Dos Explotadores, Una Lucha de clases

Ya hemos escrito sobre los inversionistas políticos y sobre los inv.
mercantiles contemporáneos dedicados a la obtención de ganancias por vías
extracapitalistas y hasta precapitalistas. Forman una subclase burguesa que
actúa como frente de choque contra todo conato de independencia económica
por parte de países y gobiernos de avanzada revolucionaria.

Eso significa que algunos empresarios se dedican a la usura, al
acaparamiento de mercancías vitales. Otros se dedican a actividades
morbosas como las narcomercancías y afines, la trata de blanca, etc., a la
especulación.

Otros pocos empresarios, los más poderosos, aquellos que controlan
directamente el Estado y sus Fuerzas Armadas, se dedican subrepticia o
descaradamente al saqueo de riquezas de países más débiles. Estas
actividades las han venido practicando desde los tiempos mismos de la
esclavitud y feudalidad. Son las familias dueñas de los países imperialistas
que, por cierto, durante los últimos 200 años solemos confundirlos con
Imperialismo derivado de la evolución del sistema y representa la fase
culminante del Capitalismo Desarrollado.

Esas prácticas insanas extrasalariales tienen como contraparte las medidas
condenatorias populistas que adoptan todas las legislaciones burguesas.
Los capitalistas ordinarios, aquellos dedicados a la contrata de
asalariados, son muy sigilosos en la condena de esas explotaciones
anticapitalistas, por ser abusos y prácticas indeseables desde los tiempos
bíblicos.

Sábese que la conquista de mercados por vía tecnológica y con la penetración
de innovaciones mercantiles y sus correspondientes inversiones industriales
ha sido siempre bien recibida por todos los países que muestran rezago
técnico y carencia de capital para el montaje de empresas maquinizadas y
procesadoras de materias primas nacionales o importadas. El Endeudamiento
Público ha sido el corolario de este tipo de penetración burguesa
financiera. Ese desarrollo industrial "nacionalista" no pasa de ser una
ampliación del capitalismo imperialista dada la dependencia que supone
semejante desarrollo industrial frente a los países ya desarrollados.

Entre sus mecanismos políticos de lucha propios del explotador no
capitalista se hallan el malquistamiento social y la división de la sociedad
en partidos políticos y variantes religiosas. También fraccionan a los
trabajadores en gremios sin conexión entre sí. Han promovido guerras
civiles dentro de cada país, y guerras regionales y mundiales. Digamos que
se mueven según concepciones geopolíticas medioevales.

Todas esas malas prácticas fueron frecuentes y comunes hasta la llegada
del explotador burgués o capitalista.

Este sistema cobró prioridad frente a todas esas formas de explotación
precedentes visiblemente muy oprobiosas y antipopulares, pero estas han
seguido sirviendo para ocultar la base económica del sistema social. Hoy
por hoy se tiene conocimiento de la propiedad actual de unos 27 millones de
esclavos en funciones.

Con la llegada de los creadores de la Economía Científica se empezó a poner
en claro que las sociedades no son homogéneas y que dentro de las
agrupaciones sociales hay siempre dos de ellas que son básicas porque
responden a la Estructura Económica. De manera que al lado de aquellas
prácticas indeseables están las clases de los capitalistas y asalariados.
Sólo entre estas dos clases principales se daría la lucha de clases.

marmac@cantv.net


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Manuel C. Martínez M.


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