No es otro que el Gran Libertador Simón Bolívar. El Dios arquitecto de la Libertad Suramericana. El mismo que nos llena a plenitud, nos inspira y nos fortalece para vencer al Imperio más atroz que la humanidad haya conocido: El Decadente Imperio Norteamericano.
Es el mismo Avatar que guió a los ejércitos independentistas conocido por todo el mundo. Su Imponente hazaña es un hito marcado por la carga del tiempo histórico que ha llegado a nuestro tiempo con mayor capacidad y fuerza. Con precisión milimétrica, sus juramentos se han cumplido en el orden específico establecido. La buena nueva de Libertad, Soberanía e Independencia, ha sido epopeya y leyenda viva, en primer lugar para todos los pueblos de la Tierra. Los pueblos con esta buena nueva, al repetirla, sacuden y hacen vibrar a sus naciones. De nación a nación, la información ha cristalizado tomando vida y cuerpo en diferentes lenguas o dialectos. Al final de la cadena, llegó con su indetenible fuerza hasta las grises mazmorras de las rancias monarquías y a gobernantes que se revuelven desesperados porque ya no tienen ni les queda tiempo ni forma de recuperar aquellos ancestrales privilegios de poder prepotente y supremático para esclavizar a la humanidad que en el pasado detentaron. Su caida era inminente. Cumpliéndose así, las antiguas profecías.
El Avatar pensó, habló, actuó, cumplió y sentenció el curso inexorable de la historia. Su Decreto estableció que son los pueblos la vanguardia necesaria para constituir las naciones libres y soberanas. Estas deben mantenerse unidas e integradas por los siglos de los siglos. Los hechos son un preámbulo descrito por el Ángel de la Libertad, dando una noticia en el nuevo testamento de las revelaciones (Apocalipsis, 10:10). Trajo con Él, un pequeño y extraño librito. Invitó a comerlo y probarlo. Para los pueblos, ha sido dulce como la miel al paladar. Y amargo para el vientre cuando lo digieren los malvados. Hecho que volvió a repetirse en la tierra donde nació el Avatar, nación descrita en su visión como la mujer encinta que esta a punto de dar a luz a un hijo (El Socialismo) y a la Bestia (El Imperio y sus lacayos) intentando devorarlo para evitar que éste nazca.
En la agonía del siglo XX y el nacimiento del siglo XXI, el año 1999 es crucial. Sumamos todos sus dígitos hasta la máxima simplificación y nos encontramos con este prenda de la numerología: (1+9+9+9=19; 1+9= 10). El Ángel ubicó la profecía en el capitulo 10 y el versículo 10. El primer 10 es un símbolo divino que contiene la buena nueva. El segundo 10 es otro símbolo divino para reconfirmar el hecho de la creación y la existencia del pequeño librito como una absoluta verdad. Ese pequeño librito no es otro que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: Es la primera Carta Magna del planeta, en millones de años, donde se consagra de manera efectiva, activa y protagónica, un estado republicano, inclusivo, de derecho y de justicia, multiétnico y pluricultural, un territorio para la paz, con pleno goce de garantías, libertades individuales y colectivas, el respeto a la madre tierra, a los pueblos originarios, la igualdad de género y protector de los derechos humanos de sus habitantes propios y extranjeros, a los que no se les considera como tales.
El pequeño librito es muy conocido. Ha sido traducido en casi todas las lenguas existentes. Al comerlo, su contenido es dulce como la miel para todos los pueblos. Pero ha causado mucha indigestión a los lacayos imperiales, gobernantes corruptos y toda clase de sátrapas alimentados de pútridas heces. Al intentar digerirlo, sufren impotentes por la imposibilidad de destruirlo. Su poder no tiene acción alguna sobre los decretos de los avatares y designios divinos. El potente faro de luz que surge al abrir las páginas del pequeño librito, quema irremediablemente las retinas de los oscuros. Ciegos como quedan y como están, tanto los más altos como sus lacayos nacionales e internacionales, perviven erráticos y nauseabundos. Viven dando palos de ciegos y patalean como ahogados.
La prensa mundial cómplice, imprime mentiras desatinadas. Sus soeces mensajes, están saturados de falacias. Usan, en cuanto pueden, toda la artillería de su podrida industria mediática de guerra. Repetidamente, lanzan sus dardos venenosos a los 4 puntos cardinales. Los pueblos conscientes analizan y distinguen con diáfana claridad, la agenda oculta, los guiones solapados, los gastados argumentos y las direcciones especificas hacia donde deben apuntar las armas del contraataque con La Verdad. Los misiles y los proyectiles de los oscuros, van directo contra el pueblo que dio a luz al pequeño librito. Sus satánicos cálculos quedan al descubierto. En todas aparece la "culpable" imagen del Presidente Obrero Nicolás Maduro. Pero el verdadero y cobarde blanco del ataque, es el soberano pueblo de Venezuela. Los Demonios se desatan desde Miami a Bogotá y desde Madrid al "Grupo de Lima" y a otros de la UE. Quieren hacernos creer que este humilde obrero "es un Dictador" y lo comparan con Sadan Hussein. El mismo Jefe de Estado que asesinaron en Irak. Y por cuya muerte, brindaron con Whisky e hicieron festines, burlas y celebraciones. Lo mismo que hicieron con el gobernante Libio Muamar el Gadafi.
