Por qué Earle Herrera resultó ser tan blandito

Leyendo sobre la actuación del diputado Earle Herrera por el Estado Anzoátegui, según versión de Amaranta Rojas (con su cuento del conuquito); pensando en su denuncia musitada acerca de su “impotencia como constituyente” y su refinada manera de hacer oposición sin que se note mucho, sugerida por Eligio Damas ahora voy entendiendo el sentido del guabineo.

En una entrevista hecha a Unión Radio el día de hoy (23-07-2018) el diputado Earle Herrera dice estas palabras como constituyente, en medio de sus últimas reacciones: ”La respuesta está en imitar a Cuba, no la Cuba de la década de los 60, sino la Cuba que hoy está reformando su Constitución y se atreve a hacer cambios profundos que van desde revisar el mismo término comunista, de hablar dentro del texto constitucional de propiedad privada, es un acto de tener audacia para tomar decisiones en ese sentido y en el contexto del mundo actual”. ¿Qué querría decir el diputado poeta periodista Earle Herrera con imitar “no a la Cuba de los 60 sino a la Cuba de hoy”? La Cuba de hoy no es la Venezuela de hoy, es imposible imitarla cambiando hacia una apertura y darle espacios a la “empresa privada”, o que nosotros tomemos como ejemplo eso de descartar el término comunista de su Constitución; eso no tiene sentido.

La constitución Bolivariana no tiene necesidad de ser cambiada hacia esa dirección porque ahora mismo todas las decisiones que se han tomado en materia económica se han hecho estimulando la empresa privada, por una parte, y por la otra, bastante que han renegado no nada más del comunismo sino del socialismo, sin haber tocado necesariamente una sola línea de la Constitución. Quizá yo sea muy bruto, pero no entiendo esto ¿Cuál es la audacia que se necesita para ser más capitalistas en una sociedad pavorosamente capitalista? ¿Será una especie de concesión disimulada a las políticas del gobierno?

Pero le podemos sumar al guabineo del diputado su segunda preocupación, en cuanto cómo llegan algunos diputados a la dirección nacional del partido, dice: “Hay gente en una dirección nacional que no sé por qué están ahí, pudieron tener méritos para estar ahí, pero lo que no sé es cuándo llegaron ahí, debe haber mecanismos claros, diáfanos, que digan que este señor está aquí en esta instancia porque tiene los méritos o fue electo en un proceso electoral”.

Se trata de otra “oposición matizada” del diputado Herrera a las declaraciones fuertemente demagógicas del presidente Maduro, de llenar la dirección nacional del partido de jóvenes, como si la juventud fuera una garantía para que las cosas funcionen bien. El diputado sabe que “se necesitan méritos” no juventud para ocupar esos cargos, como lo solicita demagógicamente Maduro, (o que sean ocupados por mujeres, el otro mercado electoral que les gusta captar con mentiras). Se trata una velada oposición a Nicolás Maduro y su pretensión de transferir el fracasado partido Somos Venezuela (el partido de la juventud) hacia dentro del PSUV, con su engañosa oferta de poder a los jóvenes, manipulada por la camarilla del presidente y los Rodríguez.

Así no se puede discutir de política, sin tomar una posición clara ante el cómo se están haciendo las cosas dentro de la “revolución”. Respecto a lo de la “audacia para cambiar la Constitución” el diputado no es claro “…hablar dentro del texto constitucional de propiedad privada, es un acto de tener audacia para tomar decisiones en ese sentido y en el contexto del mundo actual”. Cuba tuvo, hasta ahora, cincuenta años de socialismo, bien que mal se hizo carne en esa sociedad. No se puede comparar a Venezuela con Cuba porque ahora quiere introducir espacios para la propiedad privada (o más bien la empresa privada), al lado de las formas de propiedad social de los medios de producción, señaladas en su nueva Constitución; Cuba nos lleva una morena en “audacia” al haber hecho cambios revolucionarios confiscándole la economía y la riqueza a los capitalistas grandes, medianos y pequeños. En cambio Venezuela tiene esos espacios tomados por los particulares, desde hace mucho rato, “adecuándose al contexto mundial actual”, hurtados por la empresa privada; es decir, en Venezuela la economía privada despoja a la sociedad ahora y ha “privado” en la economía sobre la propiedad social (o estatal o comunal o la que sea), desde hace mucho tiempo, inclusive estando Chávez al frente de la dirección del país (y hoy es peor, y eso lo sabe Herrera).

Respecto a tomar esas decisiones en el contexto mundial actual, no dice nada al respecto. ¿De qué contexto habla el diputado: donde se sigue la ruta del capitalista, con la cual lleva el mundo entero al planeta hacia el abismo de su destrucción, o donde es posible romper la hegemonía capitalista en una gran revolución mundial de signo socialista? Debe ser el primero, claro; de resto sería una clara contradicción, eso de construir socialismo con las armas melladas del capitalismo.

Constituyentes así resultan inofensivos. Tampoco necesitamos gente que no esté segura de nada y se achinchorre. Sí algo hace que avance la historia de la humanidad es el compromiso y la asertividad de la gente que lucha. Podemos errar, pero aprendemos y avanzamos. Pero si no somos asertivos y claros nunca sabremos qué tanto funcionan nuestras ideas y nuestra voluntad, qué tanto “estamos luchando”. ¿Miedo a qué? No podemos tener más y mejores razones para luchar que ahora y no hay una oportunidad mejor que ahora; a menos que sea miedo a nosotros mismos, por no pensar más allá de nuestros propios intereses, de nuestro pequeño entorno…, porque un diputado tiene un compromiso con la sociedad y si no demuestra que lo tiene y señala cuál es ese compromiso, la historia se lo cobra luego, echándolo al olvido.


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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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