Socialismo reflexivo (XXXII)

Construyendo el poder desde las bases.
Una nueva nación construimos a partir de la perspectiva del quinto motor
cuando nuestro líder señala la necesidad de la explosión del poder comunal,
que no es otra cosa, que la edificación estructural de la democracia
participativa, protagónica, revolucionaria y socialista bolivariana.
¿Pero, en realidad todos conocemos este género y esta alternativa popular?
En Latinoamérica, en el periodo de implantación de ese modelo bestial como
ha sido el neoliberalismo, con la consiguiente perennidad de la aplicación
de sus “planes estructurales de ajustes”, hemos venido observando como
nuestros pueblos se han despertado desatando una explosión de movimientos
resistentes contra esas deshumanizadas políticas imperiales.

Nuevos actores y actoras sociales, se han unido a la rebelión
revolucionaria, para participar de un modo definitivo en las revueltas
populares espontáneas, lo que ha dado como resultado la creación de cambios
políticos en varias naciones latinas y del caribe. Venezuela hoy al calor de
una revolución estratégica, pacifica y basada en la doctrina de Bolívar, se
lanza en lucha por la liberación, la pobreza, la miseria, la esclavitud y el
“subdesarrollo” (esta ultima palabra sacada con elegancia a partir de
finalizada la segunda guerra mundial para no llamarnos de frente
“retardados”). Nuestra revolución surge con el firme propósito de trabajar
por la recuperación de todo lo que hemos perdido y con la firme intención de
construir las bases de una nueva republica, buscando una mejor vida con
justicia, libertad e igualdad, acercándola a la participación para construir
la base comunitaria en la región.

El poder comunal es la construcción de la red de organizaciones sociales que
son plataforma, columna vertebral, en la revolución socialista bolivariana
para los planes y políticas que conlleven al ejercicio del poder y de la
defensa de la democracia participativa que sirva de sostenimiento para
nuestro propio desarrollo humano sostenible, integral de todo el pueblo.
Además tiene como tarea especifica la promoción y trabajo por la integración
latinoamericana y del caribe. Mas adelante este poder comunal bolivariano
debe convertirse en una confederación continental, con fuerza, para que se
pueda enfrentar a esa tesis reformista (que el imperio vende como doctrina
económica) del gran capital que como sistema mundial, actúa descaradamente
como la nueva guerra colonialista que conquista y aplasta a nuestras
naciones, saqueándolas, robándolas, violándolas y ultrajándolas, en una
forma depredadora y silenciosa. De ahí, que la nueva esperanza, no solo para
Venezuela, sino para ese llamado “tercer mundo”, es la organización del
poder comunal continental. Al imperio hay que enfrentarlo en la peor y mas
cruel de todas las guerras que haya tenido la humanidad, esa que libra el
neoliberalismo en todas partes y por todos los medios, esa que se apodera de
nuestra energía, de tierra, de todo recurso natural estratégico, la que
controla hombres para un futuro infernal de enfrentamientos internos. Así es
que a prepararnos porque ahora es que comenzamos.

vrodriguez297@hotmail.com


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Victor J. Rodriguez Calderón


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