Los Estados Unidos de America : ¿Crisis o declive?

¿Es correcto hablar de "imperio" en el siglo XXI? ¿Cómo estaríamos utilizando a la palabra "imperio", como un concepto teórico-político o como el vocablo político-ideológico? ¿Es el "imperio", en este caso, un concepto histórico el cual podría ser atemporal en las actuales realidades que lo estaríamos utilizando como una justificada "coletilla" a modo de alienación político-ideológica, general y personal, con la finalidad de poder así tratar de radicalizar en las intimidades de la "lucha de clases internacional" o más bien para poder así justificar, sin mencionarlas, aquellas políticas imperiales que por justificadas en imposiciones sistémicas como sería y es en el marco de las juridicidades internacionales con las finalidades de poder adscribir adeptos, partidarios, que puedan sostener a esas estructuras internacionales imperiales que buscan de esa manera justificar las contradicciones socio-políticas y financiero-económicas impuestas desde el país-centro considerado "imperio" aún e incluso violando lo natural íntimo del "ser social" como "ser creado"?

Para poder desglosar en aportaciones suficientemente comprensibles a las inquietudes arriba propuesta como preguntas consideramos que es de importancia fundamental referirnos a la Historia en cuanto hemos calificado y clasificado como "imperio" a sociedades estructuradas y, en las temporalidades históricas, en estado-naciones en sus relaciones dialécticas con los procesos evolutivo-perfectibles de las sociedades en la transversalidad del proceso de la Historia de la Humanidad como proceso natural e irreversible.

Es de obligación tener en consideración las profundas diferencias que se presentan tanto en el propio proceso judeo-cristiano fundamentalmente en el escenario occidental con aquellas realidades asimétrico-comparativas como las referidas cuando señalamos a los procesos político-históricos que se expresaron en China, Japón como en otros países del continente asiático marcando las importantes diferencias del proceso interno que se expresó en sus particularidades en la India en el marco de su atípico proceso político-social-histórico.

Nos vemos en la necesidad de precisar que no estamos incluyendo aquellos procesos políticos que se desarrollaron, fundamentalmente, en regiones del continente denominado como América, por ahora, como tampoco incluimos los procesos que se hayan conocidos en el continente de África por el espacio riguroso de este texto que nos llevaría a dejar la propuesta en título en el tintero.

En ese orden de ideas, cierto y es de obligación señalar a Roma como imperio como es de obligación precisar las características del Sacro Imperio Romano-Germánico, consecuencia histórica del anterior en mención gracias al desarrollo del cristianismo y así y sucesivamente, "aparentemente", con respecto a las diferentes "testas coronadas" europeo-continentales que aspiraban en convertirse en "imperios" aún en las profundas asimetrías y contradicciones con el referente histórico cual es Roma.

Es de destacar que en aquel imperio donde nunca se ponía el sol se le podría considerar, en el marco evolutivo-perfectible, por histórico, como el último imperio de ese proceso social-económico-histórico sobre el cual nos atreveríamos a precisar enmarcado en la periodicidad entre Roma y la Baja Edad Media cuando la civilizidad judeo-cristiana comienza a entrar en el Renacimiento camino hacia la Modernidad gracias a las contradicciones de las relaciones sociales y los modos del desarrollo de las economías continental-europeas.

En ese marco histórico es de necesaria obligación mencionar lo que podríamos calificar como "comercio internacional" cual se iría desarrollando desde los tiempos de Grecia y Roma adquiriendo sedas y especias provenientes desde el continente asiático pasado por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en aquella dinámica propia de la evolución histórica de las contradicciones sistémicas y los desarrollos de la Ciencia y la Técnica en tecnologías. Aquel proceso, concretamente, en Inglaterra permitió un "salto adelante" en las contradicciones de un sistema que venía in crescendo como eran las bases fundamentales del naciente capitalismo. Aquel proceso y su expansión hacia tierras asiáticas le permitirían a la Corona británica posesionarse, sólidamente, en tierras de la India y expandir sus reales objetivos imperiales hacia China.

Aquel proceso histórico económico-militar le permitiría a Inglaterra transformarse en lo denominado como "el imperio británico" aunque comparativamente, sí se nos permite, profundamente diferente y asimétrico tanto con los imperios de Roma como el de España.

Lógico, los impactos tecnológicos, la producción fabril, el mercado interno y externo, las relaciones sociales intra-británicas y el Poder frente a otras naciones del continente europeo, serían las variables que le permitirían a la gobernanza británica expandirse e imponerse frente a sus pares europeos. Pero la diferencia radicaría en el marco jurídico que se iría desarrollando a consecuencia de las lógicas expansivas del comercio británico en las meridionales tierras chinas. Aquel marco jurídico se iría convirtiendo en el "mutuo acuerdo" del necesario respeto entre naciones en expansión territorial y comercial a nivel global pero, particularmente, por su importancia mercantil, en el territorio chino. Sería la Compañía Británica de las Indias Orientales cual marcaría el rumbo del capitalismo expansivo.

