Trincheras de Ideas

Los triunfos del socialismo bolivariano y las derrotas de la derecha fascista

El abrumador triunfo socialista y bolivariano de las elecciones constituyentes del 30 de julio, triunfo repetido en las elecciones a gobernadores 15 de octubre no pueden considerarse como triunfo sólo político sino también militar, pues a partir de ese domingo cesó la violencia terrorista de manera fulminante. No deben separarse esos procesos concluyentes si no se lo aprecia globalmente, como parte de la guerra de cuarta generación o guerra asimétrica que engloba la guerra económica, la guerra mediática, la guerra psicológica, la guerra terrorista a partir de las políticas subversivas e intereses coloniales de los dos últimos gobiernos norteamericanos, el de Obama con su infame Decreto declarándonos como país, amenaza a sus intereses, hasta las abiertas políticas anti venezolanas impulsadas por el gobierno fascista de Trump, que viene concretando la política de asfixiar económicamente a través del bloqueo económico y sus planes públicos de agresión militar en marcha.

LA DERROTA ELECTORAL DEL CHAVISMO EN LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS

Si nos atenemos a la grave derrota sufrida por el chavismo en las elecciones parlamentarias del 15 de diciembre de 2015 donde quedó en absoluta minoría en la Asamblea Nacional, la lógica subjetiva derechista los llevaría a la conclusión que ese era el momento para tratar de darle el golpe de gracia al gobierno presidido por Nicolás Maduro y dar al traste con la Revolución Bolivariana. De hecho, dejando de lado a los sectores derechistas que fueron elegidos diputados por una importante masa de votantes, se puede, en sana lógica, pensar que la AN, como una rama del poder público, iba a desarrollar políticas que contribuyesen a sacar a Venezuela de la crisis, combatir las colas y enfrentar la escasez de alimentos, el sobre precio y todo lo que atribulaba al venezolano, ¿pero qué ocurrió?, de inmediato la directiva encabezada por el partido AD y en la persona de su torcido secretario general, Henry Ramos Allup, se dedicaron al desarrollo de políticas abiertamente golpistas, subversivas, con el objetivo de derrocar al Presidente en los próximos 6 meses contados a partir de la instalación de la AN, como lo pregonaron.

La extrema derecha logró peligrosamente capitalizar entonces el descontento popular, golpeado por la crisis económica y por la nueva situación impuesta por la oligarburguesía, las transnacionales y el gobierno norteamericano a través de diversas políticas como atacar la moneda venezolana, el bolívar, extrayendo miles de millones de billetes de cien bolívares y enviándolos no sólo a Colombia, Brasil, Paraguay sino a lejanos países como Suiza, Estados Unidos, Ucrania. El contrabando de más del 60% de los bienes, alimentos producidos en el país o importados, fundamentalmente hacia Colombia desde donde se extienden los tentáculos de la poderosa industria mafiosa del contrabando, creada y dirigida desde el Estado colombiano santista y ejecutada por el paramilitarismo dirigido en buena parte por el expresidente Álvaro Uribe. La otra estrategia es la infame página dólar today dirigida desde el Departamento del Tesoro norteamericano, y que marca y fija diariamente de forma arbitraria y contra toda lógica y racionalidad económica, el precio de la moneda norteamericana con relación al bolívar, elevando estratosféricamente la inflación. En ese cuadro es que hay que ubicar la ofensiva política del imperialismo norteamericano y de la extrema derecha fascista venezolana para medir la cuantía de la derrota política.

EL IMPERIALISMO YANQUI Y LA DERECHA CREYERON QUE CON LA DERROTA DE LAS PARLAMENTARIAS MADURO SE CAÍA

El imperialismo yanqui a través de su Embajada en Caracas, de los agentes de la CIA que operan en Venezuela estrechamente relacionados a los partidos de la Mud, del activo Comando Sur, y toda la trama conspirativa internacional contra Venezuela (España, Colombia, Israel, México, Perú, entre otros) y la derecha y extrema derecha fascista criolla estaban convencidos de que el triunfo del 15 de diciembre de 2015 era el momento esperado para lanzar la estrategia que les permitiera salir de Maduro en el año 2016. Esa estrategia la ordenaron en varias tácticas como las políticas de la AN que planteaba suspender al presidente "por abandono del cargo", el referendo revocatorio solicitado en abril y no en enero como era lo legal. Todo el año 2016 fue de inútiles políticas buscando debilitar el gobierno. No hubo trapisonda política, tramoya, bodrios que no utilizara la derecha para defenestrar "legalmente" al Presidente Maduro, incluso utilizando a fondo la OEA y los gobiernos pitiyaquis. Tiempo y dólares perdidos. La Revolución derrotó todo.

