El Che Guevara trascendencia revolucionaria en el tiempo

Mi encuentro y conversación con el Comandante Ernesto Che Guevara

Se cumple este 8 de octubre de 2018, 51 años del asesinato del legendario Comandante Ernesto Che Guevara en Camiri, Bolivia, a manos de la Agencia Central de Inteligencia CIA yanqui y de los militares felones que mal gobernaban el país del altiplano andino. Es un día para recordarlo en su gesta, en su heroísmo, en sus enseñanzas y en su inmortalidad.

Estaba yo acompañado por un gran venezolano, el Dr. Becerra, en el Hotel Habana Riviera, en el comedor, estaban presentes muchos revolucionarios de América, recuerdo al gran escritor y comunista costarricense Carlos Luis Falla, autor del memorable libro Mamita Yunai, donde puso al desnudo las perversiones y crueldades de esa empresa norteamericana en su Costa Rica natal. Eran los primeros días del mes de octubre de 1962, semanas después estallaría la crisis de los misiles atómicos donde Cuba, sobre todo el Comandante Fidel Castro, descollaron como políticos de primera línea en el escenario mundial. En la pugna Este-Oeste, entre la URSS y los Estados Unidos, Cuba, en posesión de un indeterminado número de misiles con ojivas nucleares, estaba en pleno ojo de la tormenta.

Aquella noche habanera conversábamos muchos revolucionarios del mundo sobre Cuba, la reciente visita de Amed Ben Bella, presidente de la recién liberada Argelia, quien estaba de visita en La Habana. En un momento de la noche, serían como las diez, percibimos como un corre de soldados que entraban y salían del lugar y momentos después entraba el Che Guevara. Todos los presentes, sin excepción, quedamos impactados y emocionados por tan inesperada y grata visita. Yo estaba de pie, al lado mío el Dr. Becerra, cuando el Che pasó a nuestro lado, nos vio e hizo un gesto de saludo inclinando la cabeza y esbozando una sonrisa. Cuando pasó le hice a Becerra un comentario: "se parece físicamente a Cantinflas". Becerra me respondió: "no creo". Probablemente el Che escuchó lo que le comenté al amigo, disminuyó el paso y volvió el rostro hacia nosotros. Al rato, una vez que se sentó, vino un lugarteniente a decirnos que el Comandante deseaba hablar con nosotros, que fuéramos hasta su mesa. Quedamos sorprendidos, los ojos de los presentes se clavaron en nosotros con una mezcla de sorpresa, admiración y envidia.

Llegamos a la mesa y el Comandante nos hizo un gesto de que nos sentáramos, cosa que hicimos. Recuerdo que yo estaba de frente de aquel hombre mítico y disimulaba mi emoción y no cierto nerviosismo. En la mesa donde estaba el Che y otros comandantes, recuerdo al Comandante Joel Iglesias y otros más. La conversación la comenzó el Che, dirigiéndose a mí me preguntó de qué país era, y comenzó un diálogo donde intervino el compañero Becerra. La conversación duró algo más de una hora.

Aquella fue para mí una ocasión memorable, irrepetible e inolvidable. El Che me hizo preguntas sobre la lucha revolucionario de Venezuela, sobre los frentes guerrilleros que comenzaban a brotar por distintas partes del país. Hizo mucho énfasis en los alzamientos militares de Carúpano y Puerto Cabello que habían ocurrido ese año de 1962 en los meses de mayo y junio. Nos preguntó sobre la composición del ejército venezolano, entre Becerra y yo le respondimos que el nuestro no era un ejército de castas como los del Sur del continente; muchísimos oficiales de mediana y alta graduación eran hombres de origen humilde, proletario, hijos del pueblo que accedían a la milicia e iban ascendiendo en los grados militares por méritos. Además, le dije, desde finales de los años 50’ y 60’ el Partido Comunista de Venezuela venía haciendo un trabajo político dentro del Ejército, muchos oficiales eran de izquierda, hijos de comunistas y muchos de los soldados alzados también eran comunistas. El Ejército venezolano, le comenté, no era como el Ejército chileno o argentino ni los de otros países, allí hay una base social netamente popular, incluso en los mandos como lo evidencia los dos alzamientos que comentamos.

