El desalojo a Earle Herrera, VTV, El Nacional y los intelectuales

Para una margariteña de mi época, una hamaca guindada bajo dos matas de mango es como una suite en un hotel cinco estrellas. Agréguela a ese gustazo de estar enchinchorrao bajo dos matas de mango, un sancocho de pica tierra, justo al punto del medio día y servido en totuma, con chimbombo y un poquito de achote para que el caldo tome un colorcito.

Hace ya más de un mes, le cursé a mi casi paisano Earle Herrera una invitación para que se viniera a mi pequeño fundo en la mesa de Guanipa a pasar el trauma del desalojo de su kiosco en hamaca y con este sancocho de pica tierra. No he tenido respuesta. Pensé que en su paso por "José Vicente Hoy", hace ya unos días, el amigo Earle Herrera me mandaría saludos y me confirmaría la visita pero también me quedé esperando.

Lo cierto es que llevo varios domingos en filas sintonizando a VTV para ver si abren el Kiosco Veraz pero nada. Tengo el palpito, que al amigo Earle, le dieron un poco del purgante que obligadamente le suministraron al periodista Jordán que estuvo por un tiempo en "Tres y Dos".

A decir verdad, no me incomoda mucho la dosis de purgante que le aplicaron al amigo y casi paisano Earle Herrera, pues VTV no es siquiera de los chavistas. VTV son de "argunos" chavistas y por lo tanto, estamos como obligado a respetar esta modalidad sui generis de propiedad privada sobre lo público, no establecido en la constitución.

Incomoda en lo personal, la poco o para ser muy precisa, la nula solidaridad que supongo (siempre suponiendo) no ha recibido Earle Herrera, que no es un personaje cualquiera. Es un personaje, que hasta donde he podido saber, es un militante de ha sostenido una auténtico periodismo y con las ideas de cambios por un mejor país.

Cuesta y mucho observar, el silencio y la falta de solidaridad que la cremita de la intelectualidad de izquierda ha asumido ante el desalojo de Earle Herrera de su Kiosco Veraz. Cuesta mucho, si incluimos en ese costo, el justificado escándalo que muchos intelectuales (incluyendo a Earle Herrera) formaron cuando El Nazinacional desalojó de sus páginas de opinión a muchos de estos intelectuales que hoy no parecen ni tener voz ni sentir, que este desalojo de Earle Herrera del Kiosco Veraz, es exactamente un clon del desalojo que hace ya varios años produjo El Nazinacional.

Me retumba como un relámpago del Catatumbo en la pata de la oreja, ese comentario que Erale colocó en inoportuno artículo, como queriendo decir, con cierta ironía "mira tú" sólo Mario Silva "aceptó un señalamiento con una risa franca y pidió el papelito para leerlo en su espacio". No sé si Mario Silva lo leyó en su espacio. Supongo (siempre suponiendo) que sí porque Mario recibió ese purgante en una oportunidad, pero a lo mejor después, inclinó o dobló el cerebro y por ese ese desalojo fue enmendado.

Es posible que Earle Herrera esté de vacaciones largas y este próximo domingo me reviente. Por ahora, hay silencio y complicidad frente a un desalojo que hasta ahora se parece bastante al desalojo que realizó el Nazinacional que fue escandalosamente cuestionado. Es el mismo desalojo, pero nuestros intelectuales también tienen el cerebro ligeramente inclinado.



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Amaranta Rojas


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