18 años de logros y pasando hambre: La importancia de conocer la historia de Venezuela

Suena duro decir esto, pero es la verdad, pasando hambre. ¿A quien le alcanza el sueldo o el salario que percibe en estos momentos para comer? ¡A nadie! Comiendo balanceado, con vegetales, verduras, frutas y cereales, contadas personas de las que viven en ciudades como Caracas, Valencia, Maracaibo, y si viven en apartamentos menos, porque en las casas si hay un jardincito hay una mata de mango, de pomalaca, de naranja, que de vez en cuando nos surte. Y qué decir de la proteína animal para quienes no son vegetarianos, los salva la cosecha de sardinas, que gracias a Dios, permite a precio moderado (hace rato que no es bajo precio) consumir uno de los alimentos más completos que nos da la naturaleza, además de sabroso.

Este breve escrito me lo inspira una reseña de la subasta DICOM https://www.aporrea.org/economia/n312946.html que señala que el 70% está orientado a la compra de materia prima en el exterior por supuesto debe ser EEUU, Europa y como quien no quiere la cosa, algún país hermano de la Avy ayala. Es decir la sustitución de importaciones MURIO, paz a sus restos, estamos como en la mejor época de CAP II.

Si mis cuentas no son malas, esta crisis del campo venezolano viene desde Gómez, cuando se instala definitivamente el modelo extractivista petrolero, entregándole Gómez al imperio toda esta empresa y sus negocios colaterales especialmente al imperio USA. Desde allí, comenzó este éxodo del campo, que nos dejo comiendo de lo que venía de afuera, e introduciendo alimentos envasados que no eran de  nuestra dieta: compotas Gerber, Corn Flakes de Kellogs, carne enlatada, embutidos de todo tipo; salchichas, etc. Comprar todo hecho afuera, y vendiendo al exterior si acaso algunos rubros como café y cacao que luego llegarían procesados en bombones, barras de chocolate, etc.

Estamos pasando hambre porque no somos capaces de sembrar y producir nuestros propios alimentos, pero lo que más preocupa, es que en 18 años de revolución pensamos que eso iba a cambiar, precisamente porque no fue un cambio de gobierno lo que nos dimos, lo que se anuncio fue una revolución, y cuando se anuncia en este gobierno que se dice “revolucionario”, casi todos los días: viene un barco de no sé donde con trigo, mañana llega un barco de no sé donde con maíz, o como este anuncio del Banco Central de Venezuela que 70% del desangramiento de los dólares de todos y todas nosotras, se está invirtiendo en empresas que importan materia prima, lo que da es ganas de ponerse a llorar.

No es posible, después de cuatro años de guerra económica FEROZ, porque desde 2002 no ha parado este saboteo económico, pero de 2013 para acá nos han dado hasta con el tobo, es decir recrudeció después de la muerte de Chávez y en lugar de ponernos las botas, importamos mas y mas, y ante la amenaza de Trump de que tiene sus barcos bien cerquita de Venezuela, casi la respuesta es: tranquila que Rusia y China nos van a mandar barcos llenos de comida,, ¡Si oh! como que si cuando se prenda un bombardeo van abrir un “canal humanitario” como lo nombra la oposición para que entre comida a Venezuela.

¿Dónde está el gobierno “revolucionario” y las y los “revolucionarios” asumiendo este periodo especial como el que vivió Cuba y donde todo el  mundo iba a sembrar porque todo el mundo come? Ni mi casa bien equipada, ni los carros iraníes, ni los aires acondicionados se comen, de eso podemos prescindir, pero no del alimento.

Lo que estamos bailando es joropo, y no hay nadie en las ciudades con las alpargatas puestas, solo se salvarán como siempre, las y los indocampesinos que tiene clara su cultura, los ciudadanos y ciudadanas comeremos gatos y perros como le tocó al pueblo chino, es triste porque teniendo un suelo tan fértil y un clima tan benigno estemos atravesando por esta situación, y todo porque la cultura de la burocracia de escritorio se impuso en estos 18 años burócratas que se hacen llamar revolucionarios.

Pregúntese ¿por qué?:

¿Qué paso en estos 18 años, que todo el mundo quiere un cargo de oficina y aire acondicionado?,

¿Qué paso que no sembramos?,

¿Qué paso que solo queremos corotos, plancharnos el pelo y ponernos las uñas acrílicas y los implantes de senos y nalgas?,

¿Qué ha pasado en la historia de Venezuela que no podemos vivir bien, con calidad de verdad, no como esos horribles edificios de la Misión Vivienda que construyo Farruco Sesto y que lo que hacen es afear la ciudad además de no ser confortables para las familias que viven en ellos?,

¿Nos merecemos las venezolanas y venezolanos vivir confortablemente, estéticamente bien?

¿Es una opción valedera vivir en ciudades o podemos inventarnos otras opciones que nos devuelvan al contacto con la naturaleza al mismo tiempo que cambiamos nuestro sistema de vida de lunes a viernes de 8 a 12 y de 1 a 5?,

¿Sera posible que asumamos merecedores y merecedoras a nuestros campesinos y campesinas, pescadores y pescadoras, artesanos y artesanas de vivir bien del trabajo que hacen y que además es el más importante porque es el que nos da de comer a todas y todos?

¿Es justo que los señores y señoras que recogen la basura de nuestras calles y casas estén sub pagados y subcontratados y tercerizados por empresas privadas que los explotan cuando hacen el trabajo que nadie quiere hacer?,

¿Es necesario tanto personal administrativo en las instituciones cuando con la tecnología moderna una secretaria hace el trabajo de 21 personas comprobado por la IBM?,

¿Sera necesario tener tanto personal administrativo en oficinas revisando facebook, haciendo compras por mercado libre o simplemente viendo películas en you tube, en lugar de estar sembrando y cosechando?

¿Qué hemos hecho para estar pasando hambre a pesar de que trabajamos todos los días?

¿Qué hemos hecho para que la historia de saqueo, extractivismo y rentismo no se repita?

 



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Tibisay Maldonado Lira


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