Cataluña. La cara del gobierno es la careta del poder

El tema Cataluña ha generado trabajos publicados en diversas páginas en donde reprueban la salvaje represión del 1-10. Apoyamos dicha censura; sin embargo no siempre compartimos totalmente su contenido crítico. Jamás podemos olvidar el origen de la atroz agresión realizada por Gobierno, pero su origen está en el Poder clasista. Poder y Gobierno son dos realidades distintas. Los Estado responden a los intereses del Poder económico que los crea y los domina, en tanto que los Gobiernos, que son entes serviles del Poder estatal, tienen a su cargo accionar de mil maneras infames para proteger la dictadura de los intereses de la clase que sustenta el Poder. En algunos de los referidos trabajos se reconviene el vejamen gubernamental, pero casi pasa inadvertido el Poder capitalista que, a través del gobierno de turno, impone sus intereses socioeconómicos en el actual momento histórico.

Marx. (Prefacio a la Crítica de la Economía Política): ",… (las) relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real, sobre la cual se eleva una superestructura jurídica y política…", que forma parte el gobierno de cada Estado, agregamos.

Lenin. (El estado y la revolución): "La república democrática es la mejor envoltura política de que puede revestirse el capitalismo, y por lo tanto el capital, al dominar…esta envoltura… cimenta su Poder de un modo tan seguro, tan firme, que ningún cambio de personas, ni de instituciones, ni de partidos, dentro de la república democrática burguesa, hace vacilar este Poder…", imposible más claro, repetimos.

El Estado es un ente represor creado para garantizar el Poder de la clase que ejerce su señorío desde la raíz, desde su nacimiento, y castigar a quien atente contra ese Poder. La infraestructura es el pedestal económico del Estado, y la sumisión social ante los intereses de las clases explotadoras está previsto en las leyes que ellas mismas elaboran para oprimir a través de la tradicional superestructura: El Legislativo hace la ley; el Ejecutivo la impone y vigila su observancia, y el Judicial juzga y sanciona al violador. Por ello, cuando nominamos los relevos del Gobierno, Rajoy es y se llama José María Aznar, o Felipe González, o etcétera, cuyo trabajo siempre será velar por el yugo capitalista.

LA CARA DEL GOBIERNO ES LA CARETA DEL PODER. El ataque debe ser contra el Poder, como infraestructura que es; e igualmente contra el Gobierno que, como tal, cambia sucesivamente dentro de la superestructura que obedece al Poder clasista. Enfrentar solamente al mayordomo de turno, es omitir generalmente al amo de siempre.

¿Qué ganan los pueblos cuando cambian de gobiernos y permanece la clase que los impuso? Nada: Todo es engaño, pues el bipartidismo, el tripartidismo y demás ‘-ismos‘ acomodaticios, sirven a un mismo Poder que aplica el conocido principio del Gatopardo: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie." Pura realidad.

Fueron tan exageradas las acciones policiales del gobierno nacional, que se dispararon las alarmas de Poder clasista internacional en todas sus instancias, aun cuando en secreto, apoyaron la brutalidad policial, pues represiones de ese tipo mensajean advertencias aterrorizantes contra los pueblos, y garantizan el respeto de los privilegios del linaje burgués-real, pues, a partir de la Revolución Francesa de 1789, la nobleza desplazada no tuvo otra opción que compartir intereses comunes con la burguesía que la guillotinó, y así, en conjunto, mantener la opresión y el vasallaje de la clase trabajadora.

Precisamente por ello, los medios de comunicación al servicio de capitalismo han sido prolijos en sus muestras gráficas, orales y escritas; los políticos europeos se cuidan para que no los salpiquen; los entes clasistas del Continente europeo están revueltos, y en algunos de ellos ya se habla de sanciones; las gobiernos ‘hermanos’ juegan prudencia porque sus barbas colindan con el fuego; voces encontradas truenan dentro de la OTAN, y se impondrá la que arroje más bases militares en España y/o Cataluña financiadas por los pueblos contra los pueblos; y, para abreviar, la palabra «republica» pasó de prohibida a maldita, y hasta en los púlpitos callan la política y prefieren hablar de Dios. Esa es la realidad actual que le impone a la clase selecta que alguien debe remendar el desatino. La renuncia de Rajoy fortalecería a los secesionistas, razón suficiente para frenar la ansiedad por sustituirlo, ya que en las actuales condiciones es la silla la que quema a la candela.

El PSOE, que es la otra mitad de la estrategia bipartidista, aconseja "dialogar". Podemos sugiere un mediador, que Rajoy agradeció, y no aprueba. Ambos proponen una "solución" que no es política, sino administrativa, o sea: Van al follaje, no a la raíz. Oportunismo, se le llama. Los patricios de Cataluña, España, Europa y EEUU, maridados por el odio a la clase trabajadora, impondrán su potestad, mantendrán gobiernos indignos y el pagador de todo será el pueblo español.

La auténtica izquierda revolucionaria, aplicando los principios ideológicos, debería denunciar y analizar la realidad frente al pueblo español. No hay otra salida justa. De lo contrario: Todo nuevo final será un viejo comienzo.

Juliancabrerag@gmail.com



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