Durante aquel siglo XIX entran en aquel escenario asiático dos naciones: el Imperio Nipón y la naciente nación de la "13 Provincias" en el septentrión del continente americano. En el caso americano sería con la "Doctrina Monroe" (1823) con su corolario de "América para los americanos" mientras que el Imperio japonés en el marco del proceso de cambios profundos estructurales producto de la Política de Estado de la "Restauración Meiji" junto con la militarización del Poder imperial, el tratar de evitar ser tratado como "país invadido/semi-colonia" de la forma como los "poderes imperiales europeos" habían tratado al Imperio sino-manchú convirtiendo a China en una semi-colonia, la gobernanza japonesa le impone a sus sociedades y allende sus fronteras, en los años 30, el concepto "Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia Oriental" cual en términos comprensibles se transformaría en la famosa frase de "Asia para los asiáticos".

En ese orden de ideas, mientras el Imperio Nipón "copió" el modelo europeo de invasión, expansión, ocupación, represión e imposición de las correspondientes variables que fueran favorables a esa expansión japonesa (Manchuria, Shanghai), los Estados Unidos de América irían analizando los escenarios allende sus fronteras de las causas y consecuencias producidas por la expansión imperiales europea y japonesa en el concierto mundial, particularmente, en el continente asiático.

Es decir, académicamente, al analizar comparativamente y en profundidad ambos desarrollos expansivos, europeo-japonés versus estadounidense, quizás exceptuando dos hechos históricos producidos en el continente asiático como fueron el bombardeo de las costas japonesas por el Comodoro Perkins y la participación de tropas norteamericanas en los sucesos de los "55 días de Peking" durante la "Rebelión de los Boxers", percibimos que la toma de decisiones políticas desde Washington buscarían no confrontar a "los nacionales invadidos" frontalmente sino el lograr alcanzar su control a través de una novedosa "sicología de masas" como, por ejemplo, fuera el Hospital de Pekíng donado construido con capitales norteamericanos y británicos.

En anteriores hemos descrito sobre la importancia del proceso propuesto por Washington en Política Internacional con la "Open Door Policy" ("Política de Puertas Abiertas") junto con su desarrollo histórico que concluiría como primera etapa hacia la transformación de los EEUU de América como, primero, "potencia mundial" para, en el marco del proceso histórico, en los tiempos del Gobierno de Ronald Reagan y la "Caída del Muro de Berlín" y sus consecuencias en la URSS, perestroika y glasnost, convertirse en "la potencia mundial unipolar", es decir, un concepto de "imperio" profundamente diferente a aquellos arriba en mención. Es evidente y de demostración que entre medio se expresan una correlación de hechos históricos conocidos aunque no mencionados en este análisis.

Nos vamos a permitir repetir temas tratados como son "reforma y apertura" de China, las consecuencias de las políticas soviético-rusas de la perestroika y la glasnost, ambas en sus temporalidades perfectibles con sus impactos y consecuencias en la globalidad internacional, la "Crisis de Wall Street" y las contradicciones sistémico-capitalistas y sus efectos perniciosos sobre el Capitalismo global, las fuertes contradicciones de los EEUU de América con Rusia y China por consecuencia de las crisis sistémico-capitalistas producidas por sus propias contradicciones perfectibles como sistema socio-económico que afectan a los mercados de las materias primas. Estos escenarios nos han obligado a reflexionar sobre la permanencia del sistema capitalista en las actúales realidades mundiales.

En ese marco referente, aquella novedosa "potencia mundial unipolar" ha tenido que asumir las objetivas realidades significadas en las variables militar, financiero-económicas, rescate del concepto "semi-colonia", y "alianzas necesarias" en lo que Washington ha definido como "socios y aliados".

La actual realidad mundial nos está mostrando la "cara oculta" del "imperio-unipolar" en su aspirante necesidad de mantenerse como rector de los destinos mundiales o, para expresarlo de otra manera, en convertirse y consolidarse como el "Gobierno mundial".

Pero venimos observando las contradicciones. El Consejo de Seguridad, el aparente fracaso político en su agresión y agresiva política hacia Venezuela, Irán, Cuba, Nicaragua, Rusia y, en menos tenor, por ahora, hacia China. Es decir, no solo está en profunda crisis el sistema capitalista mundial cuando está en crisis el sistema capitalista norteamericano, sino aún más grave está en una muy profunda y objetiva crisis de la praxis del concepto "imperio norteamericano" o, sí ustedes así lo desean, "potencia mundial unipolar".

El título propuesto, como conclusión, nos lleva a tener que conjugar ambos conceptos: "crisis con declive" cuando el estudio de los procesos históricos precedentes nos muestran las realidades objetivas de las temporalidades de imperios en decadencia. Caben las preguntas: ¿en el marco del declive del Imperio Romano, los emperadores se vieron en la perentoria necesidad de tratar de salvar al imperio a través de la guerra? ¿Cómo se manifestó conductualmente el Imperio español? y ¿el Imperio británico como ha dialogado con su crisis imperial la cual aún está en su proceso de permanente decadencia a pesar de sus alianzas con su ex-colonia?

Caso contrario, en nuestros pareceres, la Rusia imperial fue superada por la Revolución Bolchevique y ésta fue superada por la perestroika y la glasnost y éstas, a su vez, están siendo superadas por las políticas que se vienen desarrollando bajo la dirección del Presidente Vladimir Putin; mientras que el caso de China, siendo más complejo, pasó de semi-colonia al triunfo de la Revolución China para entrar en sus crisis estructurales y así caminar hacia la "reforma y apertura" que la ha ido llevando a convertirse, en las actuales realidades del sistema capitalista mundial, en el primer país en sus desarrollos socio-económicos y manufacturas exportables. ¿Será que el socialismo es malo?

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.

 

 

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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