Nuestro socialismo burgués

La burguesía desea remediar los males sociales con el fin de consolidar la sociedad burguesa. A esta categoría pertenecen los economistas, los humanistas, los que pretenden mejora la suerte de las clases trabajadoras, los organizadores de la beneficencia, los protectores de animales, los reformadores domésticos de toda suerte.

La burguesía, quieren perpetuar la sociedad actual, pero sin los elementos que la revolucionan y descomponen. La burguesía, como es natural, se representa el mundo en que ella domina como el mejor de los mundos. El socialismo burgués, no hace otra cosa, el fondo, que inducirle a continuar en la sociedad actual, pero despojándose de la concepción odiosa que se ha formado de ella.

Otra forma del socialismo, menos sistemática, pero más práctica, intenta apartar al pueblo trabajador de todo movimiento revolucionario, demostrándoles que no es tal cual cambio político el que podrá beneficiarles, sino solamente una transformación de las condiciones de la vida material, de las relaciones económicas. Pero que por transformación de las condiciones de la vida material, este socialismo no entiende, en modo alguno, la abolición de las condiciones de producción burguesas, lo que no es posible más que por vía revolucionaria, sino únicamente reformas administrativas realizadas sobre la base misma de las relaciones de producción burguesas, que, por tanto, no afecten a las relaciones entre el capital y el trabajo asalariado, que no harían en el mejor de los casos, sino disminuir los gastos que requiere su dominio y simplificar el trabajo administrativo del gobierno burgués.

Los inventores de estos sistemas, por cierto, se dieron cuenta del antagonismo de las clases, así como de la acción de los elementos disolventes dentro de la misma sociedad dominante. Pero no advierten del lado del pueblo trabajador ninguna iniciativa histórica, ningún movimiento político que le sea propio.

De esta suerte, el "verdadero" socialismo halló la ocasión tan deseada de confrontar las reivindicaciones socialistas con el movimiento político. Pudo lanzar los anatemas tradicionales contra el liberalismo, contra el régimen representativo, contra la libertad burguesa de prensa, contra el derecho burgués, contra la libertad y la igualdad burguesas; pudo predicar a las masas populares que ellas no tenían nada que ganar, y que más bien perderían todo, en este movimiento burgués. El nacional-socialismo alemán, presuponía la sociedad burguesa moderna, con las correspondientes condiciones materiales de existencia y una constitución política adecuada, es decir, precisamente las premisas que todavía se trata de conquistar.

—La burguesía se comprende a la clase de los capitalistas modernos, propietarios de los medios de producción social, que emplean el trabajo asalariado. Por propietarios se comprende a la clase de los trabajadores asalariados modernos, que privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir.

Federico Engels a la edición inglesa de 1888.

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!"



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Manuel Taibo


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