Quizás lo más exitoso de toda la política opositora fue la estrategia de fortalecer la política imperial de ahogar a Venezuela económicamente, cercarla financieramente, agredirla políticamente. Así vimos a los principales líderes de ad, primero (in)justicia, voluntad (im)popular viajar a los Estados Unidos del Norte a reunirse con altos funcionarios del establecimiento gringo y solicitar agresiones contra Venezuela, agresiones económicas y también militares. Lo de la OEA fue verdaderamente repugnante, mayor intromisión y burda politiquería injerencista no fue posible. El agente norteamericano Almugre utilizó hasta el cansancio a la derecha venezolana, contó ampliamente con ella para golpear al país desde el ministerio de colonias yanqui, la OEA. Toda esa política antipatriótica, de traición a la Patria dejó un mal sabor a muchos seguidores de la derecha, mal sabor que se incrementaría con la guerra chiquita terrorista que implementaría el imperio contra el país.

EN EL 2016 LA DERECHA NO PUDO DESDE LA AN DERROCAR A MADURO

Pasó el 2016 y la derecha no pudo, desde la Asamblea Nacional ni de la OEA, derrocar a Nicolás Maduro, en el 2017 cambió el imperio sus tácticas y se las impuso a la Mud, privilegiaron la lucha armada para intentar derrocar al gobierno con tácticas terroristas y movimientos militares, el elemento nuevo donde el fascismo puso al descubierto su naturaleza criminal, la puesta en práctica de accioness despreciables e inaceptables como quemar vivas a personas afectas al chavismo o de piel negra. Otra práctica horrible el desenterrar cadáveres y poner las urnas como barricas y después incendiarlas. Igual fue con la guerra bacteriológica con excremento humano que le lanzaron a los Guardias Nacionales y a efectivos de la Policía Nacional. Se movieron los núcleos paramilitares colombianos que tuvieron una participación protagónica en los actos de terrorismo dirigiendo militarmente a los grupos terroristas, en la consumación de crímenes horribles, el incendio de ministerios, unidades autobuseras, preescolares, hospitales materno infantiles con parturientas y recién nacidos dentro. La derecha fascista se aplicó a fondo en sus acciones terroristas y de guerra asimétrica en busca desesperada de derrocar al gobierno. Fueron 4 meses terribles de violencia que vivieron las y los compatriotas donde se escenificaron las acciones subversivas más insólitas, en aquellos municipios –Chacao, Baruta, El Hatillo, altos Mirandinos, para sólo citar los de Miranda y el área metropolitana de Caracas, donde sus habitantes quedaron secuestrados en una especie de criminal gobierno paralelo que controló sus vidas y les impuso una abierta dictadura, donde los grupos terroristas fueron capaces de las más inimaginables atrocidades. Eso se lo cobraron los opositores a sus dirigentes en las elecciones constituyentes votando a favor del gobierno.

EL 1º DE MAYO MADURO SACÓ UN AS DEBAJO DE LA MANGA: LA CONSTITUYENTE

En ese cuadro, mientras el Presidente se desgañitaba llamando al diálogo entre el gobierno y los opositores, los sectores más ultrosos recrudecían su particular guerra terrorista, es decir, apuraron en esos 4 meses todo lo que pudieron, con los hechos más bárbaros que se pueda imaginar, con un saldo de más de 150 muertos, miles de heridos, incontables daños y violación masiva de los derechos humanos de miles y miles de personas. El cuadro político parecía trancado y el Presidente Maduro sacó un As debajo de la manga, el 1º de Mayo propuso ir a unas elecciones para elegir una asamblea nacional constituyente. En ese momento la Revolución Bolivariana da un salto de calidad y toma la iniciativa y la ofensiva política. La guerra terrorista continuó durante 3 terribles meses que le hicieron un daño terrible a la nación y al pueblo, pero, como lo demostraron los hechos, la derecha estaba herida de muerte y con ella, la violencia que la ha acompañado los últimos 18 años.

El llamado de elecciones a la constituyente traumatiza políticamente a la derecha y la hace cometer otros gran error, a ellos y a sus jefes del Norte que les dan las órdenes, se plantean no participar en aquel gran proyecto que moviliza a millones de venezolanos y su propia gente les pasará factura el 30 de julio, día de las elecciones votando por los candidatos a la Constituyente, incluso bajo el terror y el fuego enemigo. Esa será una singular e importante movilización popular, unas elecciones con el acoso y la agresión terrorista y la decisión del pueblo venezolano de pasar por encima de aquel acoso y amenazas de muerte. Cruzando ríos, caminando por trochas, saliendo clandestinamente de sus casas para poder ir a votar en los centros que el CNE habilitó para votar, El Poliedro, por ejemplo. El voto fue masivo, la derecha trató de evitar las elecciones y el pueblo les pasó por encima y, ¡oh magia!, el 31 de julio se acabó la guerra terrorista y la violencia. El Psuv, el GPP y la Revolución Chavista salieron fortalecidos, fue elegida la asamblea nacional constituyente.

¿Qué había pasado que buena parte de los sectores que el 15 de diciembre no votaron por los candidatos chavistas, se abstuvieron, le pasaron factura a la Revolución, y ahora, año y medio después, con el recrudecimiento mayor de la guerra económica que nos tiene ahogados, ese mismo pueblo salió a votar por la propuesta de Maduro?

