El Plan de la Patria (PDLP) posee, como todo plan, indicadores que permiten su seguimiento permanente y las evaluaciones oportunas que nos van indicando cómo va su cumplimiento y donde hay que corregir y/o impulsar con mayor fuerza.
En el caso de lo “Macroeconómico”, el Plan señala como indicadores y metas a conseguir para el año 2019 los siguientes:
PIB: Se previó una Tasa de crecimiento promedio anual entre 3,0% y 4,0%.
Inflación: Tasa de inflación promedio anual 20%.
Desempleo: Tasa promedio entre 5% y 7%.
Producción Petrolera:
Producción de crudo: 3,3 Millones de Barriles Diarios para el año 2014 y de 6 Millones de Barriles Diarios para el año 2019.
Producción de gas natural: 7.830 Millones de Pies Cúbicos para el año 2014 y 10.494 Millones de Pies Cúbicos para el año 2019.
Ya paso un año (2013) y se está cumpliendo el segundo. Muchas cosas han sucedido y otras, como el saboteo y la contrarrevolución, siempre estarán presentes porque son inherentes a cualquier proceso revolucionario.
Tomando en cuenta lo anterior, es prudente colocar en la discusión pública que resultados a arrojado la evaluación y el seguimiento de estos indicadores y metas. Que nuevos caminos plantea y como ellos impactan las políticas sectoriales y el día a día del venezolano.
Hay que recordar también que estos números forman parte de lo que se ha denominado el “legado de Chávez”: El Plan de la Patria 2013-2019.
Si no se discuten estás cosas, estamos dejando de lado aspectos sustantivos del Legado de Chávez, por lo menos en lo que al Plan se refiere.