Pasó desapercibida

La triste muerte de Don Pepe Mujica

La recientes declaraciones de Pepe Mujica en CNN en español, sobre la situación en Venezuela y lo que a su juicio debería hacerse en nuestro país, no son confusas ni son claras; ni siquiera son todo lo contrario, sino que son una Cantinflada en grado de senilidad abyecta (Y que me perdone el genio mexicano por utilizar un adjetivo que irónicamente lleva su nombre pero que realmente no lo representa).

Esta actitud, que en Pepe obedece a varias razones, nos deja con la sensación de que perdimos el tiempo con el Pepe uruguayo que tanta ganancia política obtuvo a causa de la revolución Bolivariana que él hoy llama "régimen".

La razones, como dijimos, son varias; número uno, y tal vez si frenamos aquí ya lo dijimos todo; es que el Pepe Mujica, que ciertamente no se dejó quitar la paz de la conciencia con dinero mal habido, fue, sin embargo, obnubilado con las mieles de la fama que le acarreo ser el presidente abuelo del continente, con quien nadie se metía, a quien nadie bloqueó , ni vetó , ni vilipendió mediáticamente sino, que por lo contrario, fue exaltado al grado de icono al estilo Madre Teresa.

Su verbo efectista y habilidoso tenía admiradores tanto en el cielo como en el infierno. El Presidente negro del gigante del norte, por ejemplo, lo invitó a la Casa Blanca y lo amapuchó tanto que el Pepe olvidó todos los resentimientos que los archivos de la CIA le causaron, entre muchos males, 14 años de cárcel ordenada por Washington en los tiempos en que las dictaduras del cono sur eran verdaderamente "regímenes" para quienes el diálogo y los derechos humanos valían tanto como una fosa común de muertos anónimos. ( ¿lo olvidaría Pepe en su senilidad dorada?)

Obama y Pepe se extendieron en temas tan profundos como la mejor receta para hacer salsa de tomates; la discapacidad de Manuela, la perra que Pepe tiene en su chacra; pero lo más significativo para el Negro Barak Houssein fue cómo el Presidente abuelo se las ingenió para convertir al Uruguay en el único país del planeta donde los mariguaneros son felices por la legalización del canabis recreativo; uno de los logros de Pepe.

Número dos; su criterio de humildad se casó con los discursos de crecimiento humano al mejor estilo del novelero "industrial" Paolo Coelo; y a Obama le encantó eso; no tanto como cuando Chávez cometió la blasfemia política de obsequiarle "Las Venas Abiertas de Latinoamérica" de Eduardo Galeano, uruguayo también, pero de quien Pepe no mencionó ni una sola de sus sarcásticas citas. Eso me causó gran inquietud, pues Galeano recoge de manera magistral, la respuesta analítica de todo lo que el gigante del norte ha causado en Latinoamérica; el continente donde Pepe peleó, militó en la guerrilla de izquierda, secuestró en nombre de un ideal, y fue hecho preso político. Muy lejos de las prebendas morales de las que hoy disfruta por tener la cabeza llena de canas y la comodidad que le granjeó el no haber pisado un sólo cayo imperial en su paso por el poder.

Ya no seguiré contabilizando las razones de la comodidad de Pepe, quien, repito, no cometió hechos dolosos con los dineros de su país, aparentemente ( y no hay indicios para ponerlo en duda). Sin embargo, queda una sensación de decepción mezclada con arrechera que un icono político que se lucró de la izquierda para llegar al poder; hoy sean un cómodo gurú del consejo acomodaticio de la política y la diplomacia free lance, para quien la izquierda en verdad no vale un carajo, pues prefirió tomarse la yerba mate en nombre de una paz inorgánica que le garantice; y aquí viene la última razón que considero de peso ( creo que es la tercera) para entender el cambio pequeño burgués que ha experimentado un hombre que fue militante de una izquierda sufrida, pero que hoy la guardó en el archivo donde guarda sus calzoncillos de abuelo. O tal vez la tiró a la papelera del olvido para no perder su bien granjeada figura de abuelo Presidente en grado de Santa Claus Tropical.

Para mi, en mi humilde concepción sobre la izquierda contextual y pragmática, la útil y necesaria para enfrentar los retos que Latinoamérica tiene por delante en esta coyuntura donde la derecha ha conquistado nuestros espacios; no necesitamos la leniencia revisionista de este dinosaurio que ya es un cadaver insepulto, pues ya Pepe murió súbitamente. Lo mataron las sublimes consejas de la ultra derecha continental. Lo que no lograron las balas del plan cóndor.



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