Firmar contra Maduro es…

Es desechar, olvidar e ignorar la lucha inquebrantable, constante e inagotable de Hugo Chávez Frías, quien hasta el último suspiro de su vida lo dio por esta patria.

Es retroceder política, económica, cultural y socialmente. (Quien así lo dude le invito a revisar sin apasionamientos la historia contemporánea de nuestro país).

Es echar nuestros sueños de construir una mejor sociedad por el traste de la basura.

Es pretender salir por la vía rápida de una crisis que arropa por completo a la sociedad, al sistema y no a un grupo o parcialidad política en particular.

Es dejar en manos de mafiosos, neoliberales y tecnócratas el destino de la patria y nuestras riquezas.

Es eliminar con un plumazo la democracia participativa y protagónica.

Es volver a la democracia de elites, a la economía interpretada por “técnicos” y a la política analizada por “expertos”.

Es darle la razón a adecos y copeyanos, a asesinos y especuladores, a vividores salta talanqueras e ineptos, a corruptores y corruptos.

Es, producto de la crisis, dejarnos torcer el brazo por Obama (éste no es un argumento o exageración mía, el propio Mr. Obama lo manifestó públicamente).

Es vender las esperanzas de millones de latinoamericanos que día a día luchan de diversas formas por construir una mejor sociedad.

Es darle la razón a quienes desde puestos del Gobierno y desde estructuras empresariales (incluidas empresas de maletín de rojos rojitos, transnacionales y Alimentos Polar) han desfalcado al país.

Es reconocer que un puñado de infiltrados, burócratas, ladrones de cuello blanco, politiqueros, demagogos y mediocres son más numéricamente hablando y tienen más peso dentro de la Revolución que nosotros, los que sí nos duele lo que ocurre, los que si sentimos indignación por cada error que se comete, los que sin buscar nada a cambio creemos en la Revolución.

Es firmar un cheque en blanco para factores internos y externos que quieren de todo, menos mejorar la calidad de vida del pueblo.

Es vender la patria y el futuro de nuestros hijos a la banca internacional y demás buitres globalizados por acceder a alimentos que de seguro sólo podremos ver en un estante o mostrador.

Es darle la razón al especulador que día a día juega con los productos de primera necesidad.

Es darle la razón al empresario que vende como si estuviera en Europa, con precios exorbitantes por sus productos, pero paga como si estuviera en África con salarios de miseria.

Es olvidar que la única lucha que se pierde es la que se abandona.

Es, al entregarle el poder al fascismo, propiciar un escenario de persecución, asesinatos selectivos y represión muy probablemente contra tú o los tuyos.

Es ignorar nuestros errores como individuos, familia y sociedad, para achacárselos a una sola persona.

Es colocar tu firma muy seguramente al lado de bachaqueros, raspacupos, corruptores y corruptos que se quejan a diario de las “desgracias” que ocurren en este país.

Es colocar tu firma al lado de muchos de los culpables de este escenario, los mismos que se encargaron de contaminar como un cáncer la IV República, para luego brincar talanquera y contaminar esta Revolución.


(*) Economista social e investigador.

Twitter: @oscar_forero83

Oscarjforero83@hotmail.com


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Oscar Javier Forero


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