La derecha de este país y sus amos, siempre se tropiezan con la misma piedra. Queriendo engatusar al Pueblo, terminaron metiéndose cuentos en sus cerebros, auto convenciéndose de que son la primera fuerza del país. Este 20 de Mayo nuevamente, les toca toparse con la verdad que tanto daño genera a sus sueños e ilusiones.

Esa fuerza subyacente, que generalmente calla y tolera impertinencias y disparates, en las calles, en las colas, en los bancos y en muchas partes, como era de esperarse, ha venido tomando control electoral de todos los espacios. Como ese rio que no hace ruido, pero que de manera trepidante lo ocupa todo, ha tomado dominio total de la escena. Sin todavía iniciar la campaña, ya el candidato de la patria, aparecía en las encuestas por encima del 50% de aceptación en el Pueblo. Las demostraciones impresionantes de amor que se dieron en las distintas visitas hechas por nuestro Candidato - Presidente a los Estados, advierten la mayor lección de dignidad, lealtad y patriotismo, que jamás haya sospechado el imperio y sus halcones. Nuestro Pueblo a la calladita, está confeccionando la victoria más grande que haya obtenido la Revolución Bolivariana, en su historia. A pesar de las grandes dificultades a la que ha sido sometida nuestra gente, la militancia se presenta digna y dispuesta, tan solo esperando el ansiado momento. Condimentando el momento con aminos de desquite.

En Cumaná, zona libre de apátridas y lambiscones. Pueblo irredento, hijo del hombre más leal que haya parido la República, no podía ocurrir algo distinto a lo que se venía viendo en las demás entidades. El Pueblo de Sucre, de la mano de nuestro Gobernador joven y líder regional, Edwin Rojas, logró impresionar gratamente a nuestro candidato. A pesar de la larga espera, motivada a las múltiples actividades ajustadas en la agenda de campaña del día, la Avenida Panamericana lució abarrotada de punta a punta. Ese Pueblo que en su gran mayoría se movilizó con entusiasmo, alegría por cuenta propia, perseveró para decirle con su presencia a su conductor, que no está solo, que cuenta con todos y cada uno de ellos en esta guerra de resistencia.

Esa imagen retrógrada, en la que han invertido cientos de cerebros y millones de dólares los que embisten al país, tratando de aplastar el perfil de nuestro combativo y sagáz Presidente obrero, se ha tropezado contra un muro de rocas conscientes, se ha desvanecido o simplemente no consiguió enraizarse en el inconsciente colectivo de nuestro Pueblo. Las demostraciones ya comentadas, simplemente expresan que nuestra gente se ha hecho inmune a las patrañas e infamias, que como antesala a la agresión acostumbra implementar los Estados Unidos. La estirpe del Pueblo Venezolano trae de cabeza al imperialismo y a sus maquiavélicos estrategas. Sus voceros más radicales, se han atrevido a decir que a Venezuela no le queda más alternativa que la agresión directa. Pero es que han hecho de todo contra este País y no se explican el por qué si sus manuales de la muerte han funcionado en otros lugares, en Venezuela la cosa se les ha puesto tan cuesta arriba. En estos momentos la carta que se está jugando, es exigir por cuenta propia o por intermedio de sus serviles, la paralización del proceso electoral venezolano. Han dado órdenes a sus lacayos para que en coro exijan la no realización del evento. Por eso vemos a los presidentes que se apandillaron en lo que llamaron el Grupo de Lima y a los demás agresores de siempre, apegados a la coral. Han invertido millones de recursos sosteniendo la mentira de que Nicolás está solo, que se mantiene en el poder por la fuerza, pero las concentraciones en las regiones y los datos que arrojan las encuestas, han venido resquebrajando tal afirmación en la opinión pública mundial. Temen, huelen, prevén lo que está por ocurrir, por eso tanto nerviosismo, desespero y radicalismo en estas últimas horas. Nuestra gente les tiene preparado para este 20 de mayo, un misil de democracia, un mensaje de paz y lealtad profunda, que dará al traste con el velo de mentiras y patrañas que han estado imponiendo a través de la mediática y sus transnacionales de desinformación. Este proceso electoral que hemos considerado de los más importantes para el país y la revolución, servirá para destruir ese entramado de falsedades montado por los agresores, desde donde pretendían lanzar el ataque final. Con esta resonante victoria, el mundo se enterará del tamaño del corazón de los Venezolanos, de su capacidad de amar, de su fidelidad a las causas por la humanidad, de su compromiso con nuestro igual; Presidente candidato - Nicolás Maduro. Pero sobre todo de la capacidad de resistir, incluso en las peores circunstancias, valores que definen al pueblo de Bolívar, Sucre y Chávez.

