Clamor de los niños del mundo

Para este 15 de marzo hubo una convocatoria a escala mundial hecha por los niños que, en Europa, cada viernes, vienen realizando manifestaciones para reclamarle a los gobiernos, mayor atención en la lucha contra el calentamiento global, ante el apremio en que se encuentra el planeta por el cambio climático y sus catastróficas consecuencias para la continuidad de la vida de plantas, insectos, fauna marina, terrestre y la humanidad usufructuaria de esos recursos.

La movilización en ciudades y poblaciones de muchos países fue multitudinaria. Millones de niños marcharon por calles y avenidas voceando su consigna de reclamo a los gobiernos para que asuman la responsabilidad de tomar medidas que eliminen el uso de combustibles fósiles (petróleo y carbón), principales causantes del calentamiento global.

En países de Europa (Francia, Alemania, Holanda, Suecia y otros), los niños anunciaron que continuarán realizando su reclamo, los viernes de cada semana, como lo han venido haciendo. Ante la preocupación de maestros y padres por la pérdida de clase, los niños han dicho – "¡Qué importa perder un día de clase si luchamos por nuestro futuro!".

A la indiferencia de los mayores para asumir la lucha contra el calentamiento global, los niños tomaron la iniciativa de llevar su clamor directo a las calles y con su decidida actitud, remolcaron a sus padres, a maestros y profesores, que se contentaban con el sólo discurso en el aula, referido al cambio climático; pero, sin asumir la responsabilidad de librar la lucha frontal contra la amenaza creciente referida a la desaparición de la vida en el planeta, en sus muy variadas formas, desde los virus y bacterias microscópicas, a los grandes vertebrados, ballenas jorobadas y elefantes.

El calentamiento global dejó de ser un discurso de científicos para predecir lo que puede ocurrir por el cambio climático. Su amenaza tiene carácter perentorio y el APREMIO aumenta ante el reciente Informe de la ONU que fija un plazo máximo de diez años para revertir el proceso si se toman medidas drásticas de eliminación de los factores que lo crean.

Los gobiernos no pueden continuar indiferentes. No pueden continuar calculando consecuencias económicas y sociales. Ya ese tiempo pasó. El APREMIO es mayúsculo.

Las medidas para reducir el calentamiento global deben figurar como primer punto de la agenda. El tiempo de lo que pudiera ocurrir se venció, se terminó. ¡Ahora o nunca!

En el caso concreto de Venezuela, como país petrolero ¿Cuál es la agenda del gobierno actual o del que lo suceda, con respecto al calentamiento global? Se dice que nuestro país tiene en la Faja del Orinoco la mayor reserva mundial de hidrocarburos. A conocedores del tema petrolero, le oímos decir que ahí lo que hay es bitumen (casi asfalto), con muy elevado porcentaje de azufre. Mejor dicho, una gran mina de azufre cuya explotación, para extraer el hidrocarburo, tiene costos muy elevados y necesita técnicas diferentes a la que se aplican para la extracción y manejo de crudos livianos. En el supuesto de ser cierta la afirmación – no interesada - de tener Venezuela la mayor reserva mundial de hidrocarburos y, ante el APREMIO del cambio climático ¿Qué proyectan nuestros sabios gobernantes, economistas y expertos petroleros? ¿Contribuir al calentamiento global con la explotación de los yacimientos o de una vez y para siempre, buscar otra vía al fracasado desarrollo económico nacional, al dejar en el subsuelo, "el estiércol del diablo", como lo denominara Juan Pablo Pérez Alfonso? Decía - "el petróleo no se puede sembrar, lo que se riega con petróleo se seca".

Desde hace un par de meses en nuestras notas de prensa referidas a la política nacional actual, al final de cada artículo hemos dejado una nota que señala el compromiso de los venezolanos con la Humanidad, como "dueños" de esa reserva petrolera. La consigna la hemos sintetizado en dos palabras: Planeta o petróleo.

¿Qué actitud vamos a asumir los venezolanos? ¿Nos unimos a la clamoreada de los niños a escala mundial o contribuimos con la extracción de petróleo del subsuelo a destruir aún más el futuro de los niños que recibirán el planeta como única heredad? La decisión no es para pensarla, sino, para asumirla con la firmeza que el APREMIO impone.

A nuestra generación le correspondió vivir la época de mayor bienestar en la historia de la humanidad, gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología. El desarrollo tecnológico actual, por el gran bienestar que reporta a minorías privilegiadas y en parte, a las mayorías marginadas, pudo haber ocurrido hace 500 años con Leonardo da Vinci, Copérnico, Galileo, Giordano Bruno, si el cristianismo no hubiera ahogado el desarrollo de la filosofía, ciencia y tecnología, en el oscurantismo de la Edad Media. Si la actual transformación científica y tecnológica hubiera ocurrido hace 500 años ¿En qué nivel superior de desarrollo se encontraría la sociedad? Gran crimen de lesa humanidad del cristianismo que se suma a la historia de guerras religiosas - que no cesan - y hoy vemos como de nuevo renace el fanatismo de hace mil años, con Las Cruzadas al Medio Oriente, para destruir ciudades, realizar genocidios (Irak, Afganistán, Libia, Siria, Yemen) que, alimentados por el fanatismo religioso, sirven para fines económicos de saqueo de las riquezas de esos territorios.

El clamoreo de los niños es contra toda esa política destructiva de los recursos del planeta, guerras, genocidios, masacres, hambrunas, migraciones creadas por la avaricia de Europa y de la civilización occidental y cristiana de dominar el planeta para ejecutar sus rapiñas en América por la conquista y genocidio de 70 millones de aborígenes americanos, igual en África con 500 años de colonialismo (trata de esclavos). Sale un Imperio (Egipto, Roma, España, Portugal, Gran Bretaña, Estados Unidos) y lo sustituye un nuevo Imperio (China, Japón y países de Asia) que, con su desarrollo económico, científico, tecnológico y militar, comienzan a suplantar los viejos imperios para realizar los mismos propósitos de rapiñas y saqueos. ¿El clamoreo de los niños, por fin, pondrá fin a la debacle? ¿El egoísmo de los mayores se derrumbará ante el llamado suplicante de los niños que luchan por su futuro? Planeta o petróleo. Dilema que debe ocupar la atención de los venezolanos.



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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

 leonmoraria@gmail.com

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