El Che nos oía con sumo interés, algo dubitativo, entonces nos dijo: "Eso hay que estudiarlo más a fondo, es algo poco común". Yo entonces le pregunté: ¿no fuimos, acaso, los venezolanos, dirigidos por el Libertador Simón Bolívar, los que cruzamos toda Sudamérica apoyando las luchas de los pueblos y fuimos liberando y fundando naciones, la mayor fue la Gran Colombia? ¿Por qué no suponer, entonces, que el Ejército venezolano conserve las raíces originales, libertarias, revolucionarias, y en su composición de clase, a nivel de la oficialidad haya un fuerte componente de origen popular y progresista, más con la influencia comunista y socialista?

El Che no nos contestó, su rostro serio parecía reflexionar. No estoy seguro que nuestro argumento fuera lo suficientemente fuerte para convencerlo en ese momento. Por esos años llegaron a Cuba varios jefes militares, ya miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional FALN, entre ellos recuerdo a Pedro Medina Silva, uno de los jefes del alzamiento de Puerto Cabello, y Pedro Vegas Castejón, del Estado Mayor del alzamiento de Carúpano. Presumo que hablaron con el Che y conversaron sobre el tema de la composición de clases dentro del Ejército venezolano y las diferencias entre el Ejército venezolano y los ejércitos de otros países latinoamericanos.

La conversación tomó otro derrotero, yo le pedí al Che que nos hablara sobre sus experiencias en la guerra revolucionaria contra la dictadura batistiana. El Che se sintió a gusto con esa petición y conversó sobre momentos estelares de la guerra, muchos los recogería después en su libro "Pasajes de la guerra revolucionaria". Nos habló del combate después del desembarco del Granma, Alegría del Pío y el dilema momentáneo que se le planteó de elegir entre la mochila con instrumentos médicos y medicinas la caja de balas y el fusil. Como se sabe decidió ser soldado, combatiente y la vuelta de varias semanas se reunió con Fidel y Raúl en la Sierra Maestra y formó parte del Grupo de los doce que se salvaron de la muerte ante el despiadado ataque del ejército batistero.

Habló después de otros momentos de la guerra revolucionaria y le dedicó un tiempo a lo referente a las condiciones éticas, morales del revolucionario, al concepto de indignarse ante las injusticias. Nosotros lo escuchábamos absortos, no queriendo que dejara de hablar. Al final se despidió de nosotros, y de otros compañeros revolucionarios que se habían acercado a la conversación. Nos dio la mano.

¿Qué más se podía aspirar que haber tenido aquel privilegio de conversar con un hombre estelar que se crecería con el tiempo?

1. ¿Quién fue Ernesto Che Guevara, el guerrillero heroico?

1. El Che Guevara es un hombre de las circunstancias latinoamericanas de su tiempo, tanto en el momento por el que atraviesa Argentina en el momento en el que nace, el 14 de junio de 1928 en Rosario, provincia de Santa Fe). A partir de allí y en los siguientes 20 años cuando despunta como un líder continental, estratega militar, político, ideólogo socialista y gran estadista.

El Che, casi desde su nacimiento, tuvo un acompañante que no lo abandonaría hasta su muerte e influiría mucho sobre su vida, gustos e incluso inclinaciones intelectuales, nos referimos al asma que padecía. Quizás el lado "positivo" de la enfermedad es que lo llevó a ser un ávido lector, aficionado al ajedrez y ayudó a forjarse y templarse como el acero, con una fuerte y férrea disciplina y un gran autocontrol sobre sí mismo.

Durante su adolescencia devoró los libros de Emilio Salgari como Sandokán y todos los libros de Julio Verne, los que encuadernó en tres tomos y pidió a sus padres le enviaran a Cuba, ya triunfante la Revolución. A partir de la adolescencia y la etapa juvenil, estudiando en la universidad, buscó en la filosofía algunas respuestas a sus búsquedas juveniles leyendo las obras existencialistas de Albert Camus, Jean-Paul Sartre, Franz Kafka; igualmente desarrolló un gusto exquisito por la poesía y poetas de la talla de Pablo Neruda y sus ‘20 poemas de amor y una canción desesperada’, por el ‘poeta maldito’ Charles Pierre Baudelaire y su obra ‘Las flores del mal’, por León de Greiff. Estudió las obras de fundador de psicoanálisis Sigmund Freud. Más adelante se adentrará en el estudio de la obra de Carlos Marx, Engels y Lenin y se asumirá como pensador socialista.