En una situación como la que vive el país, es normal que un gobierno burgues, procure salvaguardar sus estructuras de poder y sacrifique al Pueblo. Es habitual que despidan a cientos de miles de trabajadores, se recorte del gasto social y se privatice la salud, la educación y la protección social. En Venezuela por ejemplo, un gobierno oligarca, eliminaría las misiones, dejaría de pagar pensiones a los que no cotizaron el número de semanas reglamentarias, desaparecerían los subsidios a los servicios y alimentos, desaparecería el CLAP, los bonos, chamba juvenil, parto humanizado, la entrega de viviendas y barrio nuevo barrio tricolor, la atención a los pequeños productores, se endurecerían las políticas en contra de los trabajadores y todas las políticas sociales dirigidas a la gente. Y como ha ocurrido en otros momentos de nuestra historia, se antepondrían los auxilios financieros a la banca y a las empresas. Por el contrario, con el gobierno socialista de Maduro, a pesar del calvario que lo han obligado a vivir los agresores del Pueblo, esquivando el fuego cruzado que ha sido desatado en contra de su gestión, procura en todo momento la atención primigenia a las necesidades más sentidas del Pueblo, y más ahora cuando nuestra población ha sido definida por los criminales, como su objetivo a destruir. En estas circunstancias, cuando otros piensan "sálvese el que pueda", es que nuestro Pueblo ha conocido más de cerca la preocupación, la generosidad, la esplendidez y la grandeza del hombre que conduce los destinos del país. En esta coyuntura tan difícil para todos, muchos han profundizado en el afecto por nuestro estadista y líder, por nuestro candidato Nicolás Maduro. Basta comparar, a Macri en Argentina con Nicolás, para enterarnos de la estatura de este hombre. El otro, llegando al poder, eliminó pensiones, subsidios, despidió a miles de trabajadores y comprometió la vida de los Argentinos. Lo mismo hace Temer en Brasil y todos aquellos que abrazan el neoliberalismo como forma de gobierno. Sin mencionar la represión que se ha desatado contra los que se atreven a levantar la voz.

Este pueblo respalda y abraza masivamente a Nicolás, porque proviene de las mismas catacumbas. Maduro es Pueblo, es base. El Presidente prometió que con la Constituyente acabaría con las guarimbas y el terrorismo y así sucedió, de igual manera en plenas dificultades, prometió alcanzar los dos millones de viviendas entregadas al Pueblo y así lo hizo, ya van 2.100.000. Prometió luego apoyar al Pueblo en su resistencia, a través del carnet de la patria y lo viene haciendo. Hoy promete, con esta nueva victoria impulsar una revolución económica, dar un parao definitivo a los zagaletones y estamos seguros que así lo hará. Con la mano en el hombro y el respaldo de más de 8 millones de Venezolanos, con la legitimidad arrolladora que otorgara el pueblo, es indudable que nuestro Presidente podrá tomar las acciones bruscas que exige el momento.

Nicolás, es constructor de paz y garantía de la prosperidad futura. Maduro representa soberanía e independencia Nacional. Nuestro candidato, simboliza el compromiso con las grandes mayorías de nuestro pueblo. Respaldar a NICOLAS MADURO es un acto de Patriotismo y Venezolanidad, en contra de los agresores externos y de los entreguistas.

¡¡¡VIVA POR SIEMPRE LA PATRIA DE BOLÍVAR!!!.