Desde la satánica y reptiliana oscuridad, dan las órdenes para acaparar y esconder los alimentos. Inducen inflación con un maldito "Dólar Today", que infecta todos los niveles de la economía porque quieren hacerla "Chillar". Sabotean los servicios públicos pagando a delincuentes y al hampa común (los afines se buscan) para desalentar a los usuarios. Crean "licuadoras de dinero" para sustraer el cono monetario venezolano y usarlo como arma de guerra económica generando toda clase de malestares en nuestra población (Bachaqueo, Contrabando, especulación, etc.). Pretenden que sea el pueblo quien endose el cheque en blanco contra su legitimo presidente constitucional. Publican que el presidente Maduro es incapaz de resolver la crisis (¡¡Por ellos mismos creada!!) y por lo tanto, "el mundo vería con muy buenos ojos" a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, dando un golpe de estado para "restaurar" la "democracia representativa" que ellos adulan y hacia la cual el Pueblo ¡¡No regresará jamás!! En síntesis, quieren que los pueblos latinoamericanos restituyan a las dictaduras opresoras que durante la cuarta república entregaron sus voluntades a las decisiones imperiales para permitirles la entrega de recursos naturales, la privatización, la eterna deuda externa a manos de la avaricia de los buitres del Fondo Monetario Internacional y el saqueo de los tesoros de nuestra patria.
En las veintisiete ocasiones que han invadido a nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños han asesinado inocentes. El mismo guión llevado a cabo en 191 naciones sometidas con chantajes. Son su rebaño de ovejas en organizaciones (ONU, OEA, etc.) tan obsoleta como ellos. Dentro de las cuales, hacen lo que se les viene en gana. "Han derramado la sangre inocente de Abel". Es decir, la del hombre inocente y pacífico, el que vive en las ciudades donde caen sus bombas y metrallas. Sangre que ha cubierto la superficie de la tierra y ha llegado hasta la "Boca de los Caballos". Sangre cuyo clamor, subió a las alturas de la Divinidad con las columnas de humo de sus guerras. Indolentes, se frotan las manos, contando las ganancias obtenidas a costa de esta sangre de justos e inocentes. Han desatado la furia de la acción de la Justicia Divina. El Avatar ha jurado que ninguno de esos crímenes quedará impune.
"Pagarán hasta el último cornado", tanto los que ordenan los genocidios y planifican las guerras, como los arrogantes generales de la industria militar imperial que las ejecutan. Han violado con premeditación, alevosía y ventaja el Divino Quinto Mandamiento: NO MATARÁS FRATRICIDAMENTE. Y lo que es más grave: Lo han hecho usando el nombre de la Libertad, hija del verdadero Dios Altísimo. El mismo que ha enviado a Ángeles Guerreros de la Luz y Avatares como Bolívar. Y los ha sentenciado: "Juicio sin misericordia será hecho, al que no uso la Misericordia". Y también ha indicado en esas revelaciones, cual será su destino final: La Segunda Muerte. Por lo tanto, ya tienen confeccionado, para cada uno, su parco pasaporte. Ya están listas las naves donde viajarán en gigantesca diáspora a los planetas (que aun no pueden distinguir con sus telescopios) donde sufrirán hasta el olvido. Se extinguirán, como todos los imperios pasados, pues no supieron entender que solo la Paz y el Amor, deben existir y coexistir entre los seres humanos del Planeta Azul.
Mientras se afinan y ajustan las compuertas y los portales espacio-temporales para el salto al hiperespacio que los llevará, quieran o no, a esos destinos, los bolivarianos de este territorio, con la paciencia de Job y la claridad de conciencia necesaria para resistir hasta el infinito, nos preparamos para una nueva batalla sin precedentes por la magnitud y trascendencia de los resultados esperados. Ya se lo hemos dado a conocer como premisa fundamental: Frente a las Balas, responderemos con Votos. Y Frente a las Sanciones, responderemos con Más Elecciones. Lo que más sabemos hacer y hacer Bien. En consecuencia, además del llamado, es necesario e imperante que todas y todos cumplamos lealmente el juramento que hemos hecho para proteger el bien más preciado que hemos conquistado en los últimos 200 años y todos los logros alcanzados por nuestra revolución.
El Próximo 22 de Abril es la anunciada y programada cita y el nuevo encuentro con la Diosa Dignidad. Volveremos a elegir a nuestro legítimo y auténtico presidente obrero Nicolás Maduro, primer presidente Chavista. Llueve, Truene o Relampaguée, no habrá guarimbas, barreras, guayas degolladoras, ni paramilitares contratados, ni sicarios o terroristas que nos detenga. Allí estaremos ejerciendo nuestro derecho a decidir nuestro propio destino y el de nuestra amada Venezuela. Cuando el Clarín de la Patria suene a eso de las 4 de la madrugada, nos alistaremos y acudiremos en masa a los centros electorales en todo el territorio nacional. Elegiremos y volveremos a escribir la nueva página en el libro inmarcesible de nuestra bendita y sagrada historia. Le daremos otra lección de Valentía al Mundo. Y Cantando la canción de cuna de todos los venezolanos y venezolanas, todos y todas sin excepción llevaremos en el corazón 2 talismanes como siempre: A nuestro gran Avatar Simón Bolívar y el pequeño librito, la Constitución.
(*) Ingeniero Químico, Agroecologista.
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