Las tres encuestas valen igual: la comercial de Peña Nieto y las de López Obrador y Vázquez Mota

1. Si los tres candidatos pagaron sus encuestas y en cada una de ellas aparecen ganando quienes la pagaron, ¿quién ganará la elección del próximo domingo si sólo sirven a quienes pagan? Todas las encuestadoras ampliamente difundidas en los medios de información sirven a Enrique Peña Nieto, en parte a Josefina Vázquez Mota y de manera minoritaria a Andrés Manuel López Obrador. En los resultados comiciales se verá: a) la gran capacidad manipuladora del dinero, de los medios de información y de la compra de votos logrados por esos partidos neoliberales PAN y PRI con toneladas de dinero y regalos a los electores; y b)  si penetró el discurso de López Obrador que buscó elevar el nivel de conciencia de los electores durante seis años, acerca de los problemas del país, así como la necesidad de resolverlos.

2. Durante seis años las encuestas comerciales pagadas por Peña Nieto sirvieron en todos los medios de información de propaganda y, al parecer lograron su objetivo: que casi todas las personas dijeran que “es Peña Nieto quien va a ganar” porque es el que está más tiempo en los medios, el que aparece en todos los espectaculares, tiene a una partido que controla la política y que posee mucho dinero. En los últimos años, por la intensa propaganda de las encuestas en los medios de información, a quien preguntaras quien ganaría las elecciones en México, te respondía que Peña Nieto. Pero en los últimos días no se tiene ninguna confianza a las encuestas porque también AMLO y V. Mota han realizado las suyas. Hoy lo único seguro serán las resultados que anuncie el IFE  el domingo a la media noche.

3. La realidad es que el PRI, hasta los años 80, no necesitó hacer tantas trampas en los comicios porque no tenía ninguna competencia seria que lo amenazará; fue sólo hasta 1988 y 1994, cuando comenzó a preocuparse en serio -porque Cuauhtémoc Cárdenas los sacudió como nunca- y entendió que podía perder algunos estados, ciudades y distritos. Las oposiciones electorales de Vasconcelos (1929), Almazán (1940), Padilla (1946), Henríquez Guzmán (1952) obedecieron a pugnas internas dentro del mismo PRI. Este partido ganaba realmente las elecciones porque era el “partido único” que manejaba todos los dineros y controlaba todo. El PAN sólo fue hasta los ochenta un partido subsidiado, de presión, y la izquierda real despreciaba los procesos electorales porque hasta entonces sólo pensaba en la revolución y el movimiento de masas.

4. ¿A quién y para qué iba a hacer trampa el PRI en los comicios si la “oposición” electoral era casi inexistente”?; incluso el nombre de “carrousel”, “tacos” y otras denominaciones que se usan hoy en la jerca comicial, no existieron antes porque el PRI ganaba por obligación y tenía el control del 100 por ciento de los presidentes de la República, secretarios de Estado, senadores, el 95 por ciento de los diputados y el 98 por ciento de los presidentes municipales. Repartía el dinero entre los empresarios, los partidos y los políticos electoreros oportunistas; cualquier cosa que necesitara un político o un líder bastaba con acercarse a un funcionario del PRI. Obviamente hubo alguno que se resistió a venderse y negociar que fue amenazado, hecho a un lado, encarcelado o asesinado; por eso muchas cárceles estaban llenas de inocentes.

5.  Las encuestas tampoco existían porque se sabía –sin la menor duda- que el PRI se quedaría con el 99 por ciento de los cargos de elección. Lo que el PRI hacía desde los años treinta era una competencia interna entre tres o cuatro precandidatos para sacar al candidato que obligatoriamente ganaba la Presidencia o la gubernatura. Para la Presidencia la decisión se dejaba al criterio del presidente en funciones y para la gubernatura algunas veces la competencia llegó a ser muy abierta. En Yucatán en 1934, el llamado Partido Socialista del Sureste –parte del PNR- realizó elecciones abiertas de precandidatos a gobernador concentrado cada quien a sus seguidores en un lugar de la ciudad de Mérida (Montejo, Mejorada, Casa del Pueblo), pero desde entonces ya se hacían acarreos de personas.

6. ¿Por qué ganaba “legalmente” el PRI los comicios en las urnas?, es decir, ¿por qué si se abrían los urnas el conteo favorecería realmente al PRI? Porque la trampa no era a lo hora de los comicios sino durante el sexenio, durante años y meses que regalaba muchas cosas en los pueblos, que regalaba dinero, que otorgaba “ayudas” y repartía trabajo entre algunos. Hacía reconocerse el PRI como partido de centro y no necesitaba hacer campañas abiertas contra la derecha o la izquierda, le bastaba ejercer un control de todo lo que daba en la república para asegurarse cualquier elección. Eso me hace pensar que no es un asunto de comicios sino del manejo de dinero convertido en Televisión, radio, regalos, propaganda, presiones y compra de votos. Quien no pueda competir con dinero necesita una coyuntura de masas que le favorezca.

7. Hasta los años 80 se podía asegurar de que el PRI ganaría la Presidencia por falta de competencia; hoy sólo se puede decir quien ganará si estás enterado como se mueven los llamados “poderes fácticos”, es decir, quienes dominan la política, la economía y los medios de información. Si López Obrador llegara a obtener la Presidencia con ello podría decirse de que han cambiado las bases, las formas, las coyunturas, los métodos de análisis, porque otras cosas han aparecido en la realidad que han tenido mayor fuerza que el dinero y los medios de información. De ser más de lo mismo, de continuar con el neoliberalismo y la privatización que se anuncia con Peña Nieto y Vázquez Mota, el arribo de López Obrador significaría un pequeño cambio de rumbo; pequeño, pero un cambio que ayudaría a sentar las bases para luchas futuras por la igualdad.

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Pedro Echeverría V.


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