Evidentemente hubo un incremento de la conciencia política del pueblo, del sentir patriótico y nacionalista y socialista, de rechazo al antipatriotismo y el entreguismo de la derecha que pide nos bloqueen económicamente como a Cuba o nos invadan militarmente. Fue un voto contra la guerra, el terror, el crimen desatado durante 4 meses por un liderazgo desquiciado. Fue un acentuado giro hacia la izquierda chavista en muchos sectores populares que ven en el gobierno revolucionario una garantía a su seguridad y a la paz, que no se las garantiza la derecha.

LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE CONVOCA A LAS ELECCIONES DE GOBERNADORES

Con ese tremendo triunfo político electoral y el descalabro de la derecha, el gobierno luchando por fracturar la guerra económica que impone la burguesía, un aumento paulatino del precio del barril de petróleo, fortaleciendo los CLAP y las políticas de los 15 motores económicos para una política no rentista y de despegue económico; la ANC funcionando aceleradamente, nombrando un nuevo y leal Fiscal General de la República que está poniendo al desnudo las barbaridades y la impunidad que impuso la anterior Fiscal y apresando corruptos en masa. La misma Asamblea convoca a elecciones a gobernadores el 15 de octubre y de nuevo la Revolución se posesiona con 18 gobernaciones de las 23 que tiene la República. La derecha está debilitada en extremo y, puede decirse, transita el camino democrático obligada por las circunstancias, fue nariceada como los bueyes, obligada por la derrota anterior y su estruendoso fracaso electoral era de esperar. El capital electoral de la derecha del 15 de diciembre del 2015 y sus 7 millones de votos, se esfumó como la niebla. Obtuvieron 5 gobernaciones, importantes sin dudas, y nada más ganando, el Presidente Maduro les reconoció su triunfo pero les advirtió que no trataran de pasar la raya de la legalidad, es decir, que no tomaran la gobernación para conspirar. A la gobernadora alegre del Táchira, extremadamente vinculada al paramilitarismo colombiano, se le pararon los pelos por aquella advertencia. Capítulo aparte merece el caso del defenestrado y nonato gobernador fascista del Zulia que demostró ser un político demasiado doblegado al imperio (por cierto fue denunciado por la gobernadora electa del Táchira de pretender incorporarla a la conspiración para que gobernaran los 5 gobernadores opositores desde los Estados Unidos), por seguir las órdenes que desde Estados Unidos de no juramentarse ante la ANC, ese cipayismo del dirigente de primero (in)justicia le costó el cargo. Quizás pensó que si no se juramentaba no le iba a pasar nada, así se lo dijo Borges y su hermano, y se equivocaron él y su lacayo partido. El 10 de diciembre el pueblo del Zulia elige un nuevo gobernador que esta vez será del campo revolucionario, de eso no deben quedar dudas.

OTRO ERROR MÁS DE LA MUD: NO PARTICIPAR EN LAS ELECCIONES PARA ALCALDES

Ya enrumbado el país en general por la ruta de la paz, la ANC convoca a las elecciones para alcaldes o alcaldesas. Nuevamente la derecha fascista da otro traspiés, se planteó no participar en ese importante proceso, cometiendo un nuevo error político. Le dejaron el camino abierto a las fuerzas populares. Claro, esa contradictoria posición tiene que ver con los evidentes y notorios conflictos, enfrentamientos, antagonismos irreconciliables y fractura en el seno de los partidos y grupos de la derecha. La Mud terminó de morir. La venció la izquierda chavista, la Revolución que terminó por imponerse. De estas sistemáticas derrotas es difícil que la extrema derecha se levante, ya el imperialismo no tiene cipayos con organizaciónaquí en Venezuela para tratar de tumbar el gobierno.

El año 2017 que está por terminar, deja atrás 4 meses de terror fascista, 150 asesinados, miles de heridos, daños incalculables a los bienes públicos, 250 autobuses incendiados, tres derrotas electorales seguidas, una asamblea nacional constituyente elegida mayoritariamente por el pueblo y el fin del terrorismo y el inicio permanente de la paz, triunfos electorales de la Revolución y un gobierno y el pueblo luchando por vencer la guerra económica y sacar al país de la crisis. Este año complejo, difícil, de derrotas al imperialismo, al presidente yanqui, abre la ruta al 2018, año esencialmente electoral y de cambio de gobierno. A finales de año se producirán las elecciones presidenciales y la Revolución tiene que despejar la duda si se lanzará Nicolás Maduro a la reelección para un segundo período o le dará paso a otras candidaturas: Diosdado Cabello u otro candidato o candidata que le dé continuidad a las políticas de Chávez y de la Revolución Bolivariana. Pero no sólo eso, 2018 debe ser el despegue definitivo de la nueva economía no rentista, pasar de la fase de la venta pura y simple del petróleo a la fase petroquímica, explotar los productos derivados del petróleo que tienen más rentabilidad. Masificar la agricultura, erradicar definitivamente el latifundismo y producir todos los alimentos que consumimos en suelo patrio. Impulsar el desarrollo industrial en gran escala, ir hacia la industria pesada. Nacionalizar la banca privada y derrotar definitivamente la guerra económica.



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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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