Ernesto Guevara fue de niño y adolescente, rebelde, irreverente, muy travieso, descuidado en el vestir e informal, excesivamente audaz y, pese a su asma permanente, arriesgado y ejecutor de deportes y pruebas extremas, de mucho riesgo. Lo caracterizaba su valentía y ya en la guerra de liberación nacional en Cuba se arriesgará en demasía en las acciones de guerra, siendo un ejemplo para sus soldados guerrilleros.

Entra en la facultad de medicina en Buenos Aires en 1948 y se graduará de médico el 11 de abril de 1953.

2. ¿Cómo devino el Che en revolucionario?

De los viajes por Argentina y América Latina devendrá el revolucionario que llegará a la Sierra Maestra y el mundo conocerá como el Che Guevara.

Cabe destacar que la decisión de viajar por las partes más pobres y depauperadas de Argentina y luego por Latinoamérica fue muy importante en la orientación política e ideológica del Che y serán en buena parte base de su formación revolucionaria. ¿Qué significaron aquellos viajes? El contacto con los pobres, con los humildes, trabajadores del campo y la ciudad, con los enfermos desahuciados de lepra y otros males endémicos, el contacto con revolucionarios de izquierda, le permitieron acumular experiencia social, madurez humana y política. Allí estarán las bases que lo llevarían a unirse al futuro ejército guerrillero que estaba formando Fidel Castro en México, y después descollar en la guerra como líder militar y el despunte del líder político que se verá después del triunfo de la Revolución Cubana.

El Che Guevara realizará un segundo viaje internacional por latinoamericano el 7 de julio de 1953. Partieron en tren, él y su amigo Carlos Calica, desde Buenos Aires hacia Bolivia y pudieron presenciar en La Paz el magnífico proceso revolucionario boliviano que encabezaron los obreros mineros y disolvieron el ejército burgués. Siguen hacia Perú y en Lima se reúne con el Dr. Hugo Pesce, especialista en la lepra, y que fue discípulo de José Carlos Mariátegui, ideólogo marxista y fundador del Partido Comunista Peruano. El Dr. Pesce influirá profundamente en el pensamiento político del Che. En Ecuador el Che cambia la ruta de sus viajes y decide viajar a Guatemala para conocer de cerca el proceso revolucionario que encabezaba el presidente Jacobo Arbenz. Entra a Guatemala el 23 de diciembre de 1953. Seis meses atrás, el 26 de julio, Fidel Castro había asaltado el Cuartel Moncada. Seis meses después la CIA derrocaría al presidente Arbenz cuya suerte fue echada en la Asamblea de la OEA celebrada en Caracas ese mismo año.

En su tiempo de permanencia en Guatemala el Che conoce al revolucionario cubano Ñico López, participante en el asalto al Cuartel Moncada dirigido por Fidel Castro. La amistad es estrecha, será el propio Ñico quién le pondrá el universal sobrenombre de Che Guevara, por la utilización constante del vocablo Che al hablar, por parte del argentino. Para ese momento el Che ya era un hombre inequívocamente de izquierda, muy cerca del ideario comunista. Tan es así que tiene esas convicciones que en camino hacia Guatemala le escribe a su tía Beatriz:

"En el paso tuve la oportunidad de pasar por los dominios de la United Fruit, convenciéndome una vez más de lo terrible que son estos pulpos. He jurado ante una estampa del viejo y llorado camarada Stalin no descansar hasta ver aniquilados estos pulpos capitalistas. En Guatemala me perfeccionaré y lograré lo que me falta para ser un revolucionario auténtico. [...] Tu sobrino, el de la salud de hierro, el estómago vacío y la luciente fe en el porvenir socialista. Chau. Chancho."; Anderson, Jon Lee (1997): Che Guevara: una vida revolucionaria (pág. 128 y 129). Barcelona: Anagrama, 1997.

Otro hecho importante en la vida del Che en Guatemala es su encuentro con la luchadora socialista peruana, miembro del partido Apra, Hilda Gadea con quién contraerá matrimonio en México y de cuya unión nacerá una simpar y combativa niña que se llama Hilda Guevara Gadea.

