma realidades sociales de inequidad y exclusión.

Avanzar en la RC implica además resignificar su contenido para sustraerlo de los esquemas neoliberales heredados con una burocracia uribista enquistada que puede desviar esta importante iniciativa del presidente Gustavo Petro puesta bajo el liderazgo de Cielo Rusinque y su equipo de expertos integrado por Carlos Chinchilla y Javier Mora.

Una nueva narrativa de la RC debe centrarse en la constitución de nuevas ciudadanías y en la participación de sujetos comprometidos con la transformación social de Colombia tal como esta planteado en el Plan de Desarrollo "Colombia Potencial Mundial de la vida".

Muy distinto a la narrativa neoliberal individualista y asistencialista que aun se percibe en la lectura de técnicos sobrevenidos al escenario de las nuevas hegemonías progresistas en desarrollo.

Escuchamos de la señora Johana Cubillos -de larga presencia en el DPS-, la presentación del nuevo modelo, en principio tenemos coincidencias en la priorización de las mujeres cabeza de hogar con hijos menores de 6 años, localizadas en territorios periféricos; aunque es evidente que este esquema esta influido por los contenidos neoliberales del programa Familias en acción y el denominado Ingreso solidario post pandemia, que fue una conquista de los "pañuelos rojos" agitados por millones de colombianos a lo largo del 2020.