"El arado y el mar"

¿Quién podrá defender el legado de Chávez de oportunistas y pragmáticos?

En los últimos días, la sinverguenzura de pragmáticos y oportunistas se ha desbocado, la contrarrevolución interna franqueó la barrera de la mesura. Ahora declaran sin rubor sus intenciones capitalistas, ya no las disfrazan.

Este periodo de la Revolución es muy rico en experiencias para las generaciones futuras, ellas podrán relacionar, ver todo el desarrollo del oportunismo, de la contrarrevolución interna. Podrán ver ya consumado el hecho de hacia dónde nos condujo el maridaje con los capitalistas. Al principio, la entrega se lubricó con cierto pudor, decían que eran "necesarios para elevar las fuerzas productivas". Luego, como haciéndose los locos, el gobierno les dio dólares, facilidades, todo tras la mampara de algunas multas y pases de televisión que alimentaban al circo romano. Ya al final, después de sentirse fuertes, de haber golpeado a quienes podrían denunciar el deslizamiento, se lanzan sin paracaídas en el miasma entreguista.

Es interesante, y más lo será para las generaciones futuras, leer los argumentos con los que justifican la transformación de su "socialismo" en una vulgar adulación a los oligarcas. Veamos.

Ya declaran algunos opinadores de poca monta, con gran sentido de la oportunidad, expertos en la navegación a favor del viento, escriben sin ningún tapujo sobre la necesidad de restaurar un nuevo pacto de punto fijo; afirman que es necesaria la apertura de la dirección revolucionaria hacia sectores "no chavistas pero de conducta honesta y patriota".

Donde el asunto se agrava es en la postura de voceros económicos autorizados, que exponen tesis que configuran la entrega de la Revolución, dicen:

"Siempre el ámbito y el clima económico y social determinan el desenlace político y nosotros como fuerza revolucionaria debemos asumir la ofensiva y eso significa ir con todos los factores controlados que inciden en la decisión del electorado (...) Si la realidad concreta nos dibuja una economía capitalista, un sector privado que abarca el 65% de la economía y una situación económica endeble, nosotros tenemos que aplicar una política que genere una respuesta en esa realidad, ¿ellos tienen que producir más?, bueno tendrán que producir más y nosotros tenemos que hacer un esfuerzo para que esa producción se genere".

Tesis más alambicada es difícil de conseguir, evidencia que la pequeña burguesía es muy creativa a la hora de justificar su entrega al capitalismo. Esta tesis (Ojo, no nos referimos al mensajero, no personalizamos para no desviarnos del centro del problema), repetimos, esta tesis nos habla de un pueblo sin ninguna conciencia, prostituido, que como el mono baila por la plata: "si me das, te apoyo, de lo contrario no cuentes conmigo". Los que así califican a ese pueblo no saben historia, no han leído sobre el Paso de los Andes, la Batalla de Junín, parece que cuando el golpe de Abril no estaban por aquí, se les olvidó la heroicidad del sabotaje petrolero.

Elaborar una tesis política sobre esa premisa no es propio de revolucionarios, es propio de adecos, oportunistas y pragmáticos. Y si sobre esa tesis, que ofende la calidad de este pueblo, se justifica dar dólares a la burguesía "para que ayude a la Revolución a ganar las elecciones", se ha llegado al colmo de la candidez y la estulticia.

Amalaya que esta gente, los que así piensan, sean derrotados dentro de la Revolución y se imponga, manque sea, la decencia.


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Toby Valderrama


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