La idea central de Chavez y cómo medirla

En estos días cuando se estudia el pensamiento de Chávez, en esta encrucijada cuando el diablo regresa a la fiesta de Florentino, es necesario preguntarnos cuáles ideas guiaron la existencia del Comandante; cabalgando cuál pensamiento se hizo Gigante, con cuáles alas remontó más allá de su Sabaneta natal y se convirtió en referencia mundial. Es importante averiguar qué pensamiento central sustentó toda su acción, su vida.

Nació en un pueblo pequeño, allí se crió en brazos de la fraternidad, conociendo al vecino, no como un competidor sino como un hermano. En bicicleta, recorrió las calles polvorientas del pueblito llanero, en sus noches estrelladas comprendió lo inmenso del universo y en los pases de la luna vio al mundo moverse… luna llena, luna menguante, luna creciente.

No es desestimable el hecho de su infancia lejos del capitalismo de la urbe, contaminante de egoísmo, de "viveza pendeja", de "todos los días sale un tonto a la calle y el que lo agarre es de él". Chávez llegó a la gran ciudad ya con la impronta de la relación fraterna, de la cooperación campesina, de la fajina, de pedir a la vecina un poco de azúcar, o de llevarles un plato sabroso que cocinó la abuela. No llegó a la ciudad a buscar un pendejo, fue a buscar dónde ejercer lo aprendido en la iglesia humilde de su pueblo, donde -quizá guiado por un sacerdote ecuatoriano- se encontró con el mandato original de Cristo. El béisbol y la milicia le enseñaron la esencia de un nuevo sistema, en contraste con el egoísmo individualista: la suerte de uno es la suerte de todos, el trabajo en equipo es el triunfo, el individualismo es la derrota, no puede ganar uno sólo.

Ya el muchacho Tribilín estaba preparado para subir un escalón más en el papel de su existencia. De pronto, no sabemos cómo pero, tal vez una luz, quizá una enamorada en El Valle, allá donde iba cuando tenía licencia en la Escuela Militar, con su uniforme nuevo y García Carneiro de guía, o quizá fueron las clases de un profesor que lo acercó a Bolívar, de pronto, descubrió que tenía que expandir la idea central de su existencia a toda la humanidad, que el amor sólo se realiza si se riega por el mundo, si lo baña todo. En ese instante se hizo Gigante, y comenzó su ascenso al Gólgota, iba alegre a cumplir su papel de Mesías.

Los vientos huracanados que rigen la vida de los ungidos lo llevó a conocer a otro grande, que alertado por la noticia de aquel muchacho que reanudaba el frenesí del Cuartel Moncada, que "echaba su suerte con los pobres de la tierra" y daba muestras concretas de amor, supo del advenimiento del líder mundial que hacía falta. Lo bautizó en La Habana, una madrugada, cuando el sol apenas iluminaba la bahía, y le enseñó que el amor sólo se puede concretar en el Socialismo, que es la Meca de los hombres de buena voluntad, la salvación de la humanidad.

El muchacho de Sabaneta siguió su rumbo al Gólgota, no regateó sacrificio, no se perturbó frente al peligro, su vida fue signada por el amor, por el perdón, se hizo Gigante y fue Santo, hombre bueno. Nos dejó el camino, su idea central: el amor, el Socialismo, regresar al hombre hermano del hombre, hijo de la naturaleza. Nos dejó el mandato del triunfo de Florentino.

Si queremos medir la idea central de Chávez, cuantificar si cumplimos con su mandato, entonces, más allá de los términos, más allá de la palabra Socialismo tan contaminada de oportunismo, debemos ir a la realidad: ¿Somos hoy más hermanos que ayer?, ¿la sociedad es más fraterna, más sociedad, que ayer, o el egoísmo, la salida individual, es el signo de los tiempos?, ¿qué conducta estimulamos, la orgía del consumo, el dakazo fácil, la cacería del pendejo, o la acción social?

Una muestra sería pensar, medir las acciones de los grupos sociales: ¿Cuánto hace que los obreros no se mueven por objetivos altruistas?, ¿cuánto hace que sólo pelean por sus contratos, y no -por ejemplo- por la libertad de los cinco héroes cubanos secuestrados en el imperio por luchar por el Socialismo? En los edificios de la Misión Vivienda: ¿cómo es la vida, qué acciones colectivas se realizan allí, hay núcleos de arte, de música, comités de vigilancia, de socorro mutuo, se ayudan entre sí, realizan trabajo voluntario? ¿Está la naturaleza más protegida de la contaminación, ahora hay más o menos contaminantes?, ¿cómo resolvemos los problemas de la vida, el transporte, la vivienda, la alimentación, lesionando a la naturaleza?, ¿tomamos medidas inéditas que protejan al ambiente, ahora hay más aire limpio, o más carros contaminantes?, ¿cómo nos protegemos de la contaminación mundial, que amenaza con importar sus fábricas suicidas: las aceptaremos en nombre de un desarrollo criminal, o daremos ejemplo de pueblo chavista que quiere salvar la vida?, ¿cuál ejemplo damos al mundo, somos uno más del rebaño, o somos faro?

¡CHÁVEZ VIVE EN SUS IDEAS!


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Toby Valderrama y Antonio Aponte

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