Buen fascista / mal fascista

En días pasados, tuvo a lugar la más nueva y contumaz agresión emprendida contra la Revolución Bolivariana por cortesía del Presidente gringo Donald Trump, entretanto en aquel país, específicamente en Charlottesville, Virginia pudimos apreciar por redes sociales y diversos medios de comunicación a jóvenes con una indumentaria peculiar, hablamos de nada menos que escudos muy elaborados, pintados con cruces e imbuidos con otros atavíos semióticos que nos parecieron algo conocidos. Seguidamente detallamos que también portaban máscaras lacrimógenas y hasta armas de fuego encintadas, como en una película vaquera o de acción que tanto exaltan.

Aquello fue suficiente para querer saber que sucedía en la panacea de la democracia moderna. Sin dilación mientras indagábamos para no ser víctimas de la postverdad, nos pareció rememorar lo que por más de 3 meses percibimos sin cesar en los mismos medios de comunicación y redes sociales sobre los actos terroristas acaecidos en la Patria de Bolívar.

Tal fue la similitud que pensé que se trataba de Venezuela, pero no lo era…, y las diferencias aunque ínfimas, sin duda existían. Y es que en vez de una bandera venezolana colocada al revés se ondeaba con vigor la bandera del partido nacionalsocialista alemán, sí caballero!!, la bandera nazi, la de Hitler, esa misma. Junto a ella también se enarbolaba el estandarte de la extinta Unión Confederada de los estados del Sur. Fuera de aquello, pude atisbar el mismo odio, las mismas miradas desorbitadas, el mismo comportamiento salvaje, incivilizado por demás, pero lo más preocupante, individuos profundamente arraigados al racismo más beligerante y trepidante, acompañado de la xenofobia más intransigente y un odio de clase profesado a mansalva contra otros seres humanos. Unos seres que aunque se les ubiqué taxonómicamente como homo sapiens sapiens son paradójicamente antropofágicos, y a la vez irreductiblemente antropofóbicos.

Entonces, de un lado teníamos en EE.UU. a los bautizados "supremacistas blancos": norteamericanos ungidos con la verdad cristiana que profiere a los detentores de la cruz de San Jorge, profundamente racistas, xenófobos y terroristas. Y por otro lado tenemos en Venezuela a los "libertadores": paracos venezolanos y colombianos con vocación también terrorista, tarifados, mercenarios, en fin, vende patrias subastados al postor de turno, quienes mantuvieron en vilo a 75 municipios de los 335 existentes en nuestro país, dejando muerte y destrucción por doquier.

Detallando las características violentas y acciones terroristas similares de ambas facciones nos sorprendimos del tratamiento diferenciado que recibieron por parte de la opinión pública internacional: CNN, ABC, CBS, NBC, El País de España, la BBC de Londres, Reuters, entre otros. Bueno, sí fueron condenados los gringos, quienes se oponían a la democión de una estatua ecuestre del General Confederado Robert Lee, pues representaba los antivalores de racismo que tanto se ha elevado en ese país desde los últimos tiempos, sentimientos exacerbados desde que a la presidencia de ese país llegara el farandulero racista y caricaturesco personaje al que hicimos mención al inicio. Al respecto, sólo resta decir que la historia y el Pueblo estadounidense evaluarán si serán sometidos a una política sistemática de odio y racismo contra las cada vez más grandes mayorías latinas, afro descendientes, asiáticas, indias, árabes, etc., etc. Después de todo, fue un país fundado por inmigrantes. Considerar que un cenáculo de personas se crea con mayor derecho y prerrogativas por creerse "puros" es una equivocación desde dogmática hasta científica, pero ese tema es digno de otro análisis de mayor calaje investigativo.

Por ahora, nos centraremos en la condena hecha a aquellos "supremacistas blancos" gringos, pero resulta que esos mismos medios nunca catalogaron de terroristas ni de criminales a aquellos que en nuestra Patria Venezuela causaron daño y dolor. He allí la doble moral de los grandes medios, y es que como Trump es ahora el enemigo jurado de gran parte del establishment (clase política, militar y financiera dominante): Reserva Federal, Wall Street, Complejo Industrial Militar, Bancos, Pentágono, FBI, Partidos Republicano y Demócrata, resulta ahora políticamente correcto ir en contra de Trump y todo lo que representa, en un país cuyo racismo y neo nazismo no tiene 2 días rondando. No obstante esos medios y redes sociales no proceden con la misma contundencia y condena contra los mismos símbolos, las mismas máscaras, escudos, atavíos, armas, odio, racismo, clasismo propinados contra hermanos y hermanas venezolanas, contra el color de su piel o por ser o "parecer" Chavistas. Esos sí son los "chicos buenos", "la resistencia", ese Fascismo sí es políticamente correcto, ese Fascismo sí es bueno y para nada condenable, ni mucho menos aborrecible aún después de haber propiciado el asesinato de más de 100 personas, todo con el objetivo de desestabilizar al Gobierno venezolano y hacerse con el Poder Político, tal y como el Manual de Gene Sharp lo explicita.

He allí el Fascismo bueno y el Fascismo malo que profieren los grandes medios y las siempre analíticas redes sociales… será que.. ¿esos gringos racistas del sur de EE.UU. son también Chavistas?

Misterios de la ciencia…

Lic. En Ciencias Políticas y Estudios Internacionales.

jcmatinella@gmail.com



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