¿Jorge Rodríguez, ¿El GPP y Nosotras(os) tenemos remedio?

Tengo el pálpito, que la frontera entre las responsabilidades de la militancia de las organizaciones políticas vinculadas al proceso y las responsabilidades de la Dirección política del PSUV, PCV y PPT están rotas (desguañinga). Estamos como preparando un coctel con  acciones que no deberían tomarse, omisiones, silencios y muchos aplausos. Yo, que soy como una pajita ubicada en la mesa de Guanipa, me estoy sintiendo tan responsable, como los que han tenido la oportunidad (¿y el derecho?) de meter muchas veces las patas. Las dos. 

Todos vamos eludiendo nuestras responsabilidades. En  este momento histórico que vivimos, que suena propicio y con todas las condiciones OBJETIVAS para producir una revolución dentro de la revolución, se está justo en una especie de nicho, que pudiéramos  describirlo con esa célebre fase francesa que también tuvo su momento de gloria:Laissez faire, laissez  passer, que traducida  a lo margariteño, nos siguiere, como un no le paren bola a nada,  dejen que la dirección política del gran Polo Patriótico (PSUV-PCV-PPT) haga lo que le da la gana y nosotros con aplausos, omisiones y silencios, dejemos que esto siga como viene viniendo..

En vista de esta situación, se me ocurre la idea de pedirle a Jorge Rodríguez, que con el concurso de Darío Vivas,  convoquen a una inmensa  concentración en la capital.  Jorge colocará a TODA  la dirección del Gran Polo Patriótico en la tarima.  Cada uno en un diván como y largo. Deberán quitarse las medias.

Nosotras(os) nos tiraremos en el asfalto de las avenidas y esto le permita a Jorge estudiarnos a ver si es posible que nos entonen el motor. O sea; la idea es que Jorge Rodríguez tenga la oportunidad de ver el desorden que tenemos en la memoria y la anarquía que cada uno carga a cuesta con Yo, Superyó y Ello desentonados y sin control porque el “Ello” hace de las suyas. Ese descontrol no tiene enchumbadas las bujías y nuestra memoria ni recuerda y confrontamos un profundo déficit de consciencia.

El “Yo” que es la manera de afrontarme o de afrontar como colectivo político la  realidad, viene prácticamente culipandeando. Esto, como debe saberlo Jorge Rodríguez, se produce, porque el “superyó” lo tenemos apagadito. Esta condición que tiene el superyó de la revolución carece de referencia (ética y moral= consciencia) para ver las cosas. Este superyó se mantiene así, porque lo tienen manipulado con  imágenes y videos de lo que Chávez dijo en varios momentos  y que lo pasan a todo el día. Esto sirve como una cortina de humo y creemos que tenemos mucha consciencia, pero eso es simplemente una ilusión.

La realidad es que nos movemos con instintos. Frente a esta evidente debilidad del “superyó”; el “yo” está todo escoñetado y se impone el “Ello”. Claro, es bueno aquí, introducirle una variante al esquema de  Freud.  Los instintos en este caso, no son los que tiene o puede tener naturalmente cada persona guardo en su mente y que el superyó controla: Estos “instintos” son como creados artificialmente. Es una especie de trampa montada con imágenes, palabras y videos sobre lo que Chávez ideo y le pidió a sus ministros que hicieran, pero que no hicieron. Con esta práctica  que funciona, nos lleva a suponer que los enemigos todos están afuera de la dirección política del GPP y  metidos en la MUD.

Traté de ubicar un ejemplo que me permitiera poner en evidencia lo apagadito del “superyó” de la revolución., pero en el tiempo que me propuse para redactar este artículo no lo tuve en la mente. Decidí reincidir con Aristóbulo y veamos cómo está nuestro compromiso con la responsabilidad, que podemos asumirlo como un referente o valor.

Aristóbulo, el 15-D dijo esto, que por supuesto se vio muy destacado en los medios:

“Los dirigentes estamos obligados a dar la cara siempre, pero cuando hay una derrota nadie sale y me toca salir a mí. Yo asumo la responsabilidad plena de la derrota en el estado Anzoátegui y por eso como miembro de la dirección nacional del partido puse mi cargo a la orden”.

Aristóbulo lo dijo. Renunció y renuncio porque reconoció que fracasó en Anzoátegui. El “yo” en este caso estaba perfecto. Pasado un tiempo, esa renuncia por un fracaso de se volvió nada y al camarada (que se lo merece) se le dio un permio de consolación. Aristóbulo no fue consecuente con su palabra y decisión.  Nosotras(os) no le paramos bola a eso que dijo. No hay compromiso para asumir lo que decidió y no tenemos tampoco compromisos nosotras(os) para decirles a la Dirección Política del GPP a casi tres meses del 6-D: Fracasaron y Ya. Vamos ahora a una revolución dentro de la revolución. No tenemos un “yo” suficiente sólido y CONSCIENTE para ese propósito.

Sugiero, que esta jornada masiva con Jorge Rodríguez se realice. Sugiero que esta jornada, que tendrá a toda la dirección política del GPP en la tarima en unas poltronas muy cómodas, comience con un leve quejido o pujido desde la tarima, que ira paulatinamente aumentando en decibeles. A medida que el quejido o pujido vaya aumentando de sonido, nostras(os), tiradas(os) en el asfalto, vamos metiéndonos en ese pujido y eso sería un cosa relajante.  Es pujido, es así como: unuuuuuuuuuunnnnnnnnNNNNNN.

Pueda que así; Jorge Rodríguez nos diga  primero a la militancia si tenemos remedio. Si tenemos remedio, esto puede componerse, pero si no es posible entonarnos el motor mental  y poner en equilibro al “yo” por una activación del superyó, hay chance. Activar este motor 15 del “YO” SÓLIDO Y CONSCIENTE”, es estratégico. Es más estratégico que la refinería de oro.

Si no tenemos remedio, cosa que no espero, seguiremos siendo objeto del engaño, que es posible siempre,  con los videos que nos pasan de  Chávez, donde él, le decía a sus ministros y ministras lo que debían hacer, que definitivamente no hicieron.



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Amaranta Rojas


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