Al salir de Guatemala llega a México donde sellará parte de su destino. Allí, por medio de Ñico López, conoce a Fidel y a Raúl Castro. Ese encuentro será decisivo en su vida de revolucionario. Fidel le presenta el plan que tiene para derrocar al tirano Batista y lo invita a sumarse a la empresa como médico. El Che no lo piensa mucho para aceptar aquella propuesta porque comparte en su integridad no sólo los planteamientos del líder cubano sino que, a la larga, hará sus propios aportes. Partirá con 81 cubanos en el Yate Granma desde Tuxpan, México, rumbo a Cuba, a vencer o morir, como dijera Fidel. El desembarco por Oriente es delatado y al llegar los soldados emboscan al grupo guerrillero en un lugar llamado Alegría del Pío, son derrotados, una verdadera masacre, se salvan apenas 12 de los 82 que desembarcaron, en pleno tiroteo al Che se le planteó el dilema: o se llevaba el morral con los equipos médicos y las medicinas o se llevaba el fusil con las cacerinas de balas. No lo pensó mucho, asumió ser soldado revolucionario antes que médico.

3. ¿Por qué el Che ha tenido tanto reconocimiento a nivel mundial?

El Che Guevara es un símbolo y una bandera para los revolucionarios del mundo. Su figura gigante, sus ideales libertarios, su valentía es llevada reverencialmente por las juventudes rebeldes de todo el mundo, por los trabajadores que en las calles luchan contra los patronos explotadores, en las muchas manifestaciones y concentraciones que en Venezuela realiza permanentemente el pueblo venezolano en su lucha contra el imperialismo yanqui, izando las banderas de Chávez y del Che, de Bolívar y Zamora. El Che está hoy profundamente arraigado en el imaginario de los pueblos del mundo, diversos, con múltiples idiomas y culturas pero con enemigos comunes, los imperialista norteamericanos, los opresores y explotadores de todo tipo.

4. ¿Cuáles serían los aportes teóricos que hizo a la Revolución Cubana?

Los aportes teóricos del Che a la teoría del socialismo hay que apreciarlos en el marco del decursar de su tránsito en la lucha de los pueblos de América por su liberación del yugo imperialista y la opresión capitalista. Su participación en la política activa en Cuba durante los 7 años en los que actuó como miembro de la dirección nacional de las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas), el PURS (Partido Unido de la Revolución Socialista), después, fue muy intensa. Cuando se funda el Partido Comunista de Cuba ya el Che estaba ausente del país, no obstante el Comandante Fidel Castro presentó al plenario del evento los nombres de los que serían miembros del Comité Central y propuso el nombre de Ernesto Che Guevara que fue aprobado por aclamación. Allí leyó su famosa carta de despedida. "Fidel, me recuerdo en esta hora de muchas cosas…".

El Che Guevara retoma las tesis marxistas –C. Marx, Manuscritos Económicos Filosóficos, 1844– del carácter humanista de una revolución y pone particular acento en el concepto de la ética y los principios en la formación del hombre nuevo, concepto que engloba y pone el acento en los llamados estímulos morales por encima de los estímulos materiales en el trabajo, igualmente en el principio de la solidaridad nacional e internacional. Estamos hablando no sólo de aportes teóricos sino de políticas del Estado Socialista Cubano.

A lo interno –dentro de las permanentes limitaciones que a Cuba impuso el brutal bloqueo norteamericano– se desarrolla filosófica y humanísticamente la política de formación de los ciudadanos cubanos, se unen el pensamiento nacional antimperialista, latinoamericanista avanzado del Apóstol José Martí, con los remozados conceptos del humanismo marxista, latinoamericanizado que aportan el Che y Fidel.

No será sólo eso vendrá otro gran aporte dentro de esa concepción guevariana, la solidaridad internacional. En la fase de los años 60’, en la lucha a muerte contra el imperialismo, apoyará los movimientos guerrilleros e insurgentes en toda Latinoamericana, en el África y una de las más altas expresiones de esa solidaridad fue la lucha de los cubanos en Angola, su enfrentamiento a la Unita y al gobierno racista de Sudáfrica y la derrota militar definitiva en Cuito Cuanavale, lo que le daría la independencia plena a Angola, le daría vida a Namibia y aceleraría el derrumbe del racismo del aparheit, el derrumbe del poder blanco y la libertad de Nelson Mandela.. Cerca de cincuenta mil cubanos lucharon y murieron por la causa de sus hermanos angolanos, después de la victoria cubano-angolana los cubanos se marcharán. He allí el aporte del Che y Fidel, su concepción de la solidaridad que, más delante se expresará en la presencia humanitaria y humanista de miles de médicos y médicas en todos los países del mundo. Pero también cada cubano y cada cubana, médicos, deportistas, promotores culturales, etc., en función de solidaridad mundial es la viva expresión del hombre y la mujer nuevos, la concepción humanista que afinó, pulió y diseñó teóricamente el Che junto a Fidel. La más excelsa y sublime expresión de desprendimiento, sensibilidad y humanismo de cada cubano y cubana que cruzan los caminos del mundo para, en sacrificios extremos, salvar vidas y hacer aportes a cambio tan sólo del reconocimiento de los pueblos que reciben sus servicios.

