También en Yucatán, el estado más pacífico de la República en los últimos cien años, se catea con salvajismo

1. “Lo que sucedió anoche en La Casa de Todos, en el centro de Mérida, es casi seguro está pasando en muchas viviendas y negocios mexicanos y no se sabe, porque no se denuncia ante la desconfianza que se les tiene a las instituciones de derechos humanos; ni se publica, porque vende más la guerra antinarco. Eran las 9 y media de la noche del martes 7 de septiembre, terminábamos la reunión de varias organizaciones civiles: maestros de la CNTE en Yucatán, miembros de la CND en Mérida y el Kolectivo El Rebelde, para organizar la conmemoración del bicentenario de la independencia; varios ya se habían retirado, cuando irrumpieron intempestiva, violenta y arbitrariamente 6 hombres armados con pistolas tipo escuadra, encapuchados con pasamontañas y chalecos antibalas y al grito de ¡esto es un operativo!, nos obligaron a sentarnos en un rincón y revisaron bolsos y mochilas”.

2. Los seis tipos con movimientos militares bruscos encañonaron a Lorenzo Peraza, propietario de la peña La Casa de Todos, y mediante amenazas y mentadas de madre advirtieron a los que aún permanecían en el café que las reuniones estaban prohibidas en todo el país, en particular en Yucatán, pero sin decirnos por quién: por el gobierno de Mérida, por el de la entidad y por el gobierno federal. Dijeron que buscaban armas y droga cuando todo mundo sabe que ello se mueve entre los más grandes empresarios y políticos que viven en las residencias más grandes y lujosas del norte de la ciudad de Mérida. ¿No se han dado cuenta acaso que en los últimos 25 años se han levantado en la ciudad y en las playas gigantescos negocios con dinero que no se sabe de dónde vino y muchas veces sin clientela que justifique sus ganancias? ¿Se olvidan que muchos personajes de enorme capital han tomado la paz de Yucatán como paraíso?

3. Yucatán, una entidad de la República mexicana de dos millones de habitantes, ha sido en los últimos 100 años, el territorio más pacífico de los 31 estados y el DF de la nación. A pesar de ser el cuarto o quinto más miserable y desnutrido del país los trabajadores yucatecos parecen no pensar en ello, es decir, desviar su atención para ver pasar el tiempo con buena cara. Ocupa el estado uno de los primeros lugares en suicidios quizá porque cientos de miles de miserables que durante un siglo vivieron del trabajo del henequén, han descubierto esa salida como la menos peor. ¿Será la mejor manera de pasar a otra vida? De ello se han aprovechado gobernantes, empresarios y altos políticos para hacer muy buenos negocios en el estado, para reapropiarse de tierras que antes eran ejidos y para construir enormes mansiones en las playas muy lejos de los asaltos, asesinatos y secuestros que se viven en otras regiones del país.

4. No sé si los yucatecos pacíficos que ahora ven pasar el tiempo en los montes de Quintana Roo, Campeche y Yucatán –donde fueron masacrados al iniciarse el siglo XX decenas de miles de sus bisabuelos indígenas por considerarlos una amenaza permanente contra la “civilización”- sigan observando y sufriendo hambre (sin decir nada) hagan resurgir la gran “Guerra de Castas” que cumple 160 años. A pesar de no haberse manifestado durante siglo y medio no sabemos si junto con su enorme miseria también han acumulado odio que saquen a relucir cuando llegue la hora. Sin embargo Yucatán, hasta hoy es la entidad más inofensiva de la República y las agresiones, persecuciones y cateos de la policía y el ejército no tienen justificación alguna. ¿O será ya una política nacional donde ya nadie se salva de ser invadido en su domicilio? Yo creo que el fascista es Calderón, pero los gobernadores también ejecutan.

5. Lo menos que debe exigirse es que se investigue a los que ordenan esos cateos, las amenazas y persecuciones. La gobernadora y la alcaldesa de Mérida tienen la obligación de informarnos acerca de lo que sucede dentro del territorio que gobiernan. En el sexenio pasado el gobernador panista de Patrón Laviada hizo y deshizo a su antojo contando con todo el apoyo empresarial; pero el gobierno priísta de Ortega Cervera parece haber comenzado a recorrer el mismo camino de la corrupción y el autoritarismo. Habla la gobernadora de un nuevo PRI, impulsa a funcionarios jóvenes que no tengan la enorme cola putrefacta de los priístas muy jugados; sin embargo cambia las caras pero no los métodos y las formas que resultan sólo una copia de las antiguas. Ivonne Ortega tiene que investigar e informar para demostrar que –como dice y repite- es un gobierno distinto; de lo contrario estaría demostrando que es la misma mierda revolcada.

6. ¿Te imaginas en tu casa o en tu pequeño negocio a seis, 10 o 20 empistolados, con la cara cubierta, sometiéndote con golpes y patadas en los rincones del lugar y gritándote que te van a disparar y que lo mismo harán con tu familia? La Casa de Todos es, para los pocos izquierdistas del Estado, un magnífico espacio de libertad donde se puede convivir con los amigos alrededor de un café, un refresco y hasta de una cerveza. No es un negocio lucrativo y su propietario, quien apenas obtiene unos centavos con la venta de tortas y refrescos que le permiten mal vivir, goza satisfecho por el espacio que proporciona a sus amigos de varias décadas para reunirse y analizar los problemas de la entidad, de México y del mundo. Mientras la droga circula libremente en los círculos burgueses que incluso cuentan con amplia protección, La Casa de Todos está sometida a la más estricta vigilancia y ha sufrido por lo menos cinco cateos.

7. Los medios basura de información, de los que en Yucatán hay muchos que viven colgados de la ubre de las ubres del gobierno y los empresarios, se han dedicado a desprestigiar y difamar a La Casa de Todos porque “allí se reúnen los izquierdistas, los jóvenes punk y los anarco” Porque también allí se organizan las marchas y las manifestaciones de protesta que, aunque pocas, les han disgustado porque “en Yucatán no se requieren las protestas en las calles”. Si no se paran ese tipo de cateos, amenazas y represiones –como el realizado en La Casa de Todos de Mérida, Yucatán y varias casas de reunión en todo el país, pronto estaremos viendo una mayor cantidad de protestas. Por de pronto quizá deberían coordinarse todos los grupos que en los últimos años se han venido agrupando para garantizar una gran marcha de protesta en las calles de Mérida, cuidándonos desde luego de las provocaciones que el mismo gobierno podría organizar.

pedroe@cablered.net.mx



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Pedro Echeverría V.


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