No hay otro imperio distinto al capitalismo, y no se enfrenta con leyes tontas

La lógica del capital se ha impuesto en el mundo por encima de la sociedad. El llamado socialismo nórdico ya se acabó. Se acabó en Inglaterra en 1979 con Margaret Thacher y el "Shock Milton Friedman", y ha desaparecido en Suecia, Noruega y Dinamarca; es decir, la seguridad social ahora es un negocio muy bueno en esos países. Ahora se están emparejando todos en una sola lógica, la lógica del capital.

Todo se privatiza y la sociedad se hace cada vez más violenta. En China y Rusia es igual. Las mismas mafias, los mismos burdeles, la misma pornografía infantil y explotación de migrantes, de africanos, de europeos orientales y latinoamericanos. No hay mucha diferencia con los EEUU (o Francia, o Italia, España, o Japón), el mundo se ha vuelto una mierda de forma pareja, y el resto no cuenta. En ese resto estamos los habitantes de Venezuela, Colombia, Ecuador, etc. desde Chile hasta México… y África…

Los imperios solo son potencias tecnológicas y militares con intereses encontrados. Por encima de ellos están las distintas oligarquías manejando los hilos de la economía, las guerras, el tráfico de alimentos y recursos energéticos. Frente al mundo capitalista (o debajo) están los pueblos. Está la sociedad desmembrada en miles de individuos tratando desesperadamente de sobrevivir a la muerte, a las enfermedades y el hambre. Migrantes que se juegan la vida por la vida, familias vueltas pedazos, sociedades completas desapareciendo, países que nacen y otros que desaparecen en solo meses, por obra y gracia de las corporaciones y las potencias; culturas y pueblos en peligro de extinción, como loros o marsupiales.

¿Por qué el socialismo? Porque es lo único en este momento que puede restituir de nuevo a los pueblos, restituir las sociedades sobre la base de intereses comunes de las mayorías errantes. Desligar nuestras necesidades existenciales de las necesidades del 1 %, anodino y ocioso, que gobierna en el mundo.

El socialismo puede hacer renacer culturas perdidas, naciones enteras destrozadas por las guerras y las intrigas creadas por la ambición capitalista. El socialismo puede hacer que la causa humana enfrente al capital y lo domeñe, lo desaparezca como ideología y mecánica de poder – Cuantas causa falsa, facciones seudo religiosas, nacionalismos de mentira, creados solo para disolver naciones, para despojarlas de sus riquezas y saquear sus tesoros para venderlos o exhibirlos como adornos a la opulencia de los ricos y los reyes de revistas, sin sustancia, sin músculos –. Lo único que puede hacer frente a la disolución de las humanidades y de la humanidad y la vida, es el socialismo.

El socialismo es a lo que teme el capitalismo y sus operadores más lúcidos, sus "tanques pensantes" (esa "enfermedad mental" cultivada en las universidades más prestigiosas de occidente, ese "atajo de locos"). El socialismo y el comunismo han sido las ideas más calumniadas y falsificadas en el mundo occidental capitalista y en sus sub mundo lumpen marginal.

En Venezuela basta hablar del tema con cualquier heredero perejimenista, adeco, liberal, copeyano y sus derivados –incluyendo a los reformista socialdemócratas del PSUV –, o traficante de drogas o gasolina, para que salten de horror, sin saber, sin tener la más puta idea de lo que significan tales ideas, y sin mostrar ningún interés en saberlo; solo pegan el brinco. Este escama ha sido inculcada como prejuicio en nuestra cultura pitiyanky desde aquel himno del panamericanismo en el patio de la escuela, hasta las series de televisión y películas de Netflix – los ingleses están especialmente obcecados con la maldad del fantasma del comunismo (¡y con los Rusos!, ¿? ¡vaya usted a saber por qué!, son iguales); es decir, están claros, saben cual es el verdadero enemigo del capitalismo y las monarquías fétidas, como la de ellos, que la deben cargar a todos lados una gran garrapata–.

En medio de este panorama Nicolás Maduro (y sus cómplices) abandona la lucha por el socialismo; después de Chávez y su sacrificio se entrega a sus pasiones personales por el poder y cuales sean sus otras inclinaciones. Sin muchos escrúpulos usó la oportunidad que le dio el destino para entregar "todo" a los capitalistas, al capitalismo, a la lógica del capital. Torció todo lo pudo el pensamiento de Chávez y el sentido del socialismo para ponerlo a su servicio, para manipular al pueblo chavista, a la base social que formó Chávez en 12 años de lucha (de empeño angustioso, de educación), la misma que los colocó y los han sostenido en el poder, más con chantajes y manipulaciones que con política; pura publicidad y mentiras.

La única ley anti bloqueo y anti imperio es la ley de la revolución socialista. Debemos volver, pero por el camino del socialismo, rescatar su prestigio frente a los pueblos del mundo para salvar a Venezuela y la humanidad; rescatar las culturas, las naciones, los pueblos que hoy fenecen en una diáspora universal humana, la cual está abandonando de hambre y violencia sus tierras y el planeta para el provecho de los últimos depredadores, antes de que toque la hora final.

La lucha por la independencia y el socialismo se hace con socialismo, se hace luchando, en la calle, alzando la voz, discutiendo, escribiendo, comunicando, estudiando, acumulando conocimiento, con conciencia, ¡despiertos!, no con leyes tontas, con trampas.

¡Volvamos a retomar el Plan de la Patria original ¡No a la trampa de la ley antibloqueo! ¡Viva Chávez!


 



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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