Están, igualmente, las agudas y fuertes críticas que desde aquella lejana época hizo el Che a las políticas económicas de la URSS y la pertinencia de apartarse de ellas.

5. ¿Cómo vincularía al Che con la política revolucionaria venezolana actual?

5. Cuando el Che Guevara se fue a luchar en Bolivia le escribió a Fidel Castro una carta donde hablaba de "crear dos, tres… muchos Vietnam", (Carta a la Tricontinental, La Habana, 1965) para enfrentar al imperialismo. La lucha hoy de Venezuela tiene mucho que ver con aquel llamado a los revolucionarios de América que hizo el Che, porque hoy en Venezuela está si no la primera, sí una de las primeras trincheras de lucha contra el imperialismo, sobre todo el imperialismo yanqui. Hoy Venezuela, con su resistencia popular, con su propuesta nacional-popular, antimperialista y socialista marca un hito, por ello los factores imperiales atacan mediáticamente al gobierno revolucionario, al Presidente Maduro, al proceso de cambios, porque le temen al ejemplo venezolano como hoy le temen al ejemplo libertario y de gobierno de los sectores populares de Bolivia, Nicaragua.

De alguna manera Venezuela viene a ser hoy para el mundo, la dignidad y el decoro, la defensa de la soberanía y la independencia de la Patria que ayer asumió valientemente Cuba, que nunca se doblegó.

El Che se vincula a nuestro proceso revolucionario en sus grandes enseñanzas políticas, veámoslo en aquella sencilla frase de un discurso a los estudiantes de la Universidad de La Habana cuando dijo, palabras más, palabras menos: "Al imperialismo no hay que darle ni tantito así", he hizo el gesto con los dedos de su mano derecha para indicar con el primer tarso del dedo anular que ni siquiera aquella medida, aquel pequeño tamaño se le debía dar al pérfido imperialismo norteamericano como concesión. Recordaba Chávez una frase del Libertador Simón Bolívar, coincidente con el Che. "Una vez hecho el pacto con el fuerte, es eterna la obligación del débil".

Aquella especie de máxima política que el Comandante Hugo Chávez cumplió de manera casi religiosa, dentro de los aprendizajes y las lecturas que el soldado rebelde y heterodoxo hacía de las obras del Che que algún comunista le proporcionara y que leía ávidamente medio clandestinamente. Durante sus casi 14 años de gobierno el Comandante Chávez abrevó en las enseñanzas del Che, de Fidel, de Plejanov, de Lenin y Marx, del comunista peruano Mariátegui, pero también, qué duda cabe, abreva en las enseñanzas de Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora. De alguna manera, todos estos teóricos y luchadores revolucionarios se complementan en la heterodoxia chavista que incluyó en sus lecturas nada más y nada menos que al alemán Nietzsche y su tesis del eterno retorno y volteó el concepto del super hombre para tropicalizarlo en la construcción del hombre y la mujer nuevos.

El Che fue para Chávez una lectura digamos obligada en sus reflexiones e investigaciones políticas, no sólo porque se identificaban las personalidades –ambos eran la clase de "aventureros" que ponían en riesgo sus vidas para demostrar sus verdades–. La impronta guevariana está presente en el proceso revolucionario venezolano en la prédica de la ética, de la moral revolucionaria, del revolucionario movido por "grandes sentimientos de amor por la humanidad"; sus enseñanzas, su ejemplo, sus aportes a la teoría socialista desde la visión americana son constatables en la Cuba que cumplió los 60 años de haber triunfado aquel épico 1º de enero de 1959.

 



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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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