El viejo “Tigre” que sin garras desea rasguñar

Acabamos de ver la entrevista que se le hiciera este lunes, por Globovisión, a "El Tigre" Eduardo Fernández, que por su longevidad y sin ánimo de ofenderlo sentimos que ya ni siquiera rasguña o mucho menos hiere.

La intervención de Fernández, y por qué no decirlo, la vimos claramente como un comodín, porque de hecho no supo disimularlo, con la firme idea de buscar el apreció de ese personaje que muchos insensatos de la oposición extremista llaman presidente (e) de Venezuela, pero que otros lo conocemos por sus cuestionables andanzas como "Juanito Alimaña".

Parco y sin ánimo de hablar -y eso se entiende- vimos a un Fernández poco convincente y encerrado en su propio discurso, que nos dejó un claro sabor a amargo durante el transcurrir de la entrevista.

Fernández ciertamente coincide que para salir de la crisis que vive el país hay que llegar a un diálogo o a un acuerdo entre los factores antagónicos que cubren la escena política del país, porque de lo contrario -y estas son palabras nuestras- estaríamos a las puertas, como de hecho sentimos que ya estamos, de tener que enfrentar una confrontación con consecuencias por demás insospechadas.

Fernández, siendo poco objetivo pero actuando como todo un zorro viejo de la política, comenzó hacer señalamientos a lo largo de la entrevista de todo aquello que afecta a las familias venezolanas, sin tomar en cuenta las responsabilidades que en la misma tiene, precisamente, la oposición, por lo que optó por acusar de todos los males que sufre el país al gobierno.

De manera soterrada el viejo tigre dejó escapar que sigue al frente del Centro de Políticas Públicas (Ifedec), con 50 años de fundado, que está abocado a formar nuevos líderes para dirigir la administración pública, lo cual le permitió, así como así, ponerlo a la orden del gobierno, no creemos que gratuitamente.

Después de escupir sapos y culebras en contra del gobierno, por su supuesta incapacidad, Fernández no la pensó dos veces para contestar que está completamente a la orden de "Juanito Alimaña", si éste tiene a bien tomarlo en cuenta para lo que sea y el tiempo que sea necesario.

Está claro que Fernández y así lo demostró no es de esas personas que le importe mucho el qué dirán de la gente, y decimos esto porque dejó en claro que estaría dispuesto ponerse a las órdenes de "Juanito Alimaña", sin importar que dicho personaje sea amigo o aliado de escorias que representan el crimen y el narcotráfico en Colombia.


¿Qué le interesa a Fernández?. Al parecer solo desea que lo pongan en donde hay, pues no se explica como un personaje de su talla diga públicamente que está dispuesto a seguir a un sujeto que no solo ha violado las leyes y el estado de derecho en el país, sino que ha demostrado que disfruta de la corrupción y del mundo delincuencial. "Dime con quién andas y te diré quien eres".

Si bien una buena parte del país, incluyéndonos, vio con buenos ojos que Fernández se sumara a la Mesa de Diálogo Nacional, esa misma gente ve hoy en día que el viejo tigre anda a la caza de una madriguera en donde ir a retirarse y morir tranquilo.

Eso que dijo Fernández que apoya el diálogo y el llamado que hizo el presidente Nicolás Maduro para preservar la paz, pero al mismo tiempo diga que le gustaría trabajar al lado de "Juanito Alimaña", es toda una contradicción y deja mucho que desear, si entendemos que el reprochable personaje que dice ser presidente (e) de Venezuela es el primero que pide sanciones y una intervención armada en contra de Venezuela.

De verdad que hoy me sumo a esas personas que son poco comedidas cuando llaman dinosaurios a los políticos de la vieja guardia a través de las redes sociales, porque en el caso de Fernández está demostrado que desea rasguñar, cuando todo el país sabe que no le quedan garras para hacerlo.

A propósito, sin ánimos de querer formar parte de su entorno, si es que desea de nuevo ser candidato presidencial, me quedo mil veces con Claudio Fermín, que hasta ahora ha demostrado un discurso coherente y equilibrado con respecto a la situación que vive el país, antes que con ese tigre, que ni colmillos le quedan.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1772 veces.



Italo Urdaneta

Periodista, historiador y profesor universitario

 italourdaneta@gmail.com

Visite el perfil de Italo Urdaneta para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: