La sabiduría de Pepe Mujica

Otro domingo de entrevistas relevantes, en ocasiones de contrastes, ayer vimos dos, una seguida de la otra: Diosdado Cabello y Pepe Mujica (expresidente de Uruguay). En esta ocasión voy a referirme a la segunda, por su densidad, su capacidad de ver más allá en el horizonte, sus reflexiones sobre "el arte de la política" y sus consejos (nunca oídos) a la dirigencia de quienes atesoran el gobierno en el país.

Al examinar los retrocesos de eso que se ha dado en llamar la "izquierda progresista latinoamericana", Mujica pronunció algunas sentencias históricas: "La izquierda debe dejarse de lloriqueos", atesorar los avances sociales, políticos y económicos frente al pasado de dictaduras sangrientas sin respeto a la dignidad humana que siempre contaron con la diligente colaboración de la "democracia del norte", fiel a su cinismo histórico. De alguna manera dijo que debemos ponderar lo positivo de las gestiones y despejarla de aquellos entuertos que no se pueden repetir. Mujica coincide con Frei Betto en esta posición.

Pero agregó otra afirmación: "la política no es una profesión, es una vocación de servicio." Que los políticos de esta nueva izquierda progresista "deben vivir como la mayoría" y no como la "minoría privilegiada" de poderosos y ricos. Lamentablemente no todos predican con el ejemplo como nuestro admirable Pepe. En nuestro país vemos que los profesionales de la política saben cazar prebendas y comodidades, además ostentan impúdicamente sus nuevas riquezas mal habidas. Cuando la nueva derecha neoliberal del siglo XXI los acosa judicialmente, entonces dicen que son "perseguidos políticos". En Venezuela llama la atención una situación: cuando a un funcionario del chavismo oficialista se decide parlamentariamente que su gestión debe ser investigada, el Tribunal Supremo prohíbe tales pesquisas contra la corrupción. Aquí se evidencia una especie de "protección judicial" a los altos jerarcas. Claro, la historia siempre voltea estructuras de poder, mañana el sistema judicial seguramente cambiará de signo político y veremos cómo se caerá tal escudo institucional.

"A la gente no se le gana solo corepartiendo, hay que además que convencerla…", expresó nuestro admirable expresidente. Volvemos a lo mismo, tal vez el Che Guevara lo dijo de otra manera: no se construye el socialismo con las armas melladas del capitalismo, refiriéndose a que lo nuevo no podrá surgir de repetir viejos métodos. En este caso, Mujica enjuicia al populismo latinoamericano de gran raigambre histórica. Frei Betto, lo dijo de otra forma: una política social emancipadora fue sepultada por el clientelismo electoral en Brasil, haciendo de los pobres simples votantes amarrados al poder.

En nuestro país el impacto del populismo rentista cobra dimensiones inconmensurables por la disposición de miles de millones de dólares. Bueno, antes de la crisis actual, el país recibió cerca de un billón de dólares. Este inmenso caudal financiero fue despilfarrado, siguió los caminos oscuros de cuentas extranjeras, gastado en viajes de cientos de miles de venezolanos que hicieron de los "dólares preferenciales" una oportunidad de lucrarse, de empresarios que doble facturaban sin ningún rubor, de puertos sembrados de conteiner arrumados llenos de piedras y cachivaches y paremos de contar impudicias cambiarias en las que nos volvimos maestros en argucias de todo tipo. Triste legado de un socialismo que depredó la moral de un país entero a nombre de Bolívar y de un Chávez reverenciado mas no imitado. Desconsolada imagen de la "corepartición" del socialismo del siglo XXI.

Otros consejos de Mujica son más que necesarios en este momento difícil en que la oposición y el gobierno se sentaron a "dialogar". El venerable político uruguayo se atrevió a decir que:

Venezuela tiene que hacer reformas económicas, en la moneda, en los precios (...) Necesitan un acuerdo político con la economía, ya que a esta no se le derrota con discursos, sino con trabajo (…) Dijo que, bajos las condiciones económicas actuales, no ve salida en el diálogo. Destacó la importancia de que Venezuela produzca al menos sus propios alimentos y garantizar el capital privado para que se comience a invertir en el país. (…) Recordó que los modelos económicos son determinantes en el desarrollo de un país. Apuntó que, sin importar qué partido gobierne, los problemas persistirán si no se resuelve el problema financiero de raíz. (…) Venezuela ha dependido del petróleo por más de 100 años, lo que ha condicionado la situación económica actual, la falta de producción hace que no se perciban cambios positivos.

Al expresidente uruguayo lo caracterizan dos posturas, una le ha dato más de chasco diplomático: su tendencia a ser sincero. Hace algunos meses ya dijo que Maduro "parecía un loco" y, al mismo tiempo, rompió amistades con su excanciller Almagro. Opinaba sobre las desavenencias de estos dos políticos en la OEA.

Otro rasgo de su personalidad es que predica con el ejemplo la condición de la política como vocación al servicio de los ciudadanos. Desde la "perspectiva de Pepe" le parece inaudito que los dirigentes de un país dejen a un lado la crisis económica que tantos males le ocasionan a sus conciudadanos y se enfoquen en ver como unos se quedan con el poder y otro cómo pueden llegar a él. Los agudos problemas sociales y económicos sirven de pivote a aspiraciones bien diferenciadas.

Al final de este domingo de entrevistas en televisión me pregunto, ¿por qué políticos como Mujica no se dan en nuestro país? Las respuestas nos llevarían otro artículo. Termino con una invitación: señores del gobierno y de la oposición, véanse la entrevista con Pepe Mujica para ver si aprenden algo de buena política. Sin embargo, deseos no empreñan realidades, dicen en el llano.



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Nelson Suárez

Docente/Investigador Independiente (Literaratura, Ciencia, Tecnología y Sociedad)

 suarez.nelson2@gmail.com

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