Trump, un presidente loco...pero no tanto

Se aconsejó el loco y suspendió la visita a Lima a donde habría de
asistir a la VIII Cumbre de las Américas al frente de la delegación de
Estados Unidos. Tampoco viajará Donald Trump a Colombia, como se había
anunciado oficialmente. El motivo dado para ello es que el mandatario
tenía que ocuparse de la situación en Siria, nación sobre la que pende
una amenaza bélica global sobrevenida igualmente como consecuencia de
los exabruptos del propio mandatario basados en la gastada, paradójica
y probadamente falsa acusación contra el gobierno de Bashad Al Assad
de haber utilizado armas químicas en su guerra interna contra el
terrorismo.

Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, anunció que el
Vicepresidente Mike Pence estará al frente de la representación de
Washington tanto en Lima para conducir las conversaciones bilaterales
con los mandatarios latinoamericanos que estarán presentes en la cita
hemisférica, como en Bogotá para los encuentros programados por Trump
con autoridades colombianas.

Es indudable que el pretexto de la situación en Siria servirá para
evitar a Estados Unidos una sonada hecatombe en sus relaciones con los
gobiernos de las naciones de Latinoamérica.

La historia demuestra que cuando los países al Sur de Rio Grande
actúan de consuno son capaces de conmocionar al imperio en sus raíces
más hondas. Pero casi nadie esperaba que a raíz de la derechización
surgida como resultado de diversos golpes de fuerza estadounidenses en
el continente, esa unidad, pudiera ser capaz de obtener resultados tan
alentadores.

Aunque la proyectada Cumbre de las Américas se anunciaba como probable
detonador de las furias de los pueblos del continente contra las
imposiciones y manipulaciones más recientes de Washington, la
arrogancia e irresponsable actuación del presidente Donald Trump ha
llegado a tal extremo que hasta los gobernantes de America Latina que
se han demostrado más serviles en sus nexos con Washington, han
saltado con inédita firmeza.

Un caso extremo lo produjo el presidente de México, Enrique Peña
Nieto, quien sugirió al magnate neoyorquino que revisara el origen de
sus enojos. "Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración
por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso,
diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la
retórica negativa defina nuestras acciones", dijo Peña Nieto cuando se
anunció que el presidente Trump había ordenado desplegar entre dos mil
y cuatro mil militares en apoyo a los agentes de la Patrulla
Fronteriza en la frontera sur de Estados Unidos.

El mensaje del presidente mexicano también respondía a una serie de
tuits y comentarios del magnate-presidente, motivados por una caravana
de migrantes de Honduras que pretendía llegar a la frontera norte de
México con Estados Unidos.

Trump advirtió que cancelaría las negociaciones del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), si el gobierno mexicano no
detenía a los emigrantes centroamericanos.

"Es mejor que la gran caravana de gente de Honduras, que viene a
través de México hacia nuestra frontera de leyes débiles, se detenga.
El TLCAN está en juego, así como las ayudas extranjeras para Honduras
y los países que permitan que esto suceda. ¡El congreso debe actuar
ahora!", tuiteó amenazante el mandatario.

Para sorpresa general en el continente, Peña Nieto declaró que México
no tendrá miedo a negociar con Estados Unidos, pero exige respeto.
"Nunca vamos a negociar con miedo".

El Senado mexicano también exigió respeto al presidente de Estados
Unidos y demandó al gobierno de Peña Nieto suspender la colaboración
binacional en materia migratoria.

Los cuatro candidatos a la presidencia de la nación: Margarita Zavala,
Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade se
unieron enseguida en el rechazo al despliegue de tropas estadounidense
en la frontera con México. "A la hora de defender la dignidad
nacional, todos hablamos con una sola voz y le exigimos respeto",
escribió la congresista independiente Margarita Zabala a Donald Trump
en su tuiter.

Peña Nieto hizo mención de estos pronunciamientos en su mensaje a la
nación al tiempo que subrayó el tono negociador con que su gobierno se
ha dirigido al presidente estadounidense. "Los esfuerzos del gobierno
de México se han dirigido a construir una relación institucional, de
respeto mutuo y beneficio para ambas naciones".

La relación entre ambos países "es intensa y dinámica pero eso no
justifica actitudes amenazantes o faltas de respeto entre nuestros
países", insistió Peña Nieto. "Si usted quiere llegar a acuerdos con
México, estamos listos. Como lo hemos demostrado hasta ahora, siempre
hemos estado dispuestos a dialogar con seriedad, de buena fe y con
espíritu constructivo".



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Manuel Yepe

Abogado, economista y politólogo. Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana, Cuba.

 manuelyepe@gmail.com

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