Chile en quiebra electoral y participación política

En la conciencia de los revolucionarios venezolanos los gobiernos recientes de Chile tienen tarjeta amarilla de tanto que fastidian a Venezuela. Ambas, la derecha chilena y la izquierda que se comporta como tal en las campañas electorales y muta a la derecha una vez asumen el poder, promocionan las campañas de desprestigio contra la revolución bolivariana y socialista. Actúan sin mirarse el ombligo, ante la grave crisis de desconfianza en el sistema político chileno, visto desde la perspectiva del abstencionismo electoral.

El caso de la presidenta Bachellet es patético. No arrimó una para el mingo del pueblo y nunca quiso poner al descubierto que asumió el gobierno después de una abstención electoral muy amplia que evidencia al menos tres asuntos: 1/ El período de transición política de la sangrienta dictadura de Pinochet a una democracia liberal, ha tardado mucho. Todavía existe una férrea legislación dictatorial que controla los cambios que podrían ampliar la participación política. 2/ Pareciera existir una deliberada intención de los dos grupos dominantes de la política para evitar la participación de los jóvenes en la política. La abstención de los últimos dos períodos presidenciales evidencian que cerca de cinco millones de jóvenes, no votaron, entre muchas razones porque no creen en el proyecto político de estos dos grupos. 3/ Los derechos sociales que tienen los pueblos de otros países de América Latina contribuyen a mejorar la equidad en la distribución de la riqueza; en tanto en Chile se cuenta con la sociedad más desigual de América latina.

En términos históricos las elecciones presidenciales, para ir al grano, logró una participación de 86,9 % en 1989, en el primero periodo post- sangriento Pinochet; y después de 24 años en las elecciones ganadas por Bachellet, la participación fue de 43,3 % de los ciudadanos con derecho a voto. Un cincuenta por ciento menos. Eso no tiene explicación en la política chilena, esconden esas cifras y sin vergüenza hablan de la participación política en Venezuela, como caótica, a sabiendas que si hay algo que nos gusta a los venezolanos(as) es votar. Nuestra principal arma contra los adversarios es la cédula de identidad. Las últimas elecciones presidenciales casi logramos 90 % de participación. En eso la izquierda es motivadora de conciencia, agitadora de compromisos y movilizadora para el triunfo.

Las recientes elecciones en Chile, hace apenas una horas de conocerse los resultados, evidencia que sigue la crisis de participación y para suerte del pueblo chileno un Frente Amplio anda conquistando jóvenes para que retomen la lucha política, las trasformaciones necesarias y se abanderen en la pelea por una educación gratuita hasta la universidad. Imaginemos que nuevamente el PNUD hará otro informe sobre participación electoral, un poco para justificar que le han puesto algo de ojo a Chile, porque el desarrollo humano tiene sentido si hay participación importante de los ciudadanos en la política, en las decisiones y en las transformaciones.

En el informe del PNUD (Participación electoral: Chile en perspectiva comparada 1990 – 2016) se evidencia que quienes no participan en las elecciones manifiestan en sus percepciones cierto desprecio por la política chilena. Es posible que esto sea parte de un plan orquestado para que votando pocos se gobierne a todos, y algunos en su renuencia a aceptar la política en su vida, sufren las penurias de la exclusión.

Esta primera vuelta en las elecciones presidenciales 2017 muestra nuevamente el fenómeno abstencionista (53%). Y si bien, pudiera abrirse una gran posibilidad para mantener a la izquierda mutante en el poder e impedir el triunfo del Pinochetista Piñera, esta posibilidad estaría en motivar el voto de los jóvenes sellando un gran compromiso por una nueva Constitución, un proyecto educativo liberador, la gratuidad de la educación pública universitaria, la revisión del sistema de seguridad social, la condonación del endeudamiento de los estudiantes que tardarían dos vidas para pagar sus créditos educativos y otros temas sociales incluyentes.

Entre tanto, nuestros expertos en geopolítica y derecho internacional tienen mucho que reclamar a Chile por su posición agresiva contra la Patria de Bolívar y de Bello.



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Miguel Mora Alviárez

Profesor Titular Jubilado de la UNESR, Asesor Agrícola, ex-asesor de la UBV. Durante más de 15 años estuvo encargado de la Cátedra de Geopolítica Alimentaria, en la UNESR.

 mmora170@yahoo.com

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