Luis Brito García, no es verdad lo que dijiste

Meterse con Luis Brito García, uno no corre el riesgo de secarse, pero corre efectivamente un riesgo. No voy a huirle a la amenaza y a la tentación de meterme otra vez con él dada la situación que me produjo leer dos veces su antepenúltimo artículo (Conoce a tu enemigo[i]).

En este artículo, LBG afirma dos situaciones que me interesa discutir. Una no es verdad y la otra es una media verdad. LBG le echa mano a una frase de Sun Tzu que dice: "Conoce a tu enemigo y ganarás cien batallas". No es suficiente conocer al enemigo, pues además de ese conocimiento que es muy importante, es necesario disponer y tener a la mano otros detallitos, que no son tan importantes pero juegan su papel en un conflicto o en una determinada circunstancias.

Si nos ubicamos en el terreno de Venezuela, por los discursos que uno oye, los líderes del proceso conocen aparentemente al enemigo. Además de conocerlo aparentemente tenían referencias muy precisas cómo iban a operar en su tarea de reducir las posibilidades de llevar a buen puerto el proceso revolucionario. Conocen al enemigo y sabían o debían saber, cómo venían. Hace apenas unos días, se cumplieron 45 años del golpe de Estado en Chile y el librito que aplicaron allá con sus variantes, es el mismo que están aplicando en Venezuela.

En Chile la confrontación fue cruenta. En Venezuela y con una "guerra económica" los que conocen al enemigo les dieron los cañones (dólares) a los peones del enemigo y estamos haciendo una guerra que se parece bastante a una comiquita.

Yo supongo por ejemplo, que Vietnam no se parecía en nada a Venezuela. Vietnam sin embargo, fue a esa guerra conociendo al enemigo pero asegurándose de tener las condiciones para hacerla. No tenía las armas del enemigo, pero supo crear las condiciones para superar esas limitaciones. Los túneles por ejemplo, fue una manera de preservar su recurso más importante para esa guerra: El hombre. Sabía que el enemigo tenía armas muy sofisticadas, pero partía de la idea, que el hombre y su moral era crucial. La Dirección política "conociendo" al enemigo, se le pasó por alto que el enemigo también conocía las debilidades morales y ética del a adversario y dejo ese frente abierto totalmente.

Supo también, pequeño detallito, que la producción agrícola era un factor importante para mantener y continuar la guerra y le colocó especial atención a ese detallito. La resistencia dependía del problema agrario y afinco su esfuerzo en eso. La dirección política "conoce" al enemigo, pero se le olvido (después de Chávez) que con una economía de puerto y una entregadera de dólares sin ningún control y seguimiento, también se la hacía un boquete al proyecto.

LBG en este antepenúltimo artículo nos dijo: "El enemigo nos está matando, pero no te voy a decir quién es, no sea que le haga daño". No es verdad. El gobierno nos ha dicho en cientos de cadenas quién es el enemigo. No es verdad, que se haya guardado su nombre para que no le hagamos daño. A cada rato pegan gritos señalándonos ese enemigo. Sin embargo, nada o muy poco interés han colocado para decirnos de los enemigos internos que están dentro del proceso y que efectivamente han servido (y mucho) a los planes del enemigo, que supuestamente conocen.

Si conocen al enemigo, cómo es que le han dado tantas comodidades en sus negocios y resguardado sus intereses.

[i] https://www.aporrea.org/actualidad/a269278.html

 

 



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Amaranta Rojas


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