El tercer País

Dos países: el país de los oportunistas, de los ricos y aspirantes a ricos, y el país de los manipulados, de los arreados, de los pobres.

Dos países: el país que se pone en venta por los oportunistas en la cumbre de los BRICS o al grupo de los 7, a quien pague, no importa de donde vengan los capitales con sus capitalistas. Para estos desesperados no importa lo que se tenga que dar a cambio para atraer inversiones: hierro,  oro, diamantes, coltán, petróleo, tierras, selvas, agua potable, islas, pueblos enteros; no importa entregar la soberanía, la dignidad, suspender el Estado,  disolver la nacionalidad… Y el otro país, el que nunca llegará a ver esa riqueza, el país pobre, pasivo,  que espera para ser esclavizado, saqueado, vejado, humillado y trozado en pedacitos, dejando a sus habitantes sin nación, sin patria.

El país “prevenido al  bate” no aparece. Es el que  fundó Bolívar, el de nuestra nacionalidad, el país digno y rebelde que se resiste a ser esclavizado, el de Chávez. La Venezuela rebelde fue traicionada  por Maduro y Diosdado. Con el  cuento de la “guerra económica”, vencer el bloqueo y las sanciones entregaron todo a los empresarios, al capitalismo, con esa excusa violan la constitución, fabricando más ricos y nuevoricos  sobre el  sacrificio de los trabajadores y los que nada tienen… Esos que hablan de los “excesos de Chávez”, que “actualizaron” el Plan de la Patria, de la nueva “burguesía revolucionaria”; ¡decididos a domesticar al tiburón!

Hay un tercer país que representa la opción del socialismo frente al capitalismo. Por razones sanitarias el país socialista se propone salir de Maduro y su  gobierno y frenar la codicia de la oposición mayamera. Hay un tercer país que  advierte sobre el fascismo en Venezuela, el cual está cada vez más  cerca porque nadie parece darse cuenta el narcótico que esconden las promesas electorales de paz, progreso, salvación, democracia, libertad. Sin una verdadera revolución, si no nos rebelamos, el fascismo terminará de envenenar el espíritu de un pueblo menguado de desengaños y mentiras.

El tercer país en cualquier momento reacciona. Tiene consciencia de la encrucijada verdadera, que no hay opciones entre dos derechas, entre  dos formas de opresión capitalistas, la del gobierno madurista y la que viene apoyada desde Washington, es el país que se resiste al fascismo desde ya,  que debe reaccionar desde ahora, ¡queda un año para convocar a los socialistas y chavistas conscientes y auténticos a la resistencia!

En política hay dos opciones, la barbarie capitalista o el socialismo. Pero en la Venezuela de hoy la comedia, el show electoral de la democracia burguesa, ofrece dos candidaturas que representan una solo opción, la opción de la barbarie capitalista, más o menos cruenta, reformista o claramente salvaje, sin embargo el resultado siempre es el mismo, sin matices. Cuando  hablamos del tercer país nos referimos a ese que aún no se ha manifestado en las calles a favor de un cambio radical de sistema,  frente a las falsas soluciones del capitalismo de Maduro y sus técnicos.

 

 Recordamos lo que hace Maduro simulando una especie de fórmula novedosa para el “desarrollo humano”, pasando  primero por el “desarrollo inhumano capitalista” – distrayendo a sus electores potenciales de los  acuerdos secretos; del desastre en el Arco Minero, de las consecuencias que tendrán la instalación de las ZEE sobre nuestra soberanía, de la privatización del país (empresas, playas, islas, pueblos…),  lanzando “bombas de humo” para que nadie se acuerde de la fuga de Tarek El Aissami…, distrayendo con fantasmas de traiciones y traidores, el fantasma de la guerra económica, las sanciones y el bloqueo, y entreteniéndolos con la televisión más mala del mundo y las narco redes sociales –. 

No es fácil sacudirse las estupideces de la vida política nacional, o no caer en la provocación del circo electoral, hay que abrir una brecha de conciencia, estamos al borde de perderlo todo como nación, como pueblo. Un puñado de megalómanos no se puede imponer a nuestra historia, a los sueños y esfuerzos por nuestra independencia de Bolívar y Chávez, que lucharon por la paz con justicia e igualdad, donde cada quien reciba lo que necesite y se le exija a cada quien según sus capacidades, sin privilegios, sin trampas, sin secretos y pactos oscuros. Un grupo de petulantes no puede  adueñarse de nuevo de nuestro destino sin resistencia,  de forma pasiva, vergonzosa, hay que pelear. 

Existe  una crisis en el gobierno, los militares están prevenidos, Diosdado y Maduro están asustados y en campaña electoral desde ahora para el próximo año, la otra derecha tendrá sus primarias y un candidato o candidata, punta de lanza del  imperio, sea legal o no; Diosdado lo sabe... Así mismo los socialistas debemos hacer lo nuestro, proponer o poner nuestros candidatos chavistas, nuestros líderes en la calle, el Plan de la Patria, el programa de acción política de Chávez que nunca se llevó a cabo, que fue adulterado en secreto… y que sin embargo nunca se hizo realidad. El Plan de la Patria es el programa socialista pendiente que nos legó Chávez, da continuidad a su gestión agitada, infectada de aprovechadores y traidores, que no obstante,  a su muerte, dejó un saldo positivo para el país y para la sociedad.

 

 ¡PATRIA SOCIALISTA O NADA!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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