Siria entre el martillo otomano y el yunque israelí

Siria, incómoda y vulnerable se encuentra atrapada entre el martillo otomano hacia el norte y el yunque israelí al sur. Ambas potencias son hostiles, expansionistas y ocupan territorio sirio.

Cuando uno piensa en una "zona de seguridad" a lo largo de la frontera sirio-turca en el lado sirio, uno recuerda la frontera de Estados Unidos y México. Ambas fronteras enfrentan una situación similar. Un estado enfrenta amenazas a su seguridad que emanan del estado vecino.

La frontera de Estados Unidos y México ha sido una antigua fuente de preocupaciones por su seguridad en Washington debido al flujo de ilegales emigrantes latinoamericanos a los que se denomina peyorativamente "espaldas mojadas" ya que se mojan cuando atraviesan el Río Grande hacia territorio norteamericano. Con el propósito de concretar la seguridad fronteriza Trump no consideró el establecimiento de una "zona de seguridad" en el lado mexicano de la frontera, ya que tal zona tendría que ser ocupada y controlada por militares norteamericanos en violación al Derecho Internacional y a la soberanía y la integridad territorial de México. Sin embargo, Trump ha decidido construir un muro en el lado norteamericano de la frontera para reducir la amenaza a la seguridad.

Del mismo modo, Erdogan visualiza la concentración de los curdos armados anti turcos a quienes él considera terroristas en el lado sirio de la frontera sirio-turca como una amenaza para la seguridad nacional de Turquía. Así mismo, él piensa que un muro no es suficiente para enfrentar la amenaza curda. Irónicamente optó, con el beneplácito y la asociación de Trump, de establecer una "zona de seguridad" de cuatrocientos kilómetros de largo –y hasta el momento de una profundidad aún no declarada—en el lado sirio de la frontera al este del Éufrates hacia la frontera iraquí, en violación del Derecho Internacional, de la soberanía siria y de su integridad territorial. La insistencia de Erdogan en enviar sus tropas a esa zona de Siria constituye una ocupación militar. Un proceso similar al oeste del Éufrates cubriendo el segmento remanente de la frontera sirio-turca, según Erdogan, que eventualmente completará una "Franja Otomana" de 800 kilómetros de largo.

Erdogan está decidido e impaciente de tener la zona establecida y tener las tropas turcas en el terreno. Recientemente durante un discurso pronunciado en Estambul señaló lo siguiente: "no tenemos mucho tiempo ni paciencia respecto de la zona de seguridad que será establecida a lo largo de toda nuestra frontera al este del Éufrates dentro de unas pocas semanas. Si nuestros soldados no comienzan a ejercer control en el área no habrá otra opción excepto la de implementar nuestros planes". La elección de Erdogan de una zona en vez de un muro plantea una grave situación acerca de sus verdaderas y últimas intenciones y planes. Si no es el muro no es la seguridad; si se trata de la zona, se trata de una ocupación parecida al precedente de Chipre del Norte.

Respecto del establecimiento de una zona de seguridad, Erdogan tiene dos objetivos de declarado corto alcance y un tercero no declarado de largo alcance. El primer objetivo es la seguridad; el retiro de la zona de los grupos armados curdos, proceso que pareciera haber comenzado. El segundo objetivo sería el reasentamiento de los refugiados sirios en la zona. El tercer e insidioso objetivo es potencialmente el reclamo de territorio sirio que fue ocupado por los otomanos durante cuatrocientos años hasta el fin de la I Guerra Mundial. Debemos tener en cuenta que los ochocientos kilómetros de frontera sirio-turca fueron establecidos por el Acuerdo Sykes-Picot firmado después de la I Guerra Mundial y la desaparición del Imperio Otomano; no se trata de una frontera histórica o natural. Una parte considerable de la frontera la constituye el Ferrocarril Expreso de Oriente construido por alemanes cristianos para servir de frontera entre dos estados musulmanes antagonistas y a disgusto de ambos.

Erdogan está utilizando una estrategia doble en sus tratativas con las grandes potencias con el objeto de implementar sus tres objetivos. Con Europa, se trata de chantaje. O consigue el apoyo europeo o facilitará el embarque de cientos de miles de refugiados hacia Europa. Con Washington y Moscú sería "como la otra mujer". Yo recuerdo las negociaciones de paz israelí-palestinas e israelí-sirias a comienzos de la década de los noventa. Cada vez que los israelitas no conseguían lo suyo por una vía, insinuaban que se irían por la otra; es lo mismo con Erdogan frente a Washington y Moscú.

En cuanto a la parte sur de Siria y aunque Netanyahu y Erdogan aparecen abiertamente antagonistas, en realidad ellos comparten un objetivo común que es el de estrechar y ocupar territorio sirio. En pos de sus objetivos, ambos confían en dudosos reclamos históricos y en el diferencial de poder entre Siria por un lado y Turquía e Israel por el otro. La anexión de Netanyahu del Golán ocupado sobre la base de cuestionables reclamos históricos y la bendición de Trump no es objetada por Erdogan a pesar de sus pretensiosas protestas públicas. Los otomanos ocuparon Siria durante cuatrocientos años y Netanyahu alega que el Golán históricamente pertenece a Israel.

Tanto Turquía como Israel han "recuperado" parte de lo que ellos creen que era suyo; Turquía "recupero" lo que era el distrito sirio de Alexandretta el año 1939 e Israel "recupero" los dos tercios del Golán Sirio en la guerra del año 1967 y uno podría suponer que ambos quieren "recuperar" más.

Existe un antiguo proverbio árabe: La nariz del camello está en la tienda. Los tanques y los soldados turcos están en el norte de Siria. Israel, sus militares y sus asentamientos están en el Golán. La ironía última es que Siria la eterna, cuna de la civilización y lugar de origen de tres religiones monoteístas se ha convertido en presa de los imperios otomano e israelí. ¡Qué farsa, una traición! No obstante, tomemos nota: Siria no se atropella, Siria no está sola.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

www.strategic-culture.org

Traducción desde el inglés por

Strategic Culture Foundation Sergio R. Anacona

 



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