Las clases sociales en las sociedades contemporáneas (1)

La Estratificación de clases sociales es relativamente reciente, apenas dos siglos y ha sido la utilizada por las ciencias sociales modernas desde su origen. El concepto de clases sociales viene a sustituir la estratificación medieval que dividía a los hombres en castas según su color de piel o de carácter nobiliario, dependiendo de estatus religiosos, políticos o sociales (heredados o comprados). La estratificación en clases sociales surge como la forma más pertinente para analizar los nuevos estatus sociales propios de la sociedad capitalista, que ya no estaban determinados por títulos de noblezas o color de la piel sino por el poder económico, la posesión de los medios de producción y el papel que se ocupa en las relaciones sociales de producción.

Se le ha otorgado a Marx y sus seguidores la paternidad y el uso dominante de estas categorías, el propio Marx reconoció el no ser el autor de esta estratificación, pero han sido sin dudas los marxistas quienes mejores analizaron y aportaron en el desarrollo y maduración de esta estratificación, en el estudio fundamental del desarrollo de la clase obrera y la burguesía europea propias del capitalismo del siglo XIX. Lo que sí es propio del marxismo es el concepto de lucha de clases, la confrontación entre el capital y el trabajo, como el primero se apropia a través de la plusvalía de parte del trabajo producido por los obreros.

El estudio de las clases medias fue poco desarrollado en esta época, concretándose fundamentalmente a ver en ellas sectores reaccionarios que aspiraban ser partes de la burguesía, por eso se les tildó de pequeña burguesía. Conformada fundamentalmente por la burocracia, miembros del estado, estamento militar, sistema educativo y cultural, de eso que los estructuralistas han denominado la super estructura, otorgándole muy poca o ninguna autonomía con respecto a los intereses de la burguesía.

No hay la menor duda de que las clases sociales como estratificación social parecieran ser simple e incompletas para poder abordar la dinámica de los nuevos actores y estratificaciones sociales modernas. Ya no es tan fácil establecer una diferenciación entre burguesía y proletariado, como se hizo para diferenciar entre los dos polos opuestos en las relaciones sociales dentro de la fábrica o en la agricultura del siglo XIX. Los cambios tecnológicos, la nueva revolución tecno industrial, el ciber espacio, la robótica, la bio tecnología, la genética, el papel que ocupa el sector financiero y especulativo, ya dificultan el poder definir dónde está la burguesía, quién es más burgués que otro?, Hasta qué punto los nuevos trabajadores no pueden ser parte al mismo tiempo de la burguesía?.

Cuantos profesionales o técnicos especializados obtienen más ganancias que el tradicional burgués? Sin poseer una fábrica, ni tierra, sin aparentemente explotar a nadie son más burgueses que el terrateniente o el dueño de la fábrica. Cuáles son los nuevos mecanismos de explotación en las sociedades modernas? No es el consumidor o usuario de los bienes y servicios el nuevo explotado?.

Hoy muchas empresas trasnacionales están dominadas por capitales corporativos formados por fondo de pensiones, caja de horros y no por los tradicionales grandes apellidos. El mercado especulativo hace posible a nivel planetario niveles de ganancias por redes comerciales intangibles, sin mover a veces un producto ¿Cómo seguir midiendo ahora la plusvalía como se hacía o se hace aún en el trabajo agrícola y fabril tradicional?

Tampoco es menos cierto que ya no es tan fácil decir quién es un obrero. En las sociedades hiper desarrolladas el trabajo manual va perdiendo papel en el total de producción, ya son máquinas las que hacen este tipo de trabajo, esta clase obrera tradicional está siendo sustituida por técnicos u operadores hiper especializados que operan una tecnología. Sin embargo hay que hacerse la pregunta: ¿a pesar de que sus condiciones de trabajo no sean las mismas (en termino de desgate humano) y sus beneficios socios económicos sean mayores, dejan de ser obreros? ¿Son una nueva clase social o parte de la clase media o de la pequeña burguesía?

En tanto a la clase media, concepto bastante eclético- como todo lo que tiene que ver con medio o neutro- también se ha desdibujado, ya que entre los tradicionales dueños de los medios de producción y el trabajador existe una gama diversa de sectores que por su estatus académicos, nivel de ingresos, es difícil ubicarlos en una misma estratificación social: desde el técnico operario hasta el profesional que trabaja para una empresa o en el ejercicio libre de la profesión (ingenieros, médicos, abogados, administradores, entre otros) que a veces desde un simple bufete o desde su propio hogar haciendo uso de los medios electrónicos obtiene márgenes de ganancias superiores al empresario.

Las clases sociales fueron perdiendo presencia en las ciencias sociales, cediendo posiciones ante la emergencia de un conjunto de nuevos actores y sujetos. La creciente fragmentación de los sectores populares –vinculada a los procesos de desindustrialización que afectaron sobre todo a los países de mayor desarrollo industrial, la primarización de las exportaciones, la estabilización de elevadas tasas de desempleo- apenas disimuladas por la informalidad- la precarización laboral– alimentó la creencia de que las clases sociales, cuyo protagonismo había sido tan importante en gran parte de la segunda mitad del siglo XX, eran ya cosa del pasado.

