Nacidos para expoliar y educados para engañar

¿Esas son las características que Sebastián Piñera exige a sus asesores, los cuales, según el ministro Hinzpeter, son ‘los mejores’ exponentes de la nueva derecha? El caso van Rysselberghe parece ratificarlo.  

EL PRESIDENTE de los Estados Unidos, Barack Obama, visitará nuestro país a finales del próximo mes de marzo. Ninguna duda cabe respecto de que el mandatario norteamericano posee suficiente información sobre los currículos de aquellos que serán sus interlocutores en Chile. Y ya que la CIA debe haberle entregado sus investigaciones, es un hecho entonces que el habitante de la Casa Blanca arribará a Pudahuel con lógica desconfianza.

La ‘nueva derecha’ –aquel inventillo demagogo que hoy está salpicado por engañifas e intentos de defraudación fiscal- demoró menos de un bimestre en demostrar cuán aventajada alumna ha sido del sempiterno maridaje de la derecha empresarial con la sedición, el fraude y la avaricia, independiente de la soberbia y clasista displicencia que los ultramontanos de la Alianza tienen del cumplimiento de la ley.

¿Sabrá ya Obama que Tatán Piñera manda la nada misma en La Moneda? ¡Claro que lo sabe! ¿Estará enterado el mandatario norteamericano respecto de cuál es el verdadero prontuario de algunas de las autoridades chilenas que conversarán con él? ¡También lo sabe! ¿Y contará con suficientes datos en cuanto al pasado ‘financiero’ del señor Piñera? ¡Por supuesto que sí!

“Puede que sea un hijo de puta…pero es nuestro hijo de puta”, manifestó hace muchos años el presidente gringo Franklin D. Roosevelt   respecto de Anastasio ‘Tacho’ Somoza, aquel sangriento y corrupto dictador nicaragüense cuyas tropelías fueron registradas por la Historia como acciones bestiales, propias solamente de un genocida, ladrón y loco desatado.

¿Qué pensará Barack Obama, en la intimidad de su alma,   respecto de Sebastián Piñera si hace sólo algunos meses la embajada gringa en Chile –según reveló “Wikileaks”- catalogó de muy mala manera a quien hoy es nuestro Presidente? Y si el mandatario estadounidense –como muchos suponemos- ha destinado tiempo suficiente para informarse del acontecer político de Pelotillehue, tiene que estar al tanto de la opinión emitida a un diario extranjero por el actual embajador chileno ante la OEA –el renegado mapuche Payacán- quien catalogó a Piñera de “imbécil”, y este premió tal acabado conocimiento del verdadero status de Tatán, nombrándolo en aquel inefable, cómodo y bien pago cargo en Washington, para que acompañe a ese otro renegado pelotillehuense (pero este lo es desde el punto de vista político e ideológico) que dirige la organización más inútil de América.

Barack Obama es consciente de la escasa capacidad de manejo político de Piñera, así como también debe tener claro que Tatán –en estos doce meses de gobierno- ha mostrado al país su personal adicción a la farándula, al egocentrismo, tanto como ha dado inequívocas y palpables muestras de una ignorancia supina en todas aquellas materias y asuntos que no dicen relación con negocios, chanchullos financieros y arreglines bursátiles. Tal es así que algunos chilenos –y me cuento entre ellos-  ya sospechan de la presencia de algún desequilibrio en el mate del mandatario, o en su defecto de una preocupante escasez de neuronas, tal como lo expuse en otro artículo cuya lectura me permito recomendar.

http://www.generacion80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=10928

Parece ser cuestión indesmentible. Se nos había advertido de ello, pero muchos hicieron mutis por el foro considerando que era mejor seguir simulando ser recién llegado desde las chacras y no hacerse problemas. Pero, el asunto pasó ya de castaño a oscuro y la leche fue derramada por los mismos que debían proteger su transporte hasta el local de venta. Hoy ya está prístino cuál es el liderazgo que maneja el país desde las penumbras. No es Sebastián Piñera, ni tampoco es su gabinete; ni siquiera es uno de sus ministros, ni algún empresario poderoso como Luksic, Angellini, Ibáñez, etc., …y menos aún lo es la coalición Alianza por Chile.

A este gobierno lo maneja ya indisimuladamente la sombra del pinochetismo chicaguiano a través del poder ecuménico de la UDI, partido que como bien sabemos siempre ha apoyado a delincuentes y asesinos, como Pinochet, Merino Castro, Mendoza Durán, Paul Schaeffer, Mamo Contreras, George W. Bush, y a predadores extranjeros como Barrick Gold, y a los españoles de las sanitarias, de la telefonía, de las eléctricas, de las autopistas, de la banca…y ahora también…a la mentirosa y frescolina Jacqueline van Rysselberghe.

Ladrón que defiende a ladrón, finalmente pisa el jabón. Y el porrazo es de novela. Pero en el ínterin ambos cacos se solazan disfrutando de su capacidad delictiva. No cabe duda que en estos menesteres la UDI cuenta ya con un doctorado y bien puede dedicarse a dictar cátedra al respecto. Si alguien pone en cartesiana y lógica duda lo mencionado recién, le invito a revisar paso a paso lo acontecido en el ‘caso van Rysselberghe’, en especial las declaraciones de la intendenta quien aseguró que el Seremi de la Vivienda (Región del Bio-Bio)  habríale dicho oficialmente que el proyecto (‘mula’, según la jerga juvenil en boga) podía avanzar porque contaba con el visto bueno oficioso del ministerio.

De ser ello cierto, la Intendenta tendría razón porque contaba entonces con el visto bueno oficioso del subsecretario Andrés Iacobelli, que es el encargado de las autorizaciones técnicas en estas materias. Pero, como ahora se manifestó -¡¡oh, sorpresa!!- que no hay documentos firmados respecto de aquello, y que al igual de lo acaecido con la papelería del edificio Alto Río (aquel que se desplomó el 27 de febrero del 2010 en Concepción), toda la documentación pertinente habríase extraviado en su trayecto Concepción-Santiago, las preguntas racionales, razonables e incluso obvias saltan de inmediato:

¿No es todo este asunto demasiado similar al procedimiento utilizado por las mafias de narcos y de trata de blancas y de blanqueo de dinero? ¿O, en su defecto, la ministra de la Vivienda, doña Magdalena Matte Lecaros, era y es un simple adorno tipo gomero en esa repartición pública, donde sus asesores y dependientes hacen las de quico y caco a sus espaldas sin que ella –pobrecita señora- jamás se percatara de lo que sucedía en su propia cartera?  Hoy, por cierto, doña Magdalena es la parte delgada del hilo, y por ahí pasó ya la tijera de los cabecillas UDI de “la omertá guzmaniana”.

Obama debe enterarse entonces que por estos rumbos, si parafraseamos a Franklin D. Rooselvelt, los verdaderos gobernantes le han señalado al país que “esta pájara es mitómana…pero es nuestra mitómana”. Seguir abundando en tal asunto sale sobrando. Ya está claro: para gobernar y mandar, los derechistas exigen la presencia de “los mejores”, ojalá con maestrías y doctorados en el exterior, pero prioritario y fundamental es que sean nacidos para expoliar y educados para engañar.

Piñera, Hinzpeter y la UDI acaban de confirmarlo, por tanto alea iacta est.  

rturoalejandro90@gmail.com



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Arturo Alejandro Muñoz


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