El Socialismo del Siglo XXI y los nuevos seres republicanos

La puesta en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en Diciembre de 1999, señala en su artículo 3 que el “Estado tiene como fines esenciales la defensa, el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio DEMOCRÁTICO de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la PAZ,.. y que “La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.” Esto debe obligar al estado venezolano al replanteamiento de las orientaciones y definiciones de la acción de las prácticas que se manejan tradicionalmente.

Para que el nuevo SER REPUBLICANO emerja es necesario que exista mayor participación de la comunidad educativa y las propuestas deben abarcan desde el diseño de políticas centradas en la calidad académica, equidad social y educativa; partiendo de la concepción social de la educación para desarrollar el talento creador en los ciudadanos, proporcionando iguales oportunidades para recibir una educación de calidad indiferentemente desde el punto de vista de las condiciones sociales, económicas, culturales entre otras. Debemos mirar a fondo el contexto histórico-social de la sociedad y el país que realmente queremos construir, caracterizando sus diversas Implicaciones políticas y educativas, para la claridad de los nexos que posee todo proyecto de cambio pedagógico, con las determinaciones económicas, políticas, sociales, religiosas, científicas, artísticas y culturales.

Además, la educación del nuevo SER en relación a sus metas y fines, debe perseguir, primero la materialización de una educación integral y de calidad que reivindique la diversidad étnica y la interculturalidad, como parte de la memoria histórica de nuestra AMADA VENEZUELA. En segundo término debe tener como fin la formación en, por y para el trabajo, concebida desde una perspectiva multidisciplinaria en la que la investigación ocupe un lugar preponderante como eje formativo y promueva las innovaciones tecnológicas o la adecuada transferencia y adaptación de las tecnologías foráneas a nuestro contexto particular. Es decir, debemos tratar de formar estudiantes con capacidades investigativas que permitan la construcción de la SOBERANÍA COGNITIVA, tanto del individuo como de la REPUBLICA.

En tercer lugar, debe perseguir la formación en, por y para la DEMOCRÁCIA a través del desarrollo de una nueva cultura política, que promueva un modelo de gestión de los asuntos públicos bajo el precepto de la corresponsabilidad. Igualmente, es de esperar que la siembra de ciudadanía fomente el conocimiento y la ejecución de deberes y derechos, así como la concientización relativa a la participación ciudadana.

Lamentablemente siempre pensamos de nosotros mismos lo mejor, jamás se nos ocurre comprender que no poseemos autentica individualidad, conciencia despierta, voluntad LIBRE y SOBERANA. Si fueramos conscientes, si despertaramos de tantos sueños y fantasías , encontraríamos en este siglo XXI al verdadero, legítimo y auténtico REPUBLICANO. Porque para cambiar realmente nuestras vidas, debemos empezar por ser SINCEROS con nosotros mismos, haciendonos un INVENTARIO PSICOLÓGICO a fin de saber que nos sobra y que nos falta.


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Yrne Gil Mata

Físico. Dr. en Educación. Miembro de la Milicia Bolivariana.

 yrnegil@gmail.com

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