Según Chacón (2011), a partir de los años 40 del siglo pasado, una buena parte de los departamentos de Ciencias Sociales de las grandes universidades norteamericanas orientaron sus esfuerzos a la tarea de desterrar el uso de los conceptos clase social y estructura de clases en los campos de la Historia, la Sociología y la Ciencia Política. La ampliación cuantitativa y cualitativa de las clases medias en las economías del corazón del sistema-mundo, las mutaciones del capitalismo y los nuevos pesos asignados a formas de capital no inmediatamente vinculadas a los medios de producción (capital escolar y capital simbólico) sirvieron como pretexto para un sinfín de virulentos ataques a los conceptos de clase y estructura social.

Las nociones de estratificación social, estilo de vida y status aspiraban a explicar las diferencias sociales como el resultado de las elecciones adoptadas por los individuos a lo largo de sus trayectorias vitales, por más que todas las investigaciones empíricas, incluidas las más positivistas, desmintiesen estas tesis. El funcionalismo trató de sustituir el análisis de clases por el análisis de las funciones de los grupos y estratos y la idea de conflicto por la de acomodación complementaria. En definitiva, el vuelco teórico imprescindible para acompañar al Departamento de Estado en la expansión del nuevo nacionalismo norteamericano de MacArthur (tan segregacionista como anticomunista).(http://www.gisxxi.org/wp-content/uploads/2011/04/Art%C3%ADculo-La-Estructura-de-Clsases-en-la-ociedad-Venezoalana.pdf).



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Pedro Rodríguez Rojas

Sociólogo e historiador (UCV). Magister en Historia Económica (UCV). Maestría en Tecnología Educativa (UNESR). Doctorado en Ciencias Económicas y Sociales. (UCV). Doctorado en Historia (UCV). Ha sido docente de Pre y Postrado en la UCLA, UNA, UPEL. Actualmente de la UNESR en la categoría de Titular. Ha sido investigador del Centro de Historia para la América Latina y el Caribe, OEA, CELARG, Congreso de la República, Centro OPEP, entre otros. Ha sido Asistente de Investigación de los Doctores Ramón J. Velásquez, Federico Brito Figueroa, Héctor Malavé Mata y D.F. Maza Zavala, entre otros. Ex-Director de Postrado de la Universidad Simón Rodríguez-.Barquisimeto. Ex Coordinador del postgrado en Gerencia Cultural. Coordinador del doctorado de educación UNESR. Coordinador de la Línea de Investigación Filosofía y Sociopolítica de la Educación del Doctorado en Ciencias de la Educación. Presidente de la Asociación Civil Museo Histórico Lisandro Alvarado 2002-2010. El Tocuyo. Miembro fundador de la comisión de recursos hídricos de El Estado Lara .Asesor de la Misión Sucre y Aldea Universitaria de Morán. Vocero asesor de consejo comunal Los tres brazos y San Pedro. Entre los reconocimientos recibidos podemos mencionar: Premio Regional (Lara) sobre la obra de Andrés Eloy Blanco (1996). Premio Estimulo al Investigador UNESR, mayor productividad Científica del Núcleo Barquisimeto desde 1997 hasta la actualidad. Investigador ONCIT PEI Nivel. C. Premio CONABA. Premio Ensayo Histórico: Federico Brito Figueroa, Aragua 2001. Premio Ensayo Antonio Arráez: 450 años de la fundación de Barquisimeto, .2002. Premio Ensayo Educativo, Universidad de Oriente, 2004, Premio Primer Concurso Historia de Barrio Adentro del Ministerio de la Cultura, 2009. Premio sobre Legado de Chávez, Maturín, (2013). Premio Literario Rafael María Baralt, Maracaibo (2014). Más de sesenta publicaciones entre libros y artículos en revistas arbitradas a nivel nacional e internacional sobre ciencias sociales y filosofía. Es articulista en varios periódicos a nivel nacional. Coordinador de la Revista de filosofía de la educación TERÊ. Entre sus libros podemos mencionar: Juan Pablo Pérez Alfonzo, La economía venezolana, La Universidad frente a la globalización y la posmodernidad, Pensar América latina, América latina en la globalización, Educación para el Siglo XXI y La Ética Socialista. Junto a Janette García Yépez ha escrito varios libros sobre la historia de El Tocuyo, a saber: Personalidades tocuyanas, La cultura tocuyana, La cañicultura en El Tocuyo, El café y los resguardos indígenas en Morán, Crónicas tocuyanas, El Rio Tocuyo, la educación secundaria en El Tocuyo, La vida cotidiana en El Tocuyo, Memoria fotográfica de El Tocuyo, La Personalidad Intima de Lisandro Alvarado y Cultura y Tradiciones Tocuyanas.

 pedrorodriguezrojas@gmail.com

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