Colmillos en el cuello de Libia

“A sus rapiñas, robos, asesinatos llaman Imperio, hacen un desierto y lo llaman paz”

Cornelio Tácito-Año 62 d.C.

No es la primera vez, ni será la última, en que los poderosos  del mundo, previa preparación falaz de la opinión mundial, atropellan a los más débiles. Desde la Guerra del Opio y su incidente con la lancha “Arrow” hasta la guerra de Vietnam y su incidente del Golfo de Tonkin, desde la invasión de Irak y sus “armas de destrucción masiva” hasta la agresión a Libia y sus “civiles en peligro”, es la misma vieja mentira con nuevos muertos. El poderío imperial contra hombres, mujeres y niños indefensos.

Esta vez la preparación mediática fue insuficiente, apresurada por la desbandada inicial de los rebeldes y la inminente caída de Bengasi en manos del gobierno. Las primeras operaciones se dieron en medio de un cuidadoso desorden, por falta de un mando único capaz de coordinar desde declaraciones de prensa hasta bombardeos. Y una intriga mal montada no es intriga ni es nada.

“Desde los salones de Montezuma hasta las costas de Trípoli” (Inicio del Himno de los Marines).

Doscientos años de aventuras imperiales del gobierno yanqui le valieron enemistad, temor, rencor o desconfianza de la mayoría  de los habitantes del planeta.  La disolución de la Unión Soviética y el fin de la guerra fría fueron la oportunidad perdida por Estados Unidos para volver a ser “tierra de los libres y hogar de los valientes” y –ya sin la amenaza soviética- garantizar a los ciudadanos del mundo el respeto por sus derechos fundamentales que reconoce su Constitución. Pero ocurrió lo contrario, privó a 50 millones de inmigrantes latinos de esos derechos y, con la excusa de la “guerra al terror”, su Ley Patriota privó a sus propios ciudadanos de derechos y libertades, colocándolos en la precaria condición jurídica de los habitantes de cualquier país semicolonizado del 3er Mundo. Que el descontento por esto se exprese en Estados Unidos por la derecha o por la izquierda no es tan importante como que se exprese, en clara demostración de pérdida de consenso.

La guerra contra Libia, versión europea de la guerra contra Irán, se inició como una carrera hacia la destrucción, la “reconstrucción” y expoliación de ese país por una manada de lobos sedientos de dinero. Como Estados Unidos es su líder y modelo, tenía que seguirlos so pena de perder ese liderazgo, aún sin saber lo que obtendrá del despojo en el frenesí devorador europeo.

¿Cómo hará Obama para explicarse ante quienes le recuerdan que no tiene bajo su mando un ejército de uso personal (cpomo si ignoraran que es todo lo contrario) o ante quienes preguntan por los beneficios que dará esta guerra? Obama ocultará su agenda, pero siendo el único en declarar que sus tropas no pondrían una bota en Libia, es el único que puede ocuparla, por intermedio de Egipto su gran aliado en África del Norte. Mientras tanto, se limita a seguir los pasos de Ronald Reagan y su bombardeo de Trípoli y Bengasi en 1986.

EL REGRESO DE LUIS BONAPARTE

Los “analistas” anuncian que el francés Sarkozi será el gran ganador de esta intervención, justamente cuando su popularidad estaba tan baja como para montar un simulacro de “amenaza de extrema derecha” con encuestas favorables a la hija del fascista Le Pen. Pero esta guerra le creará más problemas en el frente interno, con los centenares de miles de jóvenes insumisos, árabes y norafricanos, cuya furia ilumina los suburbios de Francia. Un horizonte de gastos inútiles después del golpe inicial, un remake mediático-tecnológico de la aventura franco-británica de 1956 en el canal de Suez, se anuncia impopular como el original e igualmente destinado al fracaso.  

IL BUFONE

Italia invadió Libia en 1912 y trató infructuosamente de colonizarla durante 40 años, entregando a 100 mil italianos las tierras fértiles arrebatadas a los nacionales. Esta triste colonia duró hasta el 24 de diciembre de 1951, cuado Libia surgió como la primera nación independiente en el África colonial.

 Hoy Berlusconi disputa a Francia y al Reino Unido los despojos de Libia, cuando el “cadáver” no sólo no está frío sino que aún vive. Para Berlusconi sigue siendo el mismo juego de doblar la apuesta so pena de que descubren sus trampas. Pero ahora los italianos saben que Il Bufonesu no sólo roba, también mata.

LA BRIGADA LIGERA

El entusiasmo bélico del primer ministro británico Cameron está en razón inversa a su verdadera capacidad militar, pero el león inglés es el que mas ruge entre los predadores y entre los carroñeros –España, Turquía, Canadá, Suecia, etc.- atraídos por los restos del festín-matanza.

Pueden pasar muchas cosas: desembarco de un cuerpo de “asesores”, empleo de “contratistas” militares (léase mercenarios), larga guerra de baja intensidad, invasión egipcia, división de Libia en Tripolitania y Cirenaica, etc., pero ya los aliados perdieron la batalla de la credibilidad entre los rebeldes mismos,  las Naciones Unidas el poco prestigio que aún tenían, Obama las elecciones y todo derecho a su Premio Nobel de la Paz.

LO ESENCIAL SE VUELVE EVIDENTE  

Libia queda demasiado cerca para un cerco mediático efectivo. Día a día se desarma el mamotreto mediático que nada justifica y con el primer tanquero de crudo liviano que zarpó de Tobruk, todos pueden ver que lo único que lograron los rebeldes fue hundir la aguja en el cuello de Libia para que los vampiros chupen la sangre de su Patria..

rothegalo@hotmail.com



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Eduardo Rothe


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