La historia que no debemos olvidar (X)

Venezuela a partir del gobierno de Rómulo Betancourt pasa a ser un país controlado militarmente, ejerciendo el dominio hegemónico desde las esferas del Imperio Yanki, quien motoriza desde la Casa Blanca y el Pentágono la política nacional, mediante la doctrina de dominación y explotación capitalista, imponiéndose el terrorismo de estado, tal como lo plantea Elia Olivera Espinoza (2012), que en esta entrega hago un extracto textual de algunos párrafo de su obra, donde podemos darnos cuenta de las atrocidades cometidas durante los gobiernos de la Cuarta República que no es otra cosa que la notoria implantación del terrorismo por parte del Estado a través de sus instituciones represivas:

"El movimiento revolucionario y popular le correspondió librar una lucha en medio de un terrorismo de Estado. Esto se refleja en dominio militar sobre la actividad civil, predominio por parte del Gobierno sobre los valores bélicos en la sociedad. Esto se manifiesta en la suspensión de las garantías constitucionales, represión desproporcionada hacia el movimiento popular y revolucionario, torturas, muertes, detenciones, cercos militares en los liceos, universidades y barriadas populares como el caso de los allanamientos masivos en el 23 de Enero, Lomas de Urdaneta, El Guarataro, San Agustín El Cementerio, Propatria. Para ilustrar esta afirmación basta observar cifras donde consta que sólo en el mes de enero de 1962, asesinaron a 35 personas en manifestaciones, hubo 202 heridos y 1053 detenidos. Para este momento, aún los grupos armados no habían comenzado a actuar.

Al mismo tiempo se desataban campañas de terror psicológico hacia la población, manifestada en una represión generalizada, redadas permanentes en los barrios más combativos, toma militar por parte de los cuerpos policiales de estas barriadas con un gran despliegue de funcionarios militares, que llegaban en algunos momentos a convertirse en "estado de sitio" donde la población no podía salir ni entrar, o a través de campañas como la del día 1 de mayo de 1962 que llamaban a los trabajadores "… si estas contra el extremismo, pon la bandera de Venezuela el 1 de mayo".

Estos "estados de sitio" se declaraban regularmente en zonas donde se desarrollaban luchas laborales como la Zona del Hierro o San Cristóbal con la huelga del transporte (…).

Esta política se expresó también en la criminalización de los problemas sociales. En lugar de diseñar una política de empleo ante el grave problema de desempleo, se aplicó la Ley de Vagos y Maleantes, un instrumento de represión social que permitía sancionar sin fórmula de juicio a los ciudadanos desempleados, o sin techo, y para enviar a las cárceles a detenidos durante las protestas o sospechosos de participar en ellas. Así se produjo la criminalización de los problemas sociales, pues en lugar de darles trabajo a los desempleados, con la aplicación de esa inconstitucional norma, se les envió sin proceso ni posibilidad de defensa jurídica a hacer trabajos forzados a los peores centros de reclusión penitenciaria del país, entre ellos a las tristemente célebres colonias del Dorado.

Esta política de terrorismo de Estado se fue imponiendo ante la población para que la militarización fuera vista como algo normal tanto en el campo como en la ciudad, se tuviera temor a participar en las luchas sociales y se viese a los que participaran en ella como apátridas, criminales y subversivos. La política es vista como una extensión de la guerra y el ámbito de debate público cada día es más reducido. Se trata de hacer ver la militarización como algo normal, como una fuerza pedagógica poderosa, que da forma a nuestras vidas, recuerdos y experiencias diarias, mientras borra todo sentimiento de solidaridad, de compañerismo, de democracia y justicia.

Esto lleva a que las comunidades no reaccionen ante los allanamientos, detenciones y torturas de sus vecinos "... porque ellos se lo buscaron". La violencia represiva fue presentada como la única solución de todo tipo de problemas. Estábamos bajo un terrorismo de Estado, cuyo fundamento teórico se encuentra en la llamada Doctrina de Seguridad Nacional, cuyas prácticas se concretan en las operaciones de contra insurgencia, con el propósito manifiesto de aniquilar los grupos revolucionarios y populares. Como consecuencia de esta política represiva de terrorismo de Estado a los partidos de izquierda (PCV y MIR), se les dificultó el desarrollo de una política que permitiera combinar diferentes formas de lucha y en especial las luchas de carácter legal que hubiesen impedido su aislamiento como vanguardia revolucionaria". (La lucha social y la lucha armada en Venezuela Págs. 45, 46 y 47).

Si bien es cierto que hoy nuestra patria vive una grave crisis, producto del bloqueo internacional, y la acción apátrida de la cúpula opositora venezolana, en complicidad con las más rancias oligarquías gobernantes latinoamericanas, el gobierno estadounidense, la OEA, la Unión Europea, etcétera, que se han confabulado en esta guerra económica contra los venezolanos, el Gobierno Revolucionario ha dado contundentes muestras de apoyo solidario al pueblo, implementando medidas que han venido aplacado visiblemente las calamidades que el pueblo ha sabido soportar con dignidad, depositando la confianza en el Presidente Nicolás Maduro, lo cual ha quedado fehacientemente expresado por la voluntad popular, en el reciente triunfo electoral del 20 de mayo y el fracaso rotundo de la oposición, que en sus desespero por sus constantes derrotas electorales, y su mal comportamiento político, se ha lanzado a tristes aventuras, como el magnicidio frustrado, los planes de golpes de estado, desestabilización de la economía y su anhelada intervención militar que le han pedido a gritos al imperio, y cuando digo oposición me refiero a las cúpulas de vagabundos, guarimberos que atentan contra la paz de todos los venezolanos, no a los engañados del pueblo que siguen las señas de sus propios esbirros, que someten al pueblo a calamidades inducidas por ellos.

LA OPOSICIÓN APATRIDA QUE GOBERNÓ A VENEZUELA DURANTE LA CUARTA REPUBLICA, ¡NO VOLVERÁ!

HASTA LA PROXIMA ENTREGA.

 

reinaldoc06@gmail.com



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