Aunque los números son una relación del cuántico de la vida; todo suma, resta, multiplica y divide en partes, no siempre sus funciones dan resultados exactos, decimales políticos son de sumo cuidado, y al igual que la posición de los ceros: derecha e izquierda, no hay ceros neutrales, valoran o desvalorizan, por lo que en política el manejo inusual con muñidas estadísticas abreza ser víctima del acunado juego numérico de la politiquería publicitaria, festín de disfraces en campañas, y una vez caen caratulas sin tirantes, proceden los alegóricos de la pos presunción de declarar fraude encubierto tras pre maniobra con el fracaso, y el cual presagia jugar a ganar en medio del ardid dictada desde la Casa Blanca.
Por ahí van los tiros H. F. y distendido verbo de estadista aprendiz de pa cotilla; en entrevista por G.V. soltó prendas de cómo estaría compuesto su pulcrísimo gabinete neoliberal si su trampa llegare a concretarse: Nicmer-Rafael, versificó su demagogia con lo de dolarizar el salario obrero y al país para cumplir con el encargo The Crazy World of Trump. Pero los números no dan, y, plan B se pone en marcha; hay que justificar a como de lugar inconformidad electoral para deslegitimar avalancha de votos rojos que sufragarán el domingo 20 de mayo.
Ya de antemano hubo acuerdo entre MUDESES para mostrarse democrático al anunciar su fantoche participación y querer presumir en tener fuerza política con expectativa de poner condiciones fuera de lógica; asumen una inteligencia poco inteligente, desvirtuando y desconociendo madurez política de un pueblo con 19 años de formación, de ininterrumpida lucha anti-imperialista, creyendo que Nicolás pueda morder el anzuelo Trumpista o ser presa de la fatal jugada.
El termómetro electoral no va a reventar, hay mercurio de muy buena calidad y no excederá de 37.5°; el pueblo será quien tomará la temperatura y quien le dosifique analgésicos-votos a la desperdigada escueta calenturienta oposición con aspiraciones golpistas-terroristas-magnicidas y anunciado fracaso político. Blancos y verdes mamut no tienen zoológico político, se les agotó la selva de guarimbas y sus planes vienen palo abajo; depende de las decisiones del catire copetón de Donald, que desespera cada vez más, al nunca poder resolver sus absurdos encontronazos con resto del mundo; un Goliat en apuros, y H.F. que se cree ser el David que cambia la historia y se alía a Goliat, pero esa mutilada mentira jamás cala, no por lo menos en el pueblo venezolano confraternizado con su revolución bolivariana-chavizta de emprendedoras